Crisis en la Línea 60: Scioli mandó a negociar una salida para evitar nuevos incidentes

El gobernador envió a uno de sus ministros a negociar una salida al conflicto, y así desactivar las consecuencias de la brutal represión de esta semana. Los inesperados elogios de Horacio Verbitsky. Pese a esto, hoy hubo otra vez una concentración en la panamericana.

Las imágenes de la Gendarmería reprimiendo a los trabajadores de la Línea 60, cuando ayer martes intentaban cortar la Panamericana, pusieron en alerta al equipo de campaña de Daniel Scioli, que no quieren que el gobernador termine salpicado por los efectos negativos de un operativo que dejó como saldo más de 20 heridos y varios detenidos. Si bien el secretario de Seguridad Sergio Berni de alguna manera asumió la responsabilidad de los hechos, nadie quiere quedar cerca de un episodio de violencia, sobre todo en un proceso que se jactó de no criminalizar la protesta. Por eso, el candidato del oficialismo decidió intervenir directamente en el conflicto de la popular línea de colectivos, y mandar a funcionarios suyos a buscar una salida. Pese a los esfuerzos, hasta hoy no se restableció el servicio, pero tanto delegados como funcionarios admiten que se abrió una posible solución.

Los trabajadores de la Línea 60 llevan más de 30 días en conflicto con la empresa Monsa, y por el momento no hay una salida concreta a esta situación. Las condiciones laborales, los salarios caídos y los despidos son parte del paquete de reivindicaciones que la Comisión Interna reclama, pero que hasta el momento no tiene solución. La negativa a cobrar boletos, la forma de protesta elegida por los delegados para hacerse oír, hace que la firma decida no sacar los colectivos a la calle, algo que hasta el momento no tuvo una solución.

Pero luego de la represión del martes pasado, el gobernador Scioli abrió una puerta para negociar una salida. Envió a uno de sus ministros a armar una mesa de diálogo, para intentar destrabar el conflicto. El encargado de encabezar las negociaciones fue el Ministro de Seguridad Alejandro Granados, que ya protagonizó mediaciones similares en conflictos gremiales, como el de la semana pasada en Cresta Roja. Fuentes del encuentro le confirmaron a Gestión Sindical que según sus palabras “la empresa quería llegar a un acuerdo, a una solución, pero no hubo mayores precisiones sobre la forma de ese entendimiento”.

La reunión, a puertas cerradas, se hizo en dos tramos, primeros con los representantes de la firma y luego con los trabajadores. Esto molestó a los delegados, que consideran “una falta de respeto” no Monsa no se siente en la misma mesa con ellos. Si bien se coincidió que el encuentro fue “un paso adelante”, la negociación se trabó, y pasó a un cuarto intermedio que hasta ahora nunca se retomó. En este sentido, los trabajadores le pidieron a Granados que “haga pública la propuesta de Scioli”, para presionar a la empresa. Además, se rechazó que haya una cuestión política detrás de la crisis, como aseguran los empresarios y el propio Roberto Fernández, titular de la UTA.

La decisión de Scioli de involucrarse en el tema en plena campaña fue saludada por sectores insólitos. El titular del CELS Horacio Verbitsky se mostró a favor de la vía de comunicación con los trabajadores de la Línea 60 abierta por Scioli. “Si el gobierno provincial busca una solución al conflicto, yo voy a elogiar a Scioli. El que pega palos a los trabajadores va a tener mi repudio, quien trata de solucionarlo va a tener mi apoyo”, dijo en una entrevista radial.

En el medio de esta negociación, una orden de la jueza Servini de Cubría ordenó restablecer el servicio, con la máquina de SUBE abierta, es decir, cobrando boletos. Ayer por la tarde, hubo una reunión entre veedores de del Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Transporte, la CNRT, los abogados de Monsa y los delegados de los trabajadores, para analizar la resolución de la jueza. Según explicó el vocero de prensa de los trabajadores Santiago Menconi, desde la CNRT “habilitaron el no cobro de boletos, ya que consideraron que no es necesario que el chofer ingrese su legajo para salir a la calle, basta con prender la máquina de SUBE”.