Especial Día de los Trabajadores: radiografía de los preocupantes números del mercado laboral argentino
En la víspera de un nuevo 1º de mayo, diversos informes analizan la actualidad del trabajo en nuestro país. Desocupación, empleo precario y menos formalidad, características de esta época. Un dato que simboliza esta nueva era: los asalariados pierden participación en el PBI.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
Con su gira por estados Unidos y la entrevista con el presidente Donald Trump, el presidente Mauricio Macri «festejó» sus 500 días en el poder. El éxito de la visita al país del norte alentó a funcionarios y dirigentes del oficialismo a dar un panorama de esta etapa del gobierno, por lo menos puertas afuera. Es que en el escenario interno, la realidad económica y social deja pocos motivos para festejar. A menos de un mes de sufrir su primer paro nacional, la gestión mantiene una tirante relación con gremios y movimiento sociales, hoy principal foco de oposición, más allá de la política. Si las sonrisas en la Casa Blanca marcan el ánimo del gobierno, los datos del mercado laboral argentino son la contracara de una realidad preocupante. Los principales datos sobre el trabajo en el país marcan varios puntos de alerta, desde un desempleo que no cede hasta el aumento de la precariedad, que ya supera el tercio con el que se cree asumió Macri. En este contexto, se celebrará el próximo lunes un nuevo Día de los Trabajadores, con una dirigencia gremial fragmentada –habrá al menos cuatro actos –que se espera critique la actual situación. Gestión Sindical repasa los principales indicadores que marcan la realidad del mercado laboral nacional.
El primer indicador que alerta es la desocupación. La pérdida de puestos de trabajo es una realidad muy preocupante en sectores como el industrial, y donde las importaciones impactaron negativamente, como calzado y textil. Los últimos datos oficiales del INDEC hablan de una baja en la tasa en el último trimestre del 2016, pero dos estudios pusieron en duda esto. Primero, el Centro de Investigaciones y Formación de la CTA de los Trabajadores (CIFRA), que en su último informe de coyuntura admitió esa baja, pero la relativiza. “La recesión económica generó un incremento en el nivel de desempleo. A punto tal que, según los datos discontinuados del INDEC, el promedio del año indica un aumento del 6,5 al 8,5 por ciento de la población económicamente activa (PEA) entre 2015 y 2016”, remarcó el trabajo, al que tuvo acceso Gestión Sindical. Estos datos se corroboran con los que difundió la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, que contabilizó un incremento en la tasa de desocupación del 7,8 al 9,2 por ciento en el mismo período. “Es decir, más personas salieron a buscar trabajo sin encontrarlo en un escenario de caída en los ingresos reales familiares e incertidumbre laboral”, analizó CIFRA.
En segundo lugar, el Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma alertó que la baja del desempleo que festeja el gobierno está vinculada a una caída de la actividad más que a la creación de empleos. “Si bien el desempleo viene bajando, también lo hace la tasa de actividad, que pasó del 46 por ciento del segundo y tercer trimestre del 2016 a 45,4 por ciento en el último trimestre del año pasado. “Baja la tasa de desempleo porque también baja el nivel de actividad económica. Si se hubiera mantenido la actividad económica a los valores del tercer trimestre, el desempleo no habría bajado”, concluye el trabajo de la CTA Autónoma.
La destrucción de puestos de trabajo se contrapone con declaraciones del propio presidente, que habló la creación de empleo en 2017 como dato positivo. Un dato interesante en este punto es qué tipo de trabajo se está creando. Allí, el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP), que coordina el diputado nacional Claudio Lozano, habla sobre “el estancamiento de la ocupación y el cambio en la composición de la misma”. Con datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) del Ministerio de Trabajo, esta entidad observó “una caída del empleo registrado, un aumento de los asalariados no registrados y un incremento de los cuentapropistas que perciben ingresos inferiores al salario mínimo”. En el caso de la información que brinda el SIPA, (solo registrados), hay una caída en los asalariados del sector privado (- 46.156 ) y del sector público nacional (- 1436), en tanto se incrementan los trabajadores autónomos (9.499), suben los monotributistas (38.280), aumentan los monotributistas sociales (27.759) y los empleados públicos provinciales y municipales (28.869). “Sin temor a equivocarnos podemos concluir que luego del primer año de Macri el empleo de calidad brilla por su ausencia”, afirma el diputado nacional Claudio Lozano, coordinador del IPYPP.
Este punto puede contrastarse en varios sectores, y es tal vez la peor cara del mercado laboral en la era macrista. En el lanzamiento del Frente Barrial de la CTA de los Trabajadores, la dirigencia alertó sobre el aumento de la precariedad laboral, que tiene ribetes dramáticos en sectores como la construcción, donde las cifras hablan de casi 10 puntos menos de trabajo registrado. En este sentido, Juan Vita, presidente de la Federación de Movimientos Sociales de esa CTA, le confirmó a Gestión Sindical que según sus datos “la precarización laboral alcanza el 40 por ciento del mercado laboral”. “Hoy los trabajadores no sindicalizados necesitan una respuesta más gremial a sus necesidades, porque son los que están sufriendo las consecuencias de este modelo. Por eso el lanzamiento de este espacio”, agregó.
En cuanto a la caída de la construcción, CIFRA aseguró que “el ISAC (Indicador Sintético de Actividad de Construcción) elaborado por el INDEC continúa mostrando una tendencia contractiva al reducirse 9,4 por ciento en noviembre de 2016, respecto de los ya deprimidos niveles alcanzados en el segundo semestre de 2015”. Asimismo, el índice Construya “sigue evidenciando sensibles contracciones, aún en diciembre de 2016, cuando registró una disminución del 12,6 por ciento respecto a idéntico mes de 2015”, remarcó la entidad. Por su parte, el Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma ratificó con datos propios el desplome de la construcción. Según un trabajo de la entidad, el área encabeza la caída de empleo durante 2016, con una retracción del 9,8 por ciento. Esto impacta directamente en el empleo. “La construcción no se pone de pié, cada día hay un cierre y despidos”, denunciaron desde el gremio SITRAIC. Consultada por Gestión Sindical, la dirigencia alertó sobre el “alto costo social” que esta realidad genera, y le reclamaron al gremio UOCRA –que acaba de firmar las paritarias del sector en un 21 por ciento en dos tramos y cláusula gatillo –“un plan nacional de lucha” para recuperar la actividad.
Por último, como símbolo de la era macrista, un dato que marca la transformación de fondo: la participación de los trabajadores registrados en el PBