En respuesta a los despidos, los trabajadores de la empresa se encontraban acampando en la puerta de la planta, pero finalmente fueron desalojados.
La fábrica de alfajores La Nirva, que elabora los alfajores Grandote y de la marca La Recoleta, bajó sus persianas y los trabajadores que permanecían acampando en la puerta de la planta fueron desalojados, aunque retomaron el reclamo. Los delegados aseguraron que los propietarios emitieron cheques para pagarles a los empleados una deuda que ya se extiende a siete meses, y a la hora de cobrarlos descubrieron que no tenían fondos.
La planta permanece cerrada. Desde febrero que no produce, pero hace un año que arrastra problemas. Para este jueves está previsto un encuentro en el Ministerio de Trabajo bonaerense, donde los trabajadores buscarán llegar a algún acuerdo para retomar el funcionamiento de la planta, aunque el escenario no es bueno.
Este miércoles los empleados volvieron a la puerta de la fábrica, denunciando su temor de un posible vaciamiento de las máquinas necesarias para producir. “Nosotros decidimos quedarnos parados en la puerta de la empresa, los dueños quieren vaciarla, llevarse todo y no solo que no nos dejan volver a trabajar porque demanda hay, sino que tampoco nos pagan los sueldos”, sostuvo en diálogo con minutouno.com, Marcelo Cáceres, delegado gremial de la fábrica.
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