Brey: «Cada vez que se habla de reforma laboral, el planteo es reducir derechos»
Brey cuestionó el proyecto de reforma laboral.
El líder de Aeronavegantes volvió a cuestionar la reforma laboral y dijo que, a la par de precarizar empleos, podría afectar la seguridad.
El secretario general de la Asociación Argentina de Aeronavegantes y secretario gremial de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), Juan Pablo Brey, volvió a cargar contra el proyecto de ley de reforma laboral flexibilizadora que, bajo el título de «Modernización laboral», el Gobierno volverá a impulsar en el Congreso en las primeras semanas de 2026.
Brey -quien también integra el consejo directivo de la CGT como secretario de Deportes- sostuvo que el verdadero objetivo de la reforma es empeorar y precarizar las condiciones laborales de los trabajadores bajo el argumento de «modernizar» y reducir costos para, supuestamente, impulsar el empleo.
«Cada vez que en la Argentina se habla de reforma laboral, el planteo es casi siempre el mismo: reducir derechos para ‘ordenar’ la economía», dijo el dirigente gremial, enfatizando los riesgos que contiene la iniciativa para el mundo del trabajo y en especial del sector aerocomercial y del transporte en general.
La reforma laboral y Aerolíneas Argentinas
El dirigente explicó que el verdadero objetivo de estas modificaciones es avanzar sobre derechos históricos conquistados por los trabajadores. En ese contexto ubicó el caso de Aerolíneas Argentinas en el centro la escena como ejemplo de una discusión más amplia: qué rol debe cumplir el Estado en sectores estratégicos y qué modelo laboral se pretende para el país en áreas sensibles.
El referente sindical remarcó que la aerolínea de bandera no puede analizarse únicamente con criterios de rentabilidad comercial. La empresa cumple una función clave en la integración territorial, garantizando conectividad aérea a provincias y regiones donde el mercado privado no opera por falta de ganancias.
“Debilitar derechos laborales en este sector no mejora el servicio ni baja costos de manera real”. Por el contrario, sostuvo que ese camino “genera precarización, afecta la seguridad y pone en riesgo una función estratégica del Estado”, y enfatizó que “menos derechos no significan más eficiencia; significan peores condiciones de trabajo y un país más desigual”.
“La conectividad es desarrollo, soberanía y federalismo”, planteó como bandera desde el sector, al advertir que debilitar a la línea aérea de bandera impacta directamente en economías regionales, turismo, empleo y presencia del Estado en el territorio.
Brey también lamentó que La Libertad Avanza intente responsabilizar a los trabajadores y a los convenios colectivos por las presuntas dificultades económicas de la empresa. Señalan que la precarización laboral no reduce costos estructurales y, por el contrario, pone en riesgo la seguridad operacional y la calidad del servicio.
La visión de los sindicatos aeronáuticos
La de Brey una posición que comparten otros sindicatos aeronáuticos, como APA (Asociación del Personal Aeronáutico), APLA (Asociación Pilotos de Líneas Aéreas), UPSA (Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales), APTA (Asociación del Personal Técnico Aeronáutico) y ATEPSA (Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación).
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Subrayan en este punto que el sistema exige altos niveles de capacitación, estabilidad laboral y condiciones de trabajo adecuadas, y que cualquier retroceso en estos aspectos puede tener consecuencias graves.
En contraposición al discurso libertario, que cree que la normativa vigente no permite generación de empleo y son una traba para el empresariado que quiere invertir, los gremios destacan que los convenios colectivos permiten adaptaciones y mejoras a través del diálogo social. “No son un freno al desarrollo, sino una herramienta para ordenar las relaciones laborales y garantizar derechos”, destacó el dirigente cegetista.
El movimiento sindical insiste en que atacar la negociación colectiva implica debilitar la organización de los trabajadores y avanzar hacia un esquema de mayor desigualdad y precarización. “El problema no es el trabajo, sino un modelo económico que ajusta siempre sobre los mismos”, planteó Brey, al tiempo que reclamó políticas productivas, inversión y un sistema tributario más equitativo.
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