Con un paro, gremios docentes porteños le meten presión al gobierno para lograr un acuerdo salarial
Con la paritaria bonaerense cono telón de fondo, el sector realizará una nueva medida de fuerza el próximo martes, para reclamar que continúen las negociaciones, truncadas desde hace 100 días. Rechazan la última oferta del 18 por ciento realizada por el Ministerio de educación. Dudas sobre el la suba real del acuerdo firmado en la provincia de Buenos Aires.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
El acuerdo salarial de los docentes en la provincia de Buenos Aires generó un “efecto dominó” en otros sectores de la administración pública. No sólo médicos y judiciales bonaerenses salieron a reclamar que se equiparen las ofertas recibidas con ese 27,4 por ciento otorgado hace una semana, sino que en otras jurisdicciones los propios maestros quieren discutir a partir de ese piso. Así se decidió en un encuentro de sindicatos porteños, que decidieron lanzar un paro de 24 horas para el próximo martes, en reclamo a que se reanude la parita, suspendida hace cerca de 100 días. En el último encuentro, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta ofreció un 18 por ciento de aumento, lejos de las pretensiones de los gremios, que en algunos casos reclaman una suba del 40 por ciento. Denuncian que el Ministerio de Educación porteño “abandonó la mesa salarial”.
El paro del próximo martes 11 de julio fue confirmado en una asamblea de gremios, que se realizó en Capital Federal. Allí, se decidió reanudar el plan de lucha para presionar al gobierno porteño para que reanude las negociaciones, estancadas desde el último encuentro, hace unos 100 días. Confirmaron que se sumarán a la protesta los UTE, UDA, AMET, SADOP, AEP y CAMPY. En tanto, mañana jueves Ademys realizará una asamblea para definir su participación, y si bien marcó algunas diferencias con el resto de los sindicatos –la conducción de este espacio no fue invitada al plenario –su titular Jorge Adaro adelantó que la intención es sumarse. “Nuestra orientación es ser parte de esta medida de fuerza, entendemos que sí hay que ir a un paro porque la oferta realizada por el gobierno hace más de 100 días está muy por debajo de las expectativas de los docentes”, explicó Adaro en diálogo con Gestión Sindical.
El aumento del 27,4 por ciento se transformó rápidamente en un piso salarial para todos los integrantes de la administración pública, tanto en la provincia de Buenos Aires como en otras zonas, como sucede en Capital Federal. Pero si el gobierno incluso realizara una oferta similar –las fuentes oficiales hablan de una mejora que llegaría al 21,5 por ciento más algunos pagos extraordinarios –algunos gremios no lo aceptarían. “Si la oferta es similar a la hecha en la provincia de Buenos Aires desde Ademys la vamos a rechazar, primero porque entendemos que el porcentaje que se está diciendo no es el real del aumento, sólo sube 2 puntos,”, adelantó Adaro. Este gremio, uno de los más combativos de la Ciudad, reclamó a principio de las negociaciones un aumento el 40 por ciento. “Entendemos que un 25 por ciento era la proyección conservadora para la inflación del 2017, y además necesitamos también un porcentaje para recuperar lo perdido por la inflación y la devaluación del año anterior. Vamos a mantener esa exigencia que hicimos en febrero”, graficó.
En el plenario de los gremios docentes se discutió sobre el alcance del aumento en territorio bonaerense, que se desdobló en tres partes: 21,5 por ciento de incremento para este año, sumado a esto un 2,5 por ciento para recuperar parte de lo perdido por la inflación en 2016, y un 3,4 que salen de la incorporación de futuros aumentos y lo que paga Nación por material didáctico. Más allá de las cifras, la dirigencia desconfía de la suma. “Las propias versiones del gobierno hablan de un 21 por ciento real, cuando se anualiza, y que alcanza como mucho el 24 cuando se agregan las sumas que se pagan por afuera del salario. Por lo que se ve de antemano es un porcentaje un poco ‘inflado’ el de Provincia”, aseguró un dirigente que participó de la reunión que decidió el paro, en contacto con Gestión Sindical. En el plenario los gremios acordaron que la primordial es “que el gobierno realice una nueva convocatoria urgente, y que haga una propuesta concreta. No queremos especular con las cifras que hay propuesta y después la analizamos”, agregó el dirigente.
Además del tema salarial, los gremios docentes reclaman al gobierno porteño mejoras en la infraestructura escolar, y denuncian problemas en muchos establecimientos. En junio, por ejemplo, Ademys reclamó por la falta de calefacción en varias escuelas “Es un problema estructural, esto sucede todos los años, sabemos que hubo situaciones puntuales donde se resolvió el problema de la calefacción, pero más que nada porque la comunidad educativa se movilizó. Hay temas de fondo que todavía persisten, no se puede esperar al invierno para solucionar cuestiones que se deben resolver de antemano, y expresa y demuestra el estado de las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires, con muchos déficit en cuanto a mantenimientos e infraestructura”, concluyó Adaro.
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