La CEO les avisó a los sindicatos que la fundirá con Austral, ofrecerá 1.500 retiros voluntarios y eliminará vuelos a destinos internacionales «deficitarios». Macri no le gira el dinero que pide.
La nueva conducción de Aerolíneas Argentinas puso en marcha un plan para achicar la compañía. El programa, que les fue comunicado este martes a los gremios del sector, contempla la fusión de esa firma con su prima Austral, la reducción de la planta de personal en 1.500 puestos y la eliminación de vuelos internacionales a destinos deficitarios, entre otras medidas.
El objetivo de la titular de la aerolínea de bandera, Isela Constantini –formada en el ámbito privado, ex CEO de General Motors-, es licuar el déficit operativo de la compañía, un rojo que el presidente Mauricio Macri se niega a sostener. La ejecutiva reclamó el giro de 1.100 millones de dólares y la respuesta fue tajante: sólo contará con los 350 millones dispuestos en el Presupuesto nacional, una postura que induce el repliegue.
En concreto, Constantini informó que, en principio, ofrecerá retiros voluntarios a 1.500 empleados y se reducirá la flota internacional. En la compañía aérea se especula con que se avance en la desprogramación de los aviones Airbus 340.
Por otra parte, levantará destinos internacionales “deficitarios” como Barcelona, Roma y Nueva York. Al mismo tiempo, adelantó la intención del Ejecutivo de fusionar Aerolíneas Argentinas con Austral.
Durante la campaña electoral, el líder del PRO se refirió en varias oportunidades a la aerolínea de bandera. Además de cuestionar el déficit de la compañía siempre trajo a colación la cuestión acerca de si debe ser estatal o estar en manos privadas.
Luego del triunfo de Horacio Rodríguez Larreta en el ballotage porteño, Macris se subió al escenario de Costa Salguero y, para sorpresa de los presentes, comenzó a ponderar positivamente una serie de medidas emblemas del Frente para la Victoria.
Entre ellas, destacó que Aerolíneas debería seguir siendo estatal pero “bien administrada”. Curiosamente, días después consideró: “Que Aerolíneas Argentinas sea privada o pública no le va a cambiar la vida a la gente”.
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