En Salto, un municipio habitado por 27 mil personas, la firma alimenticia es parte fundamental de la economía local. Bagley argumentó su decisión por la crisis.
La planta de Bagley ubicada en la localidad bonaerense de Salto dispuso las vacaciones forzadas para sus 1.300 trabajadores en medio de una pronunciada caída de las ventas y el aumento del precio de la harina, a los que se le suma la fuerte devaluación que se desató luego de las elecciones primarias.
Esas son las causas que adujeron las autoridades de la empresa. En el Sindicato de la Alimentación temen por la continuidad de los más de mil trabajadores que emplea la planta situada en el distrito en el que viven unas 27 mil personas.
La secretaria general del Sindicato de la Alimentación, Silvina Scacheri, expresó ante portales de Salto que la empresa argumentó la decisión en que «cayó el consumo, aumentó la harina y subió el dólar».
«Miles de compañeros la están pasando de lo peor, yo no me conformo con que mi mal es el mal menor», agregó Scacheri, y concluyó que «somos trabajadores y eso es lo que sabemos hacer». Resta saber qué sucederá con las fuentes laborales una vez que terminen las vacaciones forzadas.
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