22 de Noviembre
de 2024
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Brutal represión en Mendoza contra trabajadores estatales que prestan un servicio esencial: cobran 10.300 pesos y piden un salario «digno»

29. 06. 2020

«La policía caza a los compañeros: los arrodillan, le sacan los documentos, le rompen el celular y los imputan, como en la dictadura”, explicó el secretario general de ATE Mendoza, Roberto Macho. Los empleados del municipio están haciendo retención de servicio en sus puestos de trabajo porque no pueden llevar un plato de comida a sus hogares.

«El sábado a la mañana fue una cacería y hoy (por ayer domingo) continúan. Lo que hace la policía es cazar a los compañeros: los arrodillan, le sacan los documentos, le rompen el celular y los imputan, como en la dictadura”, explicó en diálogo con Página/12 el secretario General de ATE Mendoza, Roberto Macho, con respecto a la represión que sufren los municipales en la capital de la provincia hace más de 20 días.

El reclamo es por salarios dignos ya que en Mendoza capital –cuyo intendente es Ulpiano Suárez, sobrino del gobernador, Rodolfo Suárez– los empleados del municipio cobran salarios de 10300 pesos. En medio de la crisis sanitaria desatada por el coronavirus, ellos son considerados trabajadores escenciales, pero están haciendo retención de servicio en sus puestos de trabajo porque no pueden llevar un plato de comida a sus hogares. «Tenemos miedo porque van a venir a reprimir de vuelta y creemos que va a ser caótico. Esto es noche por noche», explicó Macho.

El Secretario General de ATE remarcó que «luego de la represión y la cacería de estos últimos días, tenemos 38 compañeros imputados». A los detenidos lograron sacarlos mediante la intevención de los abogados del sindicato, pero algunos tienen prisión domiciliaria y otros están con orden de captura. Una de las detenidas fue la secretaria adjunta de la CTA, Adriana Iranzo.

«Le pedimos protección al Ministerio del Interior de la Nación para que no nos peguen más dentro de los predios federales. Ahora vinieron todos los sindicatos y se hizo un comunicado por derechos humanos, porque esto parece una dictadura», afirmó el Secretario General. Luego denunció que «se han violado nuestros derechos institucionales e individuales», y afirmó que «ya está la denuncia en derechos y garantías y en el Ministerio de Trabajo de Nación, pero estamos desesperados porque nadie hace nada».

Los reclamos de los municipales comenzaron hace 22 días en la capital mendocina, pero el problema, según Macho, abarca toda la provincia. «Hay una pérdida de control en toda la provincia porque no se pagó el aguinaldo, no ha habido paritarias, ni aumentos y así no se puede seguir», explicó.

A los pocos días de iniciadas las medidas de fuerza, 15 días atrás, la policía empezó a reprimir la protesta de manera brutal: «un sábado a las ocho y media de la noche estábamos con los compañeros en la municipalidad, con los portones abiertos, sin tomar el edificio y sin infringir ninguna norma, hasta que vino la policía por el portón de atrás. Nos sorprendió todo el pelotón de infantería que se puso a los costados y empezaron a tirarle gases a las compañeras y quemarlas entre las piernas», contó Macho. «Hoy hay compañeras a las que se les está haciendo injertos en la entrepierna por como las quemaron», agregó.

Como medida de fuerza, los trabajadores no están tomando los edificios municipales. Están asistiendo a su lugar de trabajo, pero en lugar de salir, por ejemplo, a recolectar la basura, se quedan en el edificio realizando asambleas y ollas populares. «Por medio de ATE y CTA, por la situación de pobreza que hay, se le está dando de comer a mucha gente. Son barrios en los que no tienen agua siquiera», detalló Macho.

Laura Ayala es empleada municipal de Mendoza y expresó que “pedimos al intendente mejoras salariales. Yo tengo un básico de 10300 pesos, pago alquiler y no me alcanza la plata para llevarle un plato de comida a mis hijos». Ayala agregó que «somos mujeres que luchamos y que tenemos familia a cargo. Le pedimos a las autoridades que por favor no nos peguen más, somos muchas familias que estamos pasando por situaciones terribles y lo último que necesitamos son golpizas”.

Juan Manuel Álvarez, por su parte, es preventor en la misma ciudad. “Estamos llevando adelante un reclamo justo ya que tenemos un básico de 10 mil pesos. Hay gente con mucha antigüedad trabajando más de 40 horas semanales con la espalda rota de levantar basura o compañeros con las piernas llenas de varices, o con hernias de tanto estar parados en todos los lugares de la ciudad cuidando a la sociedad mendocina», sostuvo. «Le pedimos al intendente que deponga su actitud y termine con la violencia. Es muy triste no poder llevar ni un kilo de pan a la casa. Pido que nos escuchen”, agregó.

La situación es crítica también desde el punto de vista sanitario. En Mendoza capital hay 16 casos activos de Covid-19, pero la provincia no destina los recursos necesarios para el personal de salud. Macho, que es trabajador del área, afirmó que «la compra de barbijos la hacen los sindicatos. A los trabajadores de salud no les garantizan la indumentaria mínima y los hacen trabajar los siete días de la semana. Hay trabajadores que están frente al covid por 20 mil pesos. Sin subsidios y sin nada».

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