Enrolada en la CTA Autónoma, la Federación Nacional Docente (FND) alerta que sin acuerdo salarial muchas provincias no comenzarán el ciclo lectivo el próximo 229 de febrero. Piden un salario inicial para todo el país de 12 mil pesos, sin cuotas ni pagos en negro. Aceptar otra oferta será “un fuerte ajuste al bolsillo” de los maestros afirman. Todavía no hay fecha para una nueva reunión de la paritaria nacional.
Uno de los primeros funcionarios del gobierno nacional que intentó ponerle un techo a las paritarias fue Esteban Bullrich, ministro nacional de Educación, quien la semana pasada anticipó que la primera oferta de la paritaria nacional rondaría “entre un 20 y un 25 por ciento” de suba. Ante esto, los gremios con representación nacional rechazaron este límite, y fijaron su postura inicial: 40 por ciento de aumento. Así lo adelantan dirigentes de los cinco sindicatos que negocian a la mesa. El mismo camino parece iniciar la nueva federación docente, que si bien no participa de la ronda de negociaciones tiene buena representación en varias provincias. Según su postura, aceptar el porcentaje de suba adelantado por Bullrich es avalar “un fuerte ajuste en el bolsillo” de los maestros. Así, aseguran, no está garantizado el inicio de clases.
Nacida en 2015, la Federación Nacional Docente (FND) hizo pública su postura respecto de la negociación salarial del sector. Enrolada en la CTA Autónoma, este espacio no participa de la discusión salarial, pero tiene buena presencia en varias provincias, por lo que una medida de fuerza tiene fuerte impacto en las aulas. “Con estos números, está en peligro el inicio de clases”, le dijo un dirigente de la federación a Gestión Sindical. Para estos gremios, aceptar subas de un 25 por ciento representará “un fuerte ajuste al bolsillo” de los educadores.
La postura de la FND es “una suba del 40 por ciento como piso”, y se mostró preocupada por la falta de fecha para volver a discutir. Cabe recordar que la paritaria docente pasó a un cuarto intermedio, pero no tienen fecha precisa para reiniciarse. En este camino, la federación quiere “un piso salarial de 12 mil pesos” para todo el país, y que además “se pague en un tramo, no en cuotas, sin sumas en negro e indexado por la inflación real”. “Necesitamos una fuerte recomposición de los salarios básicos, hasta cubrir la canasta familiar”, remarcaron.
La FND nació en 2015 en el marco de la CTA que comanda Pablo Micheli. Alejada de las conducciones de CTERA, los gremios provinciales conformaron esta federación, que tienen entre sus filas a varias agrupaciones de base. El año pasado motorizó varios conflictos locales, y este año busca hacerse visible en la discusión nacional. Entre los principales gremios que forman la FND se encuentran la Federación SITECH de Chaco, el Sindicato Unificado de los Trabajadores de la Educación Fueguina (SUTEF), el Movimiento Pedagógico de Liberación (MPL) de Misiones, el Gremio de Docentes Autoconvocados (GDA) de Formosa y la Asociación de Enseñanza Media y Superior (ADEMYS), entre otros.
En tanto, los integrantes de a paritaria nacional docente también rechazan el piso de 25 por ciento insinuado por el gobierno y su ministro de Educación. Los cinco gremios que participan de las discusiones –la Unión de Docentes Argentinos (UDA); la Asociación de Maestros de Escuelas Técnicas (AMET); el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop); Confederación de Educadores Argentinos (CEA) y Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) –plantearon un aumento del salario inicial del 40 por ciento y la duplicación del incentivo docente.
Para la próxima reunión, que todavía no tiene fecha, no asistirán los secretarios de los gremios sino representantes técnicos tanto de la cartera educativa como de los sindicatos, en donde se evaluarán propuestas de los sindicalistas de incremento para el docente que recién inicia la actividad. Eduardo López, secretario gremial de CTERA, dijo luego de la reunión con Bullrich que “presentamos nuestra propuesta que es un piso de 35 por ciento de aumento con cláusulas de revisión y monitoreo permanente por si se dispara la inflación para no perder poder adquisitivo”.
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