Despidos en SENASA: “No se trata sólo de pérdida de puestos de trabajo; con esto, todos los productos de origen animal no estarán certificados por el Estado”

Lo dijo Jorge Ravetti, jefe de Coordinación de la Mesa Nacional de ATE Senasa. Son 213 telegramas de despedidos que se enviaron, y que se suman a los 130 de diciembre. Pero el sindicalista además advierte acerca de los riesgos que el recorte implica. Los controles quedarán en mano de los propios productores y empresarios, lo cual es muy peligroso para la salud.

“Es una situación muy fea y de extrema gravedad”, dice Jorge Ravetti, el jefe de Coordinación de la Mesa Nacional de ATE Senasa, apenas atiende el llamado de Gestión Sindical. Y de fondo se escucha el ruido de los bombos, que fue la cortina musical de un día muy movido y complicado. “Nos movilizamos al Ministerio de Agroindustria y también a la sede central de Senasa (el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) para reclamar por los 213 telegramas de despedidos que se enviaron, y que se suman a los 130 de diciembre”, cuenta. Y enseguida detalla su mayor preocupación: “Acá no se trata sólo de los puestos de trabajo que se pierden, sino que esto implica que la carne, embutidos, fiambres, lácteos y todos los productos de origen animal que se consumen no estarán certificados por el Estado sino por los mismos productores. Y eso es un hecho tremendamente riesgoso para la salud”.

También advirtió que así se empezará a dar un doble estándar de salud: “Seguirán habiendo controles oficiales para lo que se exporta, porque los organismos internacionales así lo exigen, pero la verificación de lo que se consuma en nuestro país será delegada a las empresas. Y todos sabemos cómo es el empresario argentino, y mucho más sino se lo vigila. Por eso digo que eso me inquieta mucho más, porque se pone en riesgo la salud de la gente”.

Desde el Senasa habían sostenido que ellos trabajan “en línea con el Ministerio de Agroindustria”, ya que “el déficit del Estado nos lleva a tomar diferentes medidas que son necesarias para ser sostenibles y eficientes como organismo descentralizado”. E hicieron hincapié en que la mayoría de los despidos eran “personal de asistencia técnica y transitorio, donde un 65% son administrativos, justamente porque se busca un Senasa que esté controlando y no tanto en los escritorios”. Pero Ravetti dijo que “eso es mentira. La realidad es muy diferente, y te doy el ejemplo de lo que pasa en Entre Ríos, donde hay 40 despidos y 20 corresponden al sector de Sanidad Animal. Así que se trata de gente totalmente operativa y en funciones primordiales”.

Entre los 213 despedidos se encuentra Matías Levin, quien pertenecía al área de Comunicaciones Institucionales y Prensa de Casa Central. “Me enteré porque mi jefe me citó a su oficina y me lo comunicó en persona. Ahí me explicó que él no podía hacer nada, que era una orden que vino desde Modernización. Es una reducción del Estado, que está pidiendo que se achique un número determinado de personas”, contó. Y agregó que lo peor es que más allá de que está confirmado el número de despidos aún no se saben con exactitud los nombres: “Es una incertidumbre total, porque hay compañeros que desconocen qué va a pasar con ellos, y además el organismo está totalmente acéfalo. No hay ninguna autoridad que informe algo”, detalló.

Ravetti, quien también es titular de la ATE de las filiales Ezeiza, Esteban Echeverría y San Vicente, agregó que las cesantías en el organismo representan “la continuidad de lo sucedido en Agroindustria y la Secretaría de Agricultura Familiar”, donde fueron dados de baja 330 contratados. Y ratificó que ante esta situación los trabajadores del Senasa continuaran con la huelga nacional que comenzaron el martes y que se extenderá hasta la medianoche del viernes en todo el país en rechazo de nuevos despidos.

“Para el 3 de mayo tenemos prevista una gran movilización, aunque estos días nos concentraremos en estar con los trabajadores despedidos, que realmente están pasando un momento muy feo, y en diseñar un plan de lucha”, concluyó Ravetti.