Cigarrillos: la ex Nobleza Piccardo planea despidos y le pidió ayuda al Gobierno
Es por el menor consumo de cigarrillos. La empresa, controlada por la British American Tobacco, apuntó al Gobierno por la mayor presión impositiva al sector.
Una de las dos mayores fabricantes de cigarrillos que operan en la Argentina se encuentra atravesando una fuerte crisis que la obligó a pedir la intervención del Gobierno para poder sostener sus operaciones en el país. Se trata de la ex Nobleza Piccardo, ahora rebautizada como British American Tobacco, denominación social de su holding controlante, que planea despidos de personal y reducción de sus actividades, afectada por una fuerte caída del consumo de cigarrillos.
En la actualidad, la firma da empleo a 853 personas en sus dependencias administrativas, industriales y de distribución en San Isidro, Pilar y otras localidades alrededor del país.
BAT recurrió al auxilio del Ministerio de Trabajo de la Nación para iniciar lo que se llama un procedimiento preventivo de crisis. Según un comunicado redactado por la compañía, el pedido se basa en la necesidad de adecuar la estructura operativa actual a la nueva realidad del mercado, “teniendo en cuenta la crisis que afecta al sector y la baja en los volúmenes de venta a nivel nacional”.
Según el documento, la responsabilidad de la crisis que sufre la ex Nobleza Piccardo recaería en políticas implementadas por el actual gobierno a pocos meses de asumir la presidencia Mauricio Macri. En especial, las resoluciones adoptadas por el Ministerio de Producción que conduce Francisco Cabrera para incrementar la recaudación fiscal a través del consumo de cigarrillos y que derivó en un aumento de la presión impositiva al sector. La medida no logró su objetivo de recaudar unos $ 1000 millones adicionales que deberían ser distribuidos entre las provincias productoras y generó que las fabricantes debieran subir el precio de sus marcas para hacer frente a una presión fiscal que se elevó del 70% al 80% sobre el precio de un atado.
“La suba ha provocado la baja de ventas de productos legales y el riesgo de incremento del comercio ilegal, lo que produjo una sensible afectación de la ecuación económica financiera del sector”, explicó la compañía en su documento.
Según el comunicado, “la fuerte caída del mercado legal sumado al riesgo de incremento del contrabando y la falsificación, provocados por factores ajenos a la compañía, obliga a realizar una readecuación de la operación industrial a fin de adaptar la organización a un escenario mucho más complejo y crítico”.
Massalin Particulares, la otra tabacalera que domina el mercado local, también viene llevando a cabo acciones de reducción de sus actividades. El año pasado, por ejemplo, cerró un centro de acopio en Tucumán y despidió a 200 trabajadores en las plantas de Merlo, San Luis, y Goya, Corrientes. También frenó la producción durante una semana de ambos establecimientos. Este año, todavía no ha llevado a cabo acciones similares, aunque en el mercado no se descartan nuevos anuncios si el consumo de cigarrillos continúa en picada, tal como ocurrió durante 2016, cuando se derrumbó 20%.
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