Conflicto en Cresta Roja: pese a los anuncios, trabajadores dicen que sigue la incertidumbre
La justicia otorgo la gerencia a una compañía del sector, que tendrá 30 días para poner en funcionamiento la firma avícola. Pero los empleados afirman que este no es el fin, ni mucho menos. “Es todo provisorio”, aseguran. Denuncian que la nueva empresa tiene denuncias por trabajo infantil. Críticas al gobierno anterior y al actual.
Luego de la violenta represión del 23 de diciembre, cuando la Gendarmería Nacional desalojó a los trabajadores de la autopista Ricchieri, el conflicto de Cresta Roja fue cayendo en intensidad, hasta desaparecer de los medios. Las noticias sobre un arreglo en la justicia para que la empresa avícola siga funcionando pareció el final de una larga pelea de los 5 mil empleados por sus puestos laborales, una situación que se potenció por el cambio de gobierno. Pero la llegada de los nuevos gerenciadores no tiene hoy un correlato con las condiciones de trabajo. Desde la firma con base en Ezeiza y Esteban Echeverría afirman que la situación sigue siendo incierta, y piden definiciones concretas. Críticas a los gobiernos –anterior y actual –que no dieron una solución a un problema de dos años.
Esta semana la justicia que entiende en la quiebra de Cresta Roja confirmó que los directivos de la firma OvoProt se hicieron cargo de la empresa, como gerenciadores. En los primeros días, los ejecutivos se anoticiaron de los números de la firma, que supo tener negocios con Venezuela a través del kirchnerismo, y luego con las trabas al comercio exterior terminaron de poner en crisis. Así se llegó a cierre del año con 5 mil puestos de trabajo en peligro, lo que generó movilizaciones y pedidos de colaboración al gobierno de Mauricio Macri y el de María Eugenia Vidal. Las negociaciones no llegaron a buen puerto, y la represión de una de las últimas negociaciones complicó el diálogo. Por estas horas, los gremios esperan que se solucione la cuestión de los salarios caídos, pero lejos de solucionarse, el conflicto sigue abierto.
“La situación sigue siendo de mucha incertidumbre, los trabajadores estamos a la espera de respuestas”, le dijo un delegado de la firma a Gestión Sindical. Por el momento, el acuerdo incluye la realización desde un inicio de las granjas, y la puesta en funcionamiento de la línea de producción. “El acuerdo es provisorio lo que nadie dice es que el gerenciamiento es por 30 días”, agregó la misma fuente. En este sentido, los empleados temen por sus condiciones laborales, ya que la firma OvoProt tiene algunos antecedentes negativos en la materia. “No es la mejor empresa, tienen denuncias por contaminación y por trabajo infantil”, remarcó el mismo delegado. la firma –que está en asociación con otras empresas del ramo –deberá ahora pagar los salarios, aunque nadie sabe si se hará cargo de los salarios adeudados.
En medio de la crisis, el gobierno nacional y provincial analizó entregar una ayuda de 5 mil a 6 mil pesos por trabajador para paliar la angustia por la falta de recursos, algo que los gremios y los trabajadores afirman nunca llegó. “Todos se acercaron a hablar, pero nadie trajo algo concreto. El gobierno anterior fue cómplice de la maniobra de la empresa, y este no escuchó a los trabajadores”, criticó el delegado, que recordó que en una de las mediaciones se habló de hacer una cooperativa, pero esta no fue una salida aceptada ni por la empresa ni por los funcionarios.
El conflicto en Cresta Roja tiene casi dos años. Comenzó en 2014, cuando el grupo Rasic empezó a aducir supuestos problemas económicos para obtener ayuda financiera del anterior gobierno, y lo hacía con amenazas de cierre ante las “dificultades financieras ocasionadas por los reclamos de los trabajadores”. La respuesta de los operarios fue la de hacer paros y bloqueos en la planta. En los últimos dos meses se reavivó la disputa, con el hecho saliente de la represión en la autopista Riccheri.
Ahora, el desafío es poner lo antes posible a trabajar la planta, lo cual no es fácil, ya que muchos pollos de las granjas que surten a Cresta Roja fueron vendidos a otros puntos o no están sanos para su faena. Esto hace que esta semana la totalidad de los trabajadores no ingresa a la planta. Esto es rechazado por los gremios, que piden la inclusión de todos, y que se repartan las horas de trabajo. Esto por ahora no se definió. En la última asamblea, contó otro de los trabajadores, la mayoría coincidió que la semana que viene deben entrar todos los empleados, y comenzar a cumplir tareas. Por lo pronto, el Sindicato de Trabajadores de la Carne de la provincia de Buenos Aires, uno de los que tiene representación en Cresta Roja, dijo que “los empresarios del sector buscan excusas para evitar el compromiso de poner en funcionamiento a pleno de las plantas”. Apuestan al desguace, para evitar la competencia. En este acuerdo los trabajadores fueron olvidados, ya que el objetivo el este grupo son las granjas de recría. Los empresarios se dedican a la producción de huevos y su procesamiento. Los trabajadores son descartables en este nuevo proceso”, denunciaron mediante un comunicado de prensa.
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