22 de Noviembre
de 2024
Informes Especiales.

Datos alarmantes: la pandemia duplicó la cantidad de chicos que trabajan en la Argentina

19. 06. 2021

En el marco de la Semana de Acción Contra el Trabajo Infantil, las cifras marcan que el 50% de los menores que están incluidos en el marcado laboral ingresaron durante la crisis del coronavirus. Lo gremios se suman a las propuestas del Gobierno contra este flagelo, y piden trabajo decente como forma de luchar contra la problemática.

Según las estimaciones oficiales, en el país el 10% de los menores de 15 años trabaja. Este número se eleva al 30 por ciento entre adolescentes de 16 y 17 años. Si bien es muy difícil establecer estadísticas certeras, los datos sobre trabajo infantil en la Argentina preocupan, en especial en tiempo de pandemia, que empujó a muchos chicos y chicas a realizar tareas para subsistir.

Este 2021, declarado Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil, funcionarios, expertos, gremios y otros sectores anunciaron que redoblarán esfuerzos para intentar frenar este flagelo, que tiene en algunos sectores como el campo y la actividad agropecuaria como áreas sensibles.

Para esto, esta semana se lanzó un programa federal en el que participan los distintos actores del mundo laboral, entre ellos las tres centrales obreras. Es que además del compromiso mundial, en el país se ven con alarma los efectos de la crisis del coronavirus en la suba del trabajo infantil: se cree que el 50% de los chicos que trabajan, comenzaron a hacerlo con el inicio del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) que se estableció en respuesta a la pandemia.

Ante esto, todo el arco sindical debatió esta semana la problemática, y buscó propuestas para lograr achicar estos números, de la mano de un mercado de trabajo menos informal y precario. Cuáles son las propuestas más importantes que se manejan, en especial en sectores donde es difícil controlar la presencia de menores realizando tareas.

Ante la suba generalizada de menores de edad que ingresan al mercado laboral, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y sus integrantes declararon el 2021 como “Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil”.

Según las cifras de la entidad, el 16 por ciento de los niños, niñas y adolescentes de entre 13 y 17 años “realiza tareas orientadas al mercado”, un total de 160 millones en todo el mundo. La tendencia creciente del número de menores que ingresan al mercado laboral genera alarma, ya que se cree que son 8.400.000 en los últimos cuatro años.

Además, la OIT considera que por la pandemia y el Covid-19 hay “varios millones de niños en situación de riesgo”, según se desprende de los resultados de un nuevo informe conjunto de la entidad y UNICEF.

“Lo que el informe nos indica es alarmante. Los progresos mundiales en la lucha contra el trabajo infantil se han estancado por primera vez desde que empezamos a producir estimaciones mundiales, hace dos decenios. Además, si no se adoptan medidas urgentes de mitigación, la crisis de la Covid-19 probablemente dé lugar a que muchos más millones de niños se encuentren ensituación de trabajo infantil”, destacó el trabajo, difundido en el marco del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, que se conmemoró el pasado 12 de junio.

Compromiso sindical

En el país, la situación del trabajo infantil no es muy distinta a la que plantea la OIT, y marca un enorme desafío para autoridades, gremios y empresarios. Por eso, en el marco de la Semana de Acción Contra el Trabajo Infantil, se realizaron actividades para marcar el compromiso de los distintos sectores en la materia.

En una de ellas, las centrales sindicales del país analizaron el fenómeno de esta problemática en el país, y las formas que el movimiento obrero puede aportar a partir de sus propias experiencias. “Trabajo decente para erradicar el trabajo infantil. Desafíos y compromisos del movimiento sindical” fue el título elegido para la charla virtual de la que participaron referentes en la materia de la CGT, la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, donde se recorrieron los esfuerzos que se hacen en el país para terminar con este flagelo.

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“Con la pandemia se agudizó terriblemente el trabajo infantil, de la mano de un empeoramiento de todos los índices en la región, como la pobreza y la indigencia. Para nosotros es este modelo económico el que condena a nuestros pibes al trabajo, y no les da la opción de ser niños con todos sus derechos”, sostuvo Rosario Hasperué, secretaria de Comunicación de la CTA Autónoma de la Provincia de Buenos Aires e integrante de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil por el sector sindical.

En la charla, en la que estuvo presente Gestión Sindical, se enfatizó en la “urgencia” de atacar este problema-. “Cuando hablamos de niñez hablamos del futuro, pero tenemos que actuar en el presente, y para eso no debe haber divisiones”, remarcó Hasperué, que vinculó esta pelea con la de mejorar los salarios y las condiciones dignas de trabajo.

Una de las razones por las cuales la pandemia aumentó el trabajo infantil fue por las dificultades a acceder a la educación, que por las restricciones se dio limitada a la virtualidad en todo el 2020. En este sentido, Viviana Doval, representante de la CTA de los Trabajadores en la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI), destacó que esta barrera “de muchos niños a acceder a los servicios educativos se relaciona con el incremento de la problemática en sí”.

