Ante el plan de Triaca de reducir gremios vuelve la discusión sobre el “unicato”
La idea de eliminar unos 500 sindicatos lanzada por el Ministerio de Trabajo divide aguas entre la dirigencia En la CGT no ven con malos ojos esta situación, ya que históricamente rechazaron la apertura de organizaciones con inscripción simple. En cambio, desde la CTA aseguran que el “unicato” “atenta contra la libertad y democracia sindical”, y piden reconocimiento para todos. recuerdan que la OIT instó al país cambiar su normativa en la materia.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
“No puede ser que haya más de 3 mil sindicatos en la Argentina y sólo 600 firmen paritarias anualmente”, disparó el presidente Mauricio Macri en el Centro Cultural Kirchner, cuando reunió a gobernadores, empresarios y dirigentes gremiales para exponer los lineamientos de varias reformas y plenas de gobierno, una especie de relanzamiento de su gestión. Ante la atenta mirada de integrantes de la CGT, el mandatario cargó contra una realidad que hace años se viene alimentando, y que hoy en medio de la discusión por la reforma laboral vuelve al tapete. Se trata del famoso “unicato”, el modelo sindical que hace que sólo una organización por rama de actividad tenga reconocimiento formal, y por lo tanto sea la encargada de negociar por los trabajadores del sector. Esto es defendido por la CGT, que desde hace años resiste la reforma de la ley, pese a las recomendaciones internacionales. De la otra vereda, las dos CTA insisten con el reconocimiento de todos los sindicatos, tengan o no personería gremial, para fomentar la libertad y democracia en las entidades. Según la cartera laboral, durante la era de Carlos Tomada se crearon unos 650 gremios, aunque algunos indican que este número llegaría a los mil.
Luego de los dichos del presidente Macri, desde el Ministerio de Trabajo comenzaron a circular un plan para reducir la cantidad de gremios existentes en el país. De esta forma, la cartera que comanda Jorge Triaca anunció que podría eliminar unas 500 organizaciones, que poseen inscripción simple. “Esto es correlativo a lo que planteó el Gobierno Nacional. Nosotros iremos evaluando cuáles son los gremios que están en regla y cuáles no, ya de por si al momento de hablar de legalidad hay 500 gremios que podrían desaparecer”, admitió Triaca en un comunicado oficial del Ministerio de Trabajo, que adelantó el plan oficial. Según la ley de Asociaciones Sindicales, los únicos gremios habilitados a negociar y formar paritarias son los que poseen la personería, que según el modelo inaugurado en el primer peronista son “uno por rama”. El corazón del llamado “unicato” es el artículo 31 de la ley 23.551, que establece que estas entidades son las únicas reconocidas por el Estado. el resto, poseen la denominada inscripción simple, puede recibir aportes de los trabajadores pero no tiene legalmente posibilidad de negociar con la patronal.
“Existe predisposición de la CGT para reducir los gremios”, le confirmó a Gestión Sindical una fuente cercana a la cartera laboral. Si bien la central obrera no habló públicamente del proyecto de Triaca, históricamente rechazó la apertura de sindicatos en ramas donde existen otras organizaciones, bajo el pretexto de la fragmentación como debilidad a la hora de negociar. en este sentido, todavía se recuerdan las duras palabras de Antonio Caló, que en 2013 se quejó de la legalización de varios gremios. “No puede ser que cualquier chichipío, juntando tres o cuatro compañeros tenga un sindicato”, dijo en esos días, cuando Carlos Tomada era ministro. Bajo su gestión, aseguran los números oficiales, se dio luz verde a unos 650 gremios. Pero las actuales autoridades dejan saber que el número es mayor. “Creemos que fueron cerca de mil”, dijo la misma fuente consultada. En su última semana como ministro, Tomada no sólo reconoció gremio, sino que entregó personería a varios de ellos, luego de años de lucha. Se beneficiaron la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP) (beneficio que luego la justicia retiró), el Sindicato de Trabajadores del Sistema Bursátil (SITRABUR) y la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA), por citar a los últimos.
En tanto, para la CTA Autónoma el plan de Triaca atenta contra la libertad y democracia sindical. “Nosotros presentamos hace muchos años ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pedidos para que se reconozcan todos los sindicatos que existen, porque en la Argentina la vieja ley sindical es tomada como rectora y creemos que hay convenios de la OIT que tiene rango constitucional y están por encima de la ley”, explicó pablo Spataro, secretario Adjunto de la CTA de Capital Federal. Consultado por Gestión Sindical, el dirigente consideró que el país “debería adecuar a la normativa vigente”. Incluso, agregó, “la OIT hizo reiteradas recomendaciones durante el kirchnerismo y las sigue haciendo para que la Argentina modifique su marco regulatorio y reconocer a todos los sindicatos existentes, que es un derecho fundamental de los trabajadores el poder elegir en qué gremios queremos estar y construir”. Este doble estándar lo sufre la CTA, en sus tres versiones, que luego de más de 25 años no recibió el reconocimiento firmal.
En este contexto, Spataro considera que el plan de Triaca terminará fortaleciendo el “unicato”. “De lograr que sean menos sindicatos, lo que hace es fortalecer el modelo de ‘unicato’ en la Argentino, que viene siendo parte de la estructura de gobernabilidad de la Argentina por lo menos de 1930 en adelante”. “Seguimos insistiendo con que la libertad y democracia sindical es clave, que cada trabajador pueda elegir el sindicato que lo representa, y fomentar la organización sindical en los lugares de trabajo, donde se genera la riqueza, si no hay delegados se van a generar injusticias, hay más trabajo en negro, más abuso de los patrones, peores condiciones de trabajo”, analizo el dirigente. Por eso, la CTA Autónoma y la que lidera Hugo Yasky proponen lo que se denomina “un modelo extendido”, es decir, que se reconozcan los gremios, ya se atengan personería o inscripción simple. “Esto va a generar mejores sindicatos, más democráticos, intentado volver a una argentina de pleno empleo, o por lo menos reducir los índices de desocupación, con salarios a la altura de las necesidades de los trabajadores”, sostuvo.
El plan de eliminación de gremios se da en medio de la discusión por una serie de reformas lanzadas por el gobierno, que muchos consideran es un ataque directo a los trabajadores. Para eso, Triaca y parte del gobierno negocia con la CGT, que mantiene el canal de diálogo abierto, aunque advierte que no permitirá algunos de los cambios propuestos. El cierre de gremios sin personería, en su mayoría por fuera de la central, puede ser un gesto conciliador para mejorar la relación con la dirigencia sindical. Desde la CTA, en cambio, lo ven como una señal que intentan hacer pasar las reformas con la complicidad sindical. “Si insisten con estas reformas seguramente habrá un modelo sindical que avale los cambios, pero también se encontrará otro modelo que lo confronte, no se va a poder resolver arreglando con dos o tres vivos, no vamos a permitir volver a los 90, tenemos memoria histórica”, concluyó Spataro.
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