La dirección nacional del gremio estatal resolvió para el 6 de marzo, en reclamo de paritarias sin techo. Un día después, participará de la iniciativa de la central obrera, que así suma cada vez más adeptos. Además, adelantaron que su pedido de suba salarial para este año promediará el 38 por ciento.
La conducción nacional de ATE se reunió ayer martes y resolvió, según mandato se todas las asambleas del país realizar un paro de actividades el 6 y 7 de marzo, en el marco de la creciente conflictividad que se espera para el tercer mes del 2017. Según informó el gremio, el 6 se realizará una movilización propia, mientras que al otro día se sumarán “solidariamente” a la marcha prevista por los gremios de la CGT. La medida está enmarcada “contra el techo salarial que propone el gobierno para discutir las paritarias, contra los intentos de intervenir a la baja los Convenios Colectivos de Trabajo, por la reincorporación de todos los trabajadores injustamente despedidos, contra la precarización laboral y por el derecho de los trabajadores municipales a los convenios y salarios por encima del mínimo, vital y móvil”.
El plan de lucha resuelto continúa con una Jornada Nacional de Lucha con paros y movilización para el 8 de marzo, en el marco del paro que llevan adelante las trabajadoras del Estado por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Todas estas actividades, adelantaron desde el gremio que dirige Hugo “cachorro” Godoy, busca “la construcción de un paro nacional junto con otras centrales sindicales con fecha a definir”.
Durante la jornada, la dirigencia de ATE confirmó que el aumento que pedirán para este año no será menos al 38 por ciento. “La suma data sobre un 25 por ciento de inflación estimada para este año, sumado al 13 por ciento de pérdida salarial que dejó la paritaria 2016”, dijo Godoy. Esta exigencia va más allá del intento del Gobierno de proponer un aumento salarial entre el 17 y 18 por ciento según la proyección inflacionaria proyectada en el Presupuesto 2017, que tuvo su correlato en la provincia de Buenos Aires con la complicidad de gremios afines.
La pérdida salarial que sufrieron los estatales durante el 2016 está enmarcada en los aumentos pactados en cuotas. “Si bien el porcentaje se fijó en un 31 por ciento, anualizado fue del 27 por ciento hasta diciembre, lo que implica más de 13 puntos de pérdida salarial en relación a la inflación que se ubicó alrededor del 40 por ciento. Mayor diferencia habrá este año ante la propuesta del Ejecutivo tomando como base lo acordado en la provincia de Buenos Aires”, consignó ATE.
Por ello, desde el gremio de los estatales se vienen realizando distintos plenarios con trabajadores de todo el país para analizar los pasos a seguir. Y entre mañana y el miércoles se llevará a cabo un encuentro entre todo el secretariado nacional para ponerle fecha a una pronta medida de fuerza.
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