En tanto, desde la CGT destacaron el mensaje “de unidad” que dan las tres centrales al participar de este tipo de eventos. “Somos capaces de construir aún en diversidad, la unidad de los trabajadores es fundamental para abordar esto que es tan crítico, que la agravó la ‘pandemia amarilla’, que incluye tener 6 de cada 10 niños en situación de pobreza”, remarcó Susana Santomingo, referente de la CGT en la materia.

En este sentido, afirmó que el panorama “es muy críticos”, y recordó que en los últimos años “pasamos etapas muy difíciles como la crisis del 2001, pero la pandemia hizo que pareciera que los últimos 25 años no hubiésemos hecho nada, por las cifras que comenzaron a llegar”.

En la práctica, destacaron las centrales obreras, se viene trabajando en unidad, pero ante la profundidad del problema el año pasado se comenzaron a convocar a los referentes sindicales para tratar de buscar nuevas herramientas para luchas contra el trabajo infantil.

“Como teníamos que hacer todo virtual, no poder ir al territorio, comenzamos un proceso de transferencia de conocimiento para generar un proceso de aprendizaje en todo el país”, dijo Santomingo. La referente cegetista admitió que “estamos ante un desafío muy duro, pero no podemos bajar los brazos, donde antes había demandas de ropa o calzado hoy hay demanda de alimentos, la situación se hace altamente difícil, porque muchos de los niños que nacieron en los últimos años están en una situación de vulnerabilidad importante”.

Propuestas concretas

En este tiempo, en áreas sensibles como la producción agropecuaria comenzaron a trabajar en propuestas concretas para combatir este flagelo, en el marco de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI), un instrumento que viene creciendo en su incidencia y que busca sentar a cada actor en una mesa de análisis y discusión.

En este contexto, esta semana se lanzó el Programa Federal para luchar contra este problema. En el acto de lanzamiento, que contó con una buena parte del gabinete involucrado en la tarea y con los referentes de las centrales sindicales, la Defensora Nacional del Niño, Marisa Graham, instó a que se lleve adelante “la fiscalización necesaria” en los lugares donde hay explotación infantil en Argentina. “Tenemos buenas leyes, pero lamentablemente no siempre se cumplen. Por eso es necesario redoblar esfuerzos para terminar con el trabajo infantil”, expresó.

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Existen en estos momentos varios proyectos que buscan en el marco de la CONAETI que buscan mejorar las condiciones que empujan a los niños al mercado laboral, en especial en la economía popular. Uno de los casos exitosos es el de la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (UOLRA), que en octubre del año pasado lanzó su sexta Campaña Nacional contra el Trabajo Infantil, bajo la consigna “Los únicos privilegiados son los niños”.

“Comenzamos a generar dentro de este espacio cómo abordamos el trabajo infantil, en nuestro sector, que tiene sus particularidades”, subrayó Norberto Caffasso, secretario Gremial de la UOLRA. Como contó en una nota con Gestión Sindical, en noviembre del año pasado “lanzamos un plan de acción para la economía popular, para distintos nodos, entre ellos el nodo ladrilleros”.

“Allí vamos a tratar de resolver las problemáticas que tienen los niños, niñas y adolescentes, como la desconexión total, los chicos no van a la escuela porque no pueden tomar las clases virtuales, y terminan haciendo trabajo infantil, ya sea cuidando a sus hermanitos o en el horno”, recalcó Caffasso. Para esto, la UOLRA creó un espacio de cuidado en cada nodo, donde se siga la trayectoria educativa y se reconecta al niño con la escuela.

Polémica en el campo

En estos días, a partir de una publicación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), se generó una fuerte polémica con el diputado provincial Luciano Bugallo, que respondió a la entidad con un mensaje que pareció un alegato a favor del trabajo infantil.

“Para los vagos que nunca laburaron, todo trabajo es explotación. En mi familia desde chicos todos mis hermanos trabajamos en el campo, esperábamos los fines de semana para ir al campo desde la madrugada junto a mi viejo, abuelo y el personal. Era lo mejor que nos podía pasar”, escribió en sus redes social, y le llovieron críticas.

El campo es uno de los lugares donde se registra mayor actividad de este flagelo, por lo que los gremios vienen trabajando en buscar formas de combatir la presencia de menores en los lugares de trabajo. Como representante de uno de los sectores en los que más se despliega y naturaliza el trabajo de niños y niñas, Ana Cubillas, secretaria general del Sindicato de Tareferos de Misiones, es quien advierte que “el trabajo infantil está pensado, no es ninguna casualidad que los chicos trabajen en el campo desde muy chiquitos, que no haya educación”. Y denuncia: “Estamos muy lejos de erradicar el trabajo infantil porque no hay una decisión política firme. La situación es muy compleja en cuestión de educación, alimentación, salud”.

“Nuestros hijos tienen que estudiar, tienen que tener una vida sana y saludable, para poder tener un país mejor, no necesitamos chicos que se vayan a trabajar a los cuatro o cinco años. La derecha y toda la oligarquía necesitan de eso para poder seguir subsistiendo en el tiempo. Nosotros tenemos que poder contrarrestar esto.”, finalizó Cubillas en la presentación del programa federal, una actividad de la que participaron las centrales obreras.

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