Luego de extensas negociaciones, los despedidos volverán a sus puestos de trabajo y la compañía reabrirá las puertas de las plantas que había paralizado.
Los trabajadores despedidos consiguieron que Cresta Roja volviera a abrir las puertas de sus plantas paralizadas y se comprometa a reincorporarlos. Luego de dos días de medidas de fuerza y una extensa audiencia en el Ministerio de Trabajo, volverán a sus puestos de trabajo.
Operarios de la firma se reunieron el día anterior con los representantes de Ovoprot Argentina por casi nueve horas en el Ministerio de Trabajo para intentar destrabar el conflicto generado a causa del anuncio de 52 despidos. El encuentro se extendió hasta los primeros minutos de este miércoles en la sede de la cartera laboral ubicada en Alem, mientras los operarios se manifestaban en la planta de la localidad bonaerense de El Jagüel a la espera de resultados.
Fuentes del Ministerio indicaron a que «en el acta quedó constancia de que la empresa se comprometió a reabrir las plantas con los empleados despedidos reincorporados, mientras los integrantes del gremio garantizaron que no realizarán disturbios». Se confirmó además la conciliación obligatoria luego de que los trabajadores denunciaran que no había sido respetada, al mantener las fábricas cerradas desde el lunes a la madrugada.
La cartera que conduce Jorge Triaca aseguró que va a mantener un «monitoreo durante las próximas semanas» para comprobar que ambas partes cumplan con lo acordado.
Uno de los operarios de Cresta Roja, Gonzalo Blanco, aseguró que este miércoles «la empresa empezó a funcionar normalmente». «Abrió sus puertas y está trabajando con los despedidos adentro. Esperemos que siga así, valió la pena esperar», subrayó.
El martes, a pesar de la lluvia, los trabajadores de la empresa cortaron el tránsito de manera parcial por más de doce horas en la autopista Ezeiza-Cañuelas para reclamar una solución. Proteinsa, la administradora de Cresta Roja, había decidido no abrir las puertas de las plantas de producción y los portones permanecieron cerrados con cadenas y candados.
La firma tiene unos 2.250 empleados, en las localidades bonaerenses de Monte Grande y El Jagüel. Los trabajadores habían reclamado la intervención de la cartera laboral después de que Proteinsa comunicara a los operarios que habían sido desafectados de sus funciones.
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