ARCA: los sindicatos analizan protestas por los recortes en los sueldos que anunció el gobierno nacional
El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó la reducción de salarios a empleados jerárquicos de la ex AFIP. Los gremios, en pie de guerra.
Luego de distintos amagues, finalmente el Gobierno aplicó el plan motosierra contra la ex AFIP -hoy ARCA (Agencia de Recaudación y Control Aduanero)- al anunciar una importante reducción de sueldos en cargos jerárquicos. Una medida que puede desencadenar protestas sindicales como ya sucedió en el pasado.
El encargado de hablar de los cambios fue el vocero presidencial, Manuel Adorni, quién sostuvo que, “el presidente de la Nación acaba de firmar el decreto que determina que desde hoy se reduce el sueldo del Director Ejecutivo y los directores generales del ARCA en un 80%”.
A través de su cuenta en la red social X, Adorni puntualizó, además, que “se dispuso una reducción del presupuesto del ARCA destinado a la cuenta de jerarquización del 0,65% al 0,60%, generando un ahorro de 121.000 millones de pesos correspondientes a sueldos de funcionarios durante este 2025”.
Señaló también que, “por último, el Poder Ejecutivo instó a las autoridades del ARCA a que avancen con una reducción de la estructura inferior, estimando que ésta debe situarse en torno al 45%”.
El rechazo sindical al recorte en ARCA
Hasta el momento, los gremios con representación no hicieron movimientos pero, de acuerdo a lo que pudo saber Gestión Sindical, no tardarán mucho tiempo en hacerlo. Fuentes gremiales aseguran que la disposición del oficialismo solo generará inconvenientes de funcionamiento ya que los directores no van a prestar las mismas tareas por un sueldo muchísimo menor y no hay cuadros técnicos preparados para reemplazarlos.
«Acá no gastamos plata, acá recaudamos. El Gobierno está jugando con fuego yendo a fondo, esto va a terminar afectando la recaudación «, expresó ante este medio un importante dirigente.
El año pasado, en octubre, la administración de Javier Milei puso el tema en agenda y prometió avances contundentes. Pero solo quedó en eso, en anuncios, ante un sindicalismo que comenzó con medidas de fuerza y evitó despidos.
Entre las disposiciones, aparecieron los paros con presencia en los lugares de trabajo, apagones informáticos y asambleas. Las acciones de fuerza afectaron varios aspectos del organismo, no solo los trámites presenciales y virtuales de los contribuyentes, sino también ocasionaron demoras en todos los sistemas.
La reacción del Gobierno fue dictar la conciliación obligatoria y esperar. Porque en un principio subestimó la situación al confiar que los sindicatos no iban a encarar acciones y, sobre todo, porque confiaba en que los nuevos directores iban a controlar la situación.
Depositó fichas exclusivamente en Andrés Vázquez, al frente de la Dirección General de Aduanas (DGA), y José Velis, como cabeza de la Dirección General Impositiva (DGI). En las filas libertarias hablaron de que ambos funcionarios tenían un conocimiento interno del organismo desde hace años y una relación con buena parte de su personal, clave para amortiguar las reacciones. Se verá que muñeca tienen en estas circunstancias.
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