En el distrito más rico del país, crece la pobreza y piden declarar la emergencia alimentaria y sanitaria

Distintos gremios y movimientos sociales reclamaron que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires instrumente medidas ante el crecimiento de la pobreza y la indigencia. Además, piden la “emergencia salarial”. “El 65 por ciento de los estatales porteños está por debajo de la línea de la pobreza”, sostuvieron desde ATE Capital. En la actualidad, la asignación familiar porteña es de 275 pesos, y está congelada hace ocho años.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

La Ciudad de Buenos Aires es desde hace tiempo el distrito más rico del país. La Capital Federal tiene un presupuesto millonario, y la distribución de ingresos per cápita más importante de toda la Argentina. Sin embargo, en los dos últimos años, experimentó un fuerte crecimiento de la pobreza, que según el propio INDEC porteño ya supera el medio millón de personas. Los contrastes en la Ciudad son notables, un norte donde se concentra buena parte de la clase alta y un sur que tiene índices económicos y sociales similares a los que hay en el norte del país, la zona más goleada por la crisis según las estadísticas.

Por eso, un grupo de gremios y organizaciones sociales vienen reclamando que se declare la “emergencia alimentaria y sanitaria”, lo que marca la gravedad de la situación. Además, piden la “emergencia salarial”, en respuesta a la devaluación reciente, que impactará en el poder adquisitivo de los estatales porteños. Desde el gobierno, anunciaron una canasta de “precios cuidados” para paliar la situación, pero por el momento descartan declarar la emergencia. Un estudio alerta sobre el aumento de la desigualdad porteña y la baja en el acceso a la salud.

El incremento de la pobreza en la Capital Federal fue oficializado en julio por el INDEC porteño, que admitió que en el territorio federal viven 585 mil personas en situación de pobreza, 94 mil más que el año anterior. Esto, sumado al impacto de la cantidad de gente en situación de calle que debió ser asistida durante este invierno que no cesa, da dimensión del impacto social de la crisis que atraviesa el país, que la Ciudad de Buenos Aires no es ajena.

El documento

Por eso, gremios porteos nucleados en la CTA de los Trabajadores pidieron este miércoles que se declare la “emergencia alimentaria y sanitaria”, para intentar dar respuesta a las necesidades. Junto a movimientos sociales, los docentes de la UTE, los metrodelegados, ATE Capital y entidades que reúnen a comercios y Pymes dieron una conferencia de prensa frente a la legislatura, donde reclamaron al gobierno de Rodríguez Larreta que responda a sus reclamos. En este sentido, un documento elaborado por los participantes sostuvo que el jefe de Gobierno “se esconde debajo de las baldosas”, y le pidieron que “deje de hacer campaña” para ocuparse de estas cuestiones.

Además, los gremios pidieron “la reapertura de la discusión paritaria para los trabajadores de la Ciudad”, a la par que pidieron la declaración de la “emergencia salarial”. “Entendemos que en el distrito más rico de la argentina no es posible que el 65 por ciento de los estatales está bajo la línea de la pobreza”, se quejó Juan Manuel Sueiro, secretario Adjunto de ATE Capital.

En diálogo con Gestión Sindical, el dirigente remarcó que el pedido se da “en el marco de contexto económico muy difícil, donde el jefe de Gobierno está más preocupado por maquillar la Ciudad para la campaña”. Sueiro explicó que una cámara de comerciantes porteños le pidió a Rodríguez Larreta que otorgue el bono extraordinario de 5 mil pesos que anunció el gobierno nacional, para intentar mejorar las ventas en el distrito. “Eso grafica el impacto que tiene esta brutal caída del consumo interno, el pedido para que se entregue el bono para salvar la actividad comercial”, agregó.

Además de la emergencia alimenticia y salarial, los gremios quieren que se declare la “emergencia sanitaria”, por los efectos que genera en la salud de los porteos. “La causa de la emergencia sanitaria es doble. Por un lado, la política económica implementada desde 2015 que generó aumento de tarifas, baja del consumo y desempleo también afectó a la Ciudad de Buenos Aires”, sostuvo el secretario de Comunicación de UTE, Mariano Denegris.

Por otro, completó: “Larreta dedicó el presupuesto a obras en la zona norte de Capital Federal, a publicidad y a su política represiva y bajó las partidas para educación, salud y vivienda”. Los efectos de esta realidad se pueden ver en varios aspectos.

En este sentido, desde que el macrismo gobierna los destinos de la Ciudad, la salud pública tuvo un fuerte retroceso. Según un relevamiento de la fundación Soberanía Sanitaria, “en la jurisdicción más rica del país, se han reducido la cantidad de camas disponibles -una disminución equivalente a cinco hospitales menos-las internaciones y las consultas externas en los hospitales públicos”.

El estudio explica que la baja de camas disponibles implica “una menor capacidad para dar respuesta a las necesidades de internación por problemas de salud”, algo que se verá potenciado por la profundización de la crisis actual.

Durante la jornada frente a la legislatura, se pidió además el congelamiento tarifario para clubes de barrio y Pymes, vacantes en las escuelas públicas para todos los chicos y el aumento de raciones y viandas en comedores escolares.

Por el aumento de la pobreza, se reclamó una mejora en las asignaciones sociales que paga el gobierno porteño. “Hace ocho años que esta ayuda está congelada en la Ciudad de Buenos Aires, cuando el gobierno nacional paga un promedio de 1.300 pesos en Capital federal se paga 275 pesos. Es insostenible este escenario”, remarcó Sueiro. Todo esto se complicó con la nueva devaluación luego de las PASO potencia no sólo la inflación, sino la caída del salario real de los trabajadores porteños, por lo que quieren volver a discutir paritarias. “Si no hay medidas para mejorar esta realidad, tanto económica como social, vamos a tomar medidas de acción, y no se descartan paros y movilizaciones”, adelantó el dirigente de ATE.

La realidad social de la Ciudad de Buenos Aires no es una novedad, y ya se viene dando desde el año pasado. En la primera mitad del 2018, en la Capital federa la pobreza creció un 14 por ciento y la indigencia, un 52 por ciento, según datos de un informe elaborado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP). Además del aumento de la vulnerabilidad, en el distrito más rico del país crece la brecha entre ricos y pobres. “La desigualdad se visualiza claramente cuando se revisan los números.

De acuerdo a las mediciones del segundo trimestre de 2018, el 10 por ciento más rico de la población concentra el 29,3 por ciento de los ingresos totales, y el 20 por ciento más rico se apropia de más del 45 por ciento”, destacó el trabajo de la entidad, que lidera el economista y ex diputado nacional Claudio Lozano.

Por su parte, el el jefe de Gobierno porteño recorrió este miércoles la Feria Itinerante de Abastecimiento Barrial (FIAB) del Centro de Trasbordo Pacífico, una de las medidas tomadas para intentar paliar la suba de pobres en el distrito.

En total, la Ciudad dispuso 37 ferias que funcionan de lunes a lunes en las 15 comunas porteñas, un 27 por ciento más de las que había exactamente un año atrás, según informó el gobierno. Las ferias porteñas cuentan con “bolsones de producto” que contienen 20 artículos con precios fijos, entre los que se pueden encontrar lácteos, legumbres y cereales, productos sin TACC, orgánicos, pescadería, granja y panadería. Una especie de “precios cuidados”.