El paro contra la reforma previsional dejó a la CGT al borde de una fractura
Gremios independientes y la UTA salieron al cruce de la medida de fuerza dispuesta por el triunvirato que conduce la central sindical.
El fuerte antagonismo por la reforma previsional entre las entidades más significativas del sindicalismo peronista llegó a su punto más alto y la unidad de la CGT pende de un hilo, luego de que el secretario de Acción Social de la central sindical, José Luis Lingeri, salió a cuestionar drásticamente la implementación de un paro general de 24 horas dispuesto por el triunvirato que conduce esa central obrera que se puso en marcha ayer a las 12 y se extenderá hasta hoy al mediodía.
El tema se agudizó más aún cuando la Unión Tranviaria Automotor (UTA), el gremio que nuclea a los choferes de colectivos, comunicó ayer por la tarde que no adhería al paro general de la CGT y garantizó los servicios durante toda la jornada de ayer y la normal prestación de ese servicio de transporte para hoy. Si bien, la UTA, que lidera Roberto Fernández, aclaró que está en desacuerdo con el “cambio de fórmula de la actualización de los haberes de los jubilados”, aclaró que “la política se discute en el Congreso, sobre todo cuando se trata de aspectos que están directamente vinculados a la sanción de una ley. En el Congreso están los representantes del pueblo, quien muy recientemente, se ha expresado pacíficamente para renovarlo de acuerdo con lo que establece la Constitución Nacional”.
Lingeri se había pronunciado a favor de la constitución de una “mesa de sustentabilidad y trabajo” con el Gobierno. En tanto, el titular del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (Sgbatos) dijo que “no convalidamos que nos empujen a una pelea sin sentido”.
INDEPENDIENTES
Lingeri habló asumiendo la representación del grupo de los llamados “gremios Independientes”, que aquel integra desde hace años junto al estatal Andrés Rodríguez, (UPCN), y Gerardo Martínez (Uocra). Idéntica posición a la de los “independientes” comparte el líder de los trabajadores de Comercio, Armando Cavalieri, que en el consejo directivo de la CGT ocupa el sillón de la Secretaría de Relaciones Institucionales.
Ninguno de estos dirigentes, contrarios a la huelga nacional de 24 horas lanzada ayer al mediodía, concurrieron a las últimas reuniones de la CGT, en las que se resolvió ir a la lucha contra el Gobierno. “Los encuentros de la CGT se han venido poblando de dirigentes y de barras de militantes, ajenos al consejo directivo, que no permiten deliberar con normalidad. No se puede estar discutiendo con esa presión encima”, admitió Lingeri, sin disimular su fastidio por los “desacoples permanentes” que observa entre los integrantes del triunvirato que gobierna la central obrera.
Cortocircuitos de igual tenor observan los dialoguistas como Lingeri entre los gremios del transporte, por ver quién se queda con el control de ese espacio estratégico, disputado palmo a palmo por el marítimo Juan Carlos Schmid y el ferroviario Juan Carlos Maturano (La Fraternidad) lo que motivó que el inicio de la huelga del Transporte fuera postergado hasta la medianoche, antes de conocerse que los choferes no se sumaban a la medida .
Lingeri criticó además la falta de sincronicidad que mostró el trío Daer-Schmid-Acuña durante este pasado fin de semana: mientras Schmid ratificaba la realización de una huelga a partir de ayer al mediodía hasta la misma hora de hoy, Carlos Acuña decía el domingo a la prensa que el paro se haría el martes para “favorecer la convocatoria a la marcha” de protesta en la zona del Congreso; a la que finalmente la sede de Azopardo resolvió no sumarse.
Durante el anuncio de la medida de fuerza, Schmid adelantó que le iban a proponer al Gobierno “que convoque a una consulta popular” para ver “si la sociedad argentina está de acuerdo” con la reforma previsional, una postura que fue luego reivindicada por diversos diputados durante el tratamiento de la norma, aunque siempre con resultado negativo en el recinto.
Mientras tanto, la medida de fuerza tuvo amplio acatamiento en los gremios aeronáuticos y el Aeroparque Jorge Newbery volverá a operar normalmente mañana a partir de las 15, lo que obligó a Aerolíneas y a Austral a reprogramar, aunque no a suspender los vuelos internacionales. Otro de los gremios sensibles que volverá al trabajo es el de los bancarios, que se sumaron ayer a la protesta.
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