El futuro de la CGT: el triunvirato aísla a Pablo Moyano y prepara su normalización
La conducción cegetista se reunió para preparar el confederal que elija nuevas autoridades, luego del portazo de los Moyano y sus camioneros, que buscan reeditar el viejo MTA. Comienzan a aparecer los primeros candidatos a la conducción unificada. en tanto, la Corriente Federal le puso un freno al posible nuevo espacio sindical, y pide quedarse en la central obrera.
Este lunes fue un día de postales que simbolizan el estado de situación de la CGT. Mientras que Pablo Moyano se mostraba en un acto junto a referentes del kirchnerismo –confirmando cierto acercamiento –el triunvirato de la CGT volvía a reunirse después de mucho tiempo, para comenzar a darle forma al proceso de normalización de la central obrera, que busca salir de la crisis interna que generó las distintas posturas respecto al gobierno nacional y la situación actual. El quiebre posterior a la jornada del 21 de febrero dejó dos grandes bloques, uno dialoguista vinculado a los grandes gremios, y el otro más rebelde, encabezado por los Moyano. Pero con el correr de los días, el segundo fue perdiendo adhesiones, y hoy está en franca minoría. Con la cumbre de ayer, la actual conducción profundiza su estrategia para aislar a los camioneros, que pierden poder ante el avance de la normalización cegetista.
El titular de UPCN Andrés Rodríguez hizo las veces de anfitrión de una cumbre que logró reunir a los integrantes de la conducción, encabezados por los integrantes del triunvirato Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer. El objetivo de la reunión fue coordinar la realización de un encuentro de la Comisión Directiva de la CGT, la primera en meses que tendría el apoyo de todos los sectores, con la excepción de la familia Moyano. El encuentro directivo, que se realizará en los próximos días, será para lanzar una llamada a un Comité Central Confederal que sería en el mes de mayo, ya que se necesitan 120 días para prepararlo según establecen las normas de la central. Allí, se intentará acordar una fórmula para una nueva conducción. Sobre ese punto, aún queda mucho por discutir porque hay posiciones encontradas. Finalmente, un Congreso de la CGT debería coronar a una nueva dirección, colegiada o unipersonal.
Schmid se distanció de la aventura en la que se embarcó Pablo Moyano, pero cuenta con el apoyo de los principales secretarios generales de la ex CGT Azopardo. Su objetivo es lograr una salida ordenada del embrollo en el que quedó envuelta la central y no quiere dar continuidad al triunvirato. Acuña, que representa al sector de Luis Barrionuevo, manifestó a sus pares que la conducción tripartita debería seguir hasta culminar su mandato en 2020. Daer, en tanto, aparece como una figura que podría aspirar a la conducción unipersonal y cuenta con un fuerte apoyo de los denominados “gordos”, es decir los responsables de los principales gremios de servicios. Además de los representantes del triunvirato, asistieron al encuentro también José Luis Lingeri, Andrés Maturano y Armando Cavalieri, tres dirigentes que están hoy muy cerca del gobierno. En el caso de este último, la semana pasada rubricó un acuerdo paritario a pedir de boca del Gobierno, con un aumento de 15 por ciento.
La reunión deja en evidencia el creciente aislamiento de Pablo Moyano, quien decidió jugarse por un frente propio que en los últimos días fue perdiendo aliados: la Corriente Federal que lidera Sergio Palazzo emitió un comunicado donde se mostró dispuesto a nuevas medidas de protesta pero se opuso a construir una central alternativa. Por otro lado, los movimientos sociales que sumaron un gran número de manifestantes el 21F, están mucho más interesados en sumarse a la CGT que en crear un nuevo MTA. En consecuencia, sólo quedaría en pie la alianza con la CTA que conduce Hugo Yasky y el respaldo de otros sectores, como La Alameda de Gustavo Vera. Mientras sus ex colegas definían el camino a seguir, Pablo Moyano organizó una proyección del clásico de Leonardo Fabio, Sinfonía de un Sentimiento, para inspirar la «unidad del peronismo».
En tanto, uno de los aliados de Pablo Moyano como la Corriente Federal de Trabajadores, un agrupamiento interno de la CGT liderado por el bancario Sergio Palazzo, salió a respaldar el proceso lanzado el #21F, pero no se va de la CGT. Mediante un comunicado titulado “Unidad con contenido. Así no se puede seguir”, se llama a “la unidad sin exclusiones del movimiento sindical en la Confederación General del Trabajo alrededor de un programa de propuestas y acciones”. La corriente aclaró que “no participa de la creación de ningún nuevo nucleamiento gremial ni es apéndice o rama sindical de formación partidaria alguna”. Por último, para rescatar a la CGT de su estancamiento, ofrece “su programa de 27 puntos” y aclara que “seguirá confluyendo con aquellas organizaciones que den batalla a las políticas de este gobierno”.
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