Trabajadoras nucleadas en el flamante Sindicato Argentino De Trabajo a Domicilio Textil y Afines se manifestaron ayer en Mar del Plata para hacer visible su lucha y las condiciones de explotación que sufren personas del sector.
Costureras y tejedoras de Mar del Plata se manifestaron ayer en las puertas de la firma Genoa en esa ciudad (Córdoba y San Martín), para hacer visible su lucha en contra de la trata y la explotación laboral que aún muchas personas sufren en el sector.
“Tenemos miles de costureras en Mar del Plata y Batán que trabajan en negro para empresas como esta en la que hoy protestamos. Yo les trabajé en mi casa, cinco años en negro, sin saber que había una ley de trabajo a domicilio que ampara a las costureras o talleristas, con derechos laborales”, detalló Mónica Basterrechea, secretaria general del Sindicato Argentino de Trabajo a Domicilio Textil y Afines.
“Merecemos una obra social, una ART, y todo lo que significa un amparo laboral para estar a la altura de quienes trabajan en una fábrica”, agregó, para ayudar a quienes aún desconocen sus derechos.
Afortunadamente, un grupo de mujeres se reunió y empezó a luchar por sus derechos: “Nosotras nos juntamos hace un tiempo y formamos un gremio, (Sindicato Argentino de Trabajo a Domicilio, Textil y Afines), que nuclea a todas las costureras domiciliarias que trabajan para terceros. Incluye a costureras, tejedores, cortadores, bordadores, estampadores, ya todos los que les hacen los trabajos a las grandes empresas para que después puedan poner su ropa en la vidriera”, describió.
Su lucha no sólo es por las condiciones, sino también por los precios: “Queremos decir basta a la trata laboral y al maltrato. En la actualidad, hay más de 4.000 personas y más de 100 fábricas que nos negrean. Hoy se trabaja por un 1% o por un 2% de la prenda. Por ejemplo, una prenda que en Genoa está $3 mil, a mí me la pagan $67 para confeccionarla”, contó Mónica.
Hacé tu comentario