El nuevo “mundo bipolar” de la CGT: dialoguistas suman poder ante sectores más rebeldes

El nuevo mapa interno de la central se divide entre un nutrido grupo que decidió sentarse con el gobierno a negociar “la mejor reforma laboral”, y quienes insisten con una agenda de reclamos. De un lado buena parte de la conducción, “gordos”, “independientes”, el MASA y las 62 Organizaciones Peronistas. Del otro, la CATT, el moyanismo y la Corriente Federal. Las diferencias políticas también dividen aguas.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

Hace unos días, en un encuentro realizado en la sede de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria del Gas, se formó lo que algunos dieron en llamar “la mesa dialoguista” de la CGT. Encabezada por el integrante del triunvirato Héctor Daer, estuvieron representantes de los grupos “los gordos”, los “independientes”, del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) y las 62 Organizaciones peronistas, estas dos últimas en pleno reingreso a la central obrera. Allí, se delineó la estrategia para negociar con el gobierno la reforma laboral, que esta semana comenzó a dar pasos concretos con la visita del ministro Jorge Triaca a la dirigencia. Fuera de este espacio, los sectores más radicales, como el moyanismo, la CATT (transportes) y la Corriente Federal. En este nuevo “mundo bipolar” que vive la central obrera, se empiezan a definir las estrategias futuras, no sólo para pararse ante el avance del oficialismo sobre los gremios, sino para sumarse a otras tareas, como la reconstrucción del peronismo.

El encuentro fue el preludio del que tuvieron ayer martes la dirigencia con triaca. Los dialoguistas recibieron detalles de los planes del gobierno en materia de reforma laboral, y dan por confirmado que está en marcha. Por eso, en estas horas, que sea “por sectores” es casi un triunfo. En este sentido, la dirigencia busca suavizar el impacto, e insiste que no van a permitir “que nos quiten derechos”. “No vamos a tener una reforma como en Brasil, son países distintos. Vamos a ir a una mesa de negociación y de ahí saldrán cambios para cada sector, de ninguna manera se tomarán medidas drásticas”, le informó a Gestión Sindical una fuente del encuentro de ayer con el ministro de Trabajo. En este sentido, aseguró que “la CGT no está pintada”, en referencia a cambios que terminen perjudicando a los trabajadores.

Para los dirigentes, el tema de la reforma será clave para el futuro del triunvirato, que lleva más de un año haciendo equilibrio entre los muchos sectores internos, muchos no conformes con la conducción compartida. El ingreso del MASA y las 62 Organizaciones busca fortalecer el espacio negociador, aislando a los rebeldes. En este sentido, quedó casi confirmado que recibirán invitaciones formales para participar del gran acto que prepara el presidente Mauricio Macro para el próximo lunes, con gobernadores de todo el país. “Si hay una reforma que la haya de los dos lados”, dijo el mismo dirigente, en relación al sector empresario. En el encuentro, le recordaron a Triaca que “las mafias son alimentadas por los empresarios coimeros”. También pidieron que a la mesa de diálogo se invite a las dos CTA.

Quienes quedaron afuera de estas negociaciones fueron los sectores más duros del sindicalismo, como el moyanismo, la Corriente Federal y la CATT. Estos últimos tienen en su titular Juan Carlos Schmid una representación primaria en la mesa de discusión, pero puertas adentro hay divisiones entre los gremios que quieren un plan de lucha y quienes piden apoyar al gobierno, sobre todo luego de las elecciones. En cuanto al líder camionero, en su entorno aseguran que mantendrá el perfil bajo, y que será su hijo Pablo el que maneje las cuestiones gremiales. En este sentido, se desmintió un intento de postular al actual secretario gremial de la CGT como próximo secretario general, como surgió en algunos sectores. “Hay discusiones para terminar de definir una única conducción, pero Pablo no está trabajando para ser candidato. Esa idea surgió de algunos gremios que quisieron lanzarlo, pero no cuentan con el apoyo de la mayoría”, destacó una fuente del moyanismo con la que habló Gestión Sindical. Consultado sobre el futuro político del espacio, no descartó que haya un intento de volver al PJ, pero por el momento poco seductor. Cabe recordar que el partido de Hugo Moyano, el CET, fue formalmente dentro del frente 1País, pero desde un espacio bastante marginal. Pero el camionero no suele poner “todos los huevos en la misma canasta”. Además de penar en discutir la reformulación del peronismo, fue aliado en algunos distritos del oficialismo, con quien mantiene buen diálogo pese a los dichos públicos de su hijo. En este sentido, en distritos del conurbano se vio a los referentes del moyanismo trabajar por la campaña de cambiemos, como en almirante Brown, donde el ex diputado provincial Jorge Mancini (gremio de los trabajadores del CEAMSE) trabajó con el candidato macrista Jorge Regazzoni. U ejemplo de la variedad política de Moyano padre.

En ambos espacios muchos dirigentes creen que es necesario que la CGT y los gremios se involucren en esta nueva etapa del justicialismo, luego de dos derrotas resonantes. En este sentido, entre los dialoguistas creen que el peronismo “necesita de los sindicatos para lograr la unidad”, y para eso potencian la llegada de sectores como el MASA, que a través de sus referentes Omar Viviani (taxistas) y Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) quieren tener voz y voto en el peronismo que se viene. No así las 62 Organizaciones Peronistas, que piden dejar lo partidario de lado. En tanto, la Corriente Federal decidió mantener su espacio alineado a Unidad Ciudadana, lo que le reportó dos diputados nacionales electos: Vanesa Siley (judiciales) y Walter Correa (curtidores).