El acuerdo paritario de Tierra del Fuego trajo una fuerte interna en la UOM nacional
La conducción de Antonio Caló quedó en el ojo de la tormenta luego de avalar un convenio en la provincia patagónica, que congela los salarios a cambios de evitar despidos. En el entorno del dirigente dicen que no se replicará en otras partes del país, pero hay dudas. Además, lo acusan de sostener al triunvirato: es hora de barajar y dar de nuevo”.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
“Nos hicieron el dunga-dunga”. La frase pertenece por mucho tiempo en los anales del sindicalismo nacional. El autor, el secretario general de la UOM de Río Grande Oscar Martínez, graficó el acuerdo que congela salarios en ese gremio hasta 2020, a cambio que la firman fueguinas no despidan personal. El modelo de paritaria asumido por la conducción provincial tuvo el aval de los popes nacional del sindicato metalúrgico, y abrió una fuerte interna en el gremio que alguna vez condujo José Ignacio Rucci. Es que muchos dirigentes están enojados con este convenio, ya que lo consideran “peligroso” para el futuro. El malestar se da en medio de una fuerte disputa interna, que comenzó el año pasado cuando el gremio fue a elecciones, abriendo una grieta entre la dirigencia. “El gremio está partido”, admiten fuentes del sector, que dicen que pese a esto no esperan que el acuerdo fueguino se replique en otras zonas del país. La mirada sobre el triunvirato de la CGT también divide aguas.
El convenio firmado por Martínez –quien es diputado nacional –generó un cimbronazo en la UOM, el sindicato metalúrgico que lidera Caló, ex titular de la CGT Alsina. Si bien el dirigente justificó la medida y acusó de “una extorsión” al gobierno nacional, admitió que la firma genera “un recorte de nuestro salario y una pérdida del poder adquisitivo”. Apenas se conoció la firma del acuerdo, Martínez –conocido entre la dirigencia como “el zuro” –y Caló recibieron duros cuestionamientos internos y externos. “No se puede firmar algo así, es un peligroso antecedentes, la dirigencia de la UOM no va a aceptar este tipo de convenios, por más que tengan el aval de Caló”, sostuvo un dirigente del conurbano bonaerense, ante la consulta de Gestión Sindical. La bronca en las zonas donde se produjeron más despidos apuntaron a Caló y su secretariado nacional, a quien acusan de avalar estos convenios como parte de la estrategia para firmar la reforma laboral. “Es un convenio que flexibiliza las condiciones laborales, si firman esto van a aceptar las condiciones que impone el gobierno nacional” agregó el mismo dirigente.
El malestar por este acuerdo se hizo visible en varias seccionales, que no ven con buenos ojos la situación La UOM viene de un proceso de renovación, en especial en la provincia de Buenos Aires y en el gran Rosario, donde varios dirigentes jóvenes vienen pidiendo pista. La vieja disputa entre Caló y Francisco Gutiérrez dejó varios heridos, y el actual secretario de Interior de la CGT perdió poder dentro del gremio metalúrgico. Detrás del secretario general están dirigentes de peso, aunque perdió el respaldo de otros como Antonio Cattáneo. Además, la muerte del histórico Juan Belén (recordado como “la zurda loca”, por sus dichos respecto al nacimiento de la CTA) fue otra baja para el armado y el poder interno del dirigente.
“Que ningún empresario de la actividad se entusiasme con este acuerdo, porque cuando llegue el momento de discutir paritarias en todo el país vamos a reclamar lo que nos corresponde”, advirtió Caló a los pocos días de la firma del convenio fueguino. El convenio alcanzado provocó grandes críticas por parte de muchos gremios de otras industrias. “Es muy grave el problema de Tierra del Fuego, porque al sacar el gobierno los impuestos a la importación de productos extranjeros en poco tiempo, nos quedamos sin puestos de trabajo”, se defendió. Pero en el gremio creen que hay un antes y un después de esta situación. “Esto separa aguas, hay un quiebre en el gremio, esperemos que nadie intente llevar este caso a otra parte del país, porque habrá reacción”, agregó la misma fuente.
Otra cosa que separa a los dirigentes metalúrgicos es el apoyo al triunvirato. Muchos creen que Caló decidió apoyar la conducción compartida “porque no tenía a quien impulsar”, pero que en el fondo “el triunvirato no sirve”. “Hay que empezar de nuevo, mientras los trabajadores estamos demostrando que la reforma laboral no la vamos a dejar pasar, los dirigentes negocian. Es necesario que den un paso al costado”, dijo el mismo dirigente. En varias zonas del país, esta semana se podrá ver a dirigentes de la UOM en las movidas organizadas contra la reforma laboral, que incluyen una marcha el próximo miércoles 29. En estas actividades, los sectores más radicales, que representan en la CGT Pablo Moyano y la Corriente Federal, están preparando la actividad. Este fin de semana, un dato marcó la importancia de este movimiento: intendentes que forman la nueva conducción del PJ le ofrecieron al hijo del camionero un lujar en la estructura partidaria de la provincia de Buenos Aires. Finalmente no se dio. Es que según confirmó Gestión Sindical, Pablo Moyano no es afiliado activo del justicialismo, por lo que se frustró la movida, motorizada por los sectores más críticos del movimiento obrero, incluyendo los “rebeldes” de la UOM.
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