En la mira del Gobierno: quién es el sindicalista que puede seguir los pasos del “Pata” Medina

En Cambiemos todavía celebran la caída del “Pata” Medina, a quien le atribuyen las complicaciones de la construcción privada y de la obra pública en la región capital. Y ya hacen cuentas para ir tras los pasos de otro peso pesado del sindicalismo bonaerense.

Los días de suerte de Carlos Quintana, titular de UPCN bonaerense, pueden haber quedado definitivamente en el pasado, si Cambiemos da el paso con el que viene amagando en las últimas semanas: convertirlo en el siguiente “Pata” Medina, como exponente de la mafia sindical, y hacerlo caer en desgracia en los siempre intrincados pasillos de la justicia.

Como estrategia o para medir reacciones, el Gobierno suele -lo hizo con el propio Medina- filtrar acciones de este tipo en la pluma de editorialistas entrenados en «anticipar» acciones de Gobierno. El nombre de Quintana apareció, mencionado como el próximo objetivo, en una nota del diario La Nación.

También como en el caso de Medina, las segundas y terceras líneas del Gobierno ya hablan de terminar con la hegemonía de Quintana en uno de los gremios más fuertes de la Provincia, a quien le atribuyen cierta ascendencia, incluso un padrinazgo, sobre el titular de UOCRA, que se tradujo en el asesoramiento legal para construir fundaciones que, aseguran, eran la pantalla tras la cual se ocultaba dinero presuntamente mal habido.

Si quieren, tienen para elegir cómo: puede caer por el desfalco contra IOMA –UPCN es codirector del organismo-, por “tentativa de lavado de activos”, a partir de que fue demorado, en 2011, cruzando a Uruguay con 45 mil dólares encima. Las investigaciones posteriores al escándalo determinaron que el sindicalista y su esposa totalizaron más de mil viajes a la República Oriental.

En su momento, Quintana quiso salir de ese entuerto explicando que, en realidad, viajaba con ese dinero para apostarlo en el casino de Uruguay. Ahora cambió de destino: se traslada semanalmente a Misiones para embarcarse en competitivas partidas de póker. Quintana y el juego son dos partes de un todo indivisible: ya es proverbial la excusa que dio hace décadas para justificar su patrimonio: haberse ganado una millonada apostando al “Loto”.

Un hombre como Quintana seguramente no le tiene miedo al desafío que se le viene. Es una especie de doble o nada. Puede lograr, como desde hace décadas, capear el temporal y hasta colocar un diputado –su segundo, Héctor Nieves, comparte la lista de Unidad Ciudadana con Florencia Saintout-. O puede, como Medina, caer definitivamente en desgracia.

¿Cómo llegó Quintana a colar un candidato en la nómina de Unidad Ciudadana? Sólo se explica a partir de la billetera. Cambiemos creen que, como en su momento financió a Bruera y hoy lo dejó sin “colchón”, el mandamás de UPCN está detrás de lo que vislumbran como una feroz campaña contra el oficialismo.

Como sea, hoy, el futuro de Quintana futuro depende de la correlación entre halcones y palomas dentro del edificio de la Gobernación bonaerenses. Los primeros quieren la cabeza del titular de UPCN, los segundos lo consideran una mano amiga que colaboró para cerrar paritarias dentro de los parámetros que impuso Macri, “cláusula gatillo” mediante. Tal vez la idea de quitar esa herramienta de la mesa de negociaciones tenga que ver con la trama que anticipa las complicaciones en el futuro, a corto plazo, de uno de los hombres más afortunados de la Provincia.