Ex integrante del consejo directivo de la CGT denunció a su gremio por violencia de género
Se trata de Sandra Maiorana, quien denunció ante el INADI y el Ministerio de Trabajo a dos integrantes de la Asociación de Médicos de la República Argentina (AMRA).
La dirigenta de la seccional santafesina de la Asociación de Médicos de la República Argentina (AMRA) y ex secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de la CGT, Sandra Maiorana, advirtió que el proyecto de reforma del estatuto de la central obrera con el objetivo de ampliar el cupo femenino sindical fue «consensuado pero no será nada fácil» su implementación.
«Se habla de unión pero hay sectores distintos que solo figuran juntos, no unidad real», alertó en una entrevista. Y sobre ese diagnóstico, la sindicalista profundizó: «La Ley Camaño de cupo femenino del 30 por ciento para el universo sindical no se cumplió nunca. La CGT habla de unión pero hay sectores distintos figurando juntos. La unidad real no la vi nunca».
La mujer es secretaria adjunta nacional de AMRA y en el consejo directivo de la CGT fue desplazada por dirigentes de su propio gremio, según denunció hace dos semanas ante el Ministerio de Trabajo y el INADI. Maiorana es médica pediátrica y emergentóloga, integra la regional Santa Fe de AMRA, a nivel nacional es secretaria adjunta del gremio, y en su denuncia por violencia de género, persecución y hostigamiento apuntó contra los gremialistas de la seccional Santa Fe Eduardo Taboada, Néstor Rossi, Pablo Crispo y Daniel Verseci.
A esos cuatro dirigentes de su propio sindicato, Maiorana los denunció por «misoginia, agresiones verbales y denostación» el 11 de agosto, mientras que el jueves 12 de agosto decidió ampliar las imputaciones y entonces incluyó además al titular del gremio a nivel nacional, Erick Mendoza Díaz.
«Por no compartir las posiciones de esos dirigentes provinciales, fui víctima de violencia verbal y persecución, mentiras, reproches, menosprecio, subestimación y trato irrespetuoso y abusivo, y de tergiversaciones, lo que fue denunciado», manifestó la gremialista.
Apoyo
La CGT convocó al Confederal, instancia previa a la renovación de autoridades, para el miércoles 22 de septiembre en el Salón Felipe Vallese de la sede de Azopardo al 800, y al Congreso de la central para el 11 de noviembre en las instalaciones mercantiles de Parque Norte. Por otro lado, Noé Ruiz, del gremio de modelos y secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la CGT, confió que la denuncia por violencia de género de Maiorana ya fue recibida por la central obrera, que la derivó a su área jurídica.
«Maiorana sabe mucho de salud laboral y tiene claro lo que es el sindicalismo y el proceso de crecimiento de la mujer. La CGT quiere la integración, me consta, pero no es fácil hacerlo en todos los gremios porque se requiere adaptar los estatutos», afirmó.
Y sobre el proceso de reformas, Ruiz aconsejó: «No es sencillo cambiar de golpe, porque ello implica desplazar compañeros y no todos aceptan dar un paso al costado. El proceso requiere sobre todo seriedad y respeto».
Paridad de género
En relación a la iniciativa de modificar el estatuto, Maiorana valoró que sea un proyecto «consensuado» pero al mismo tiempo marcó que tendrá un alcance «limitado» porque asegura -criticó- «un cupo femenino en cantidad, no en calidad».
«Un hombre ocuparía una futura secretaría y una mujer sería su suplente. ¿Quién decidirá? Las mujeres no quieren llegar a la CGT para servir café. Hoy cotiza en bolsa y queda muy bien y evolucionado posicionarla. Pero, ¿es real la intención?», se interrogó sobre la promoción de la participación femenina en el sindicalismo.
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Para la dirigente, se trata de un proyecto de reforma «parcial y transitoria para solucionar un problema y quedar bien», aunque advirtió que «si sirve para arrancar bienvenido sea, como en su momento la Ley Camaño, que influyó mucho en el cambio producido en el país porque permitió el crecimiento del sector femenino», aseveró.
«La reforma no es la ideal, pero servirá porque será un cambio cultural. Sin embargo, el Comité Central Confederal estoy segura que no debatirá el proyecto. Si la iniciativa le cierra a la cúpula de la CGT se bajará a votar. Todo está cocinado», analizó.
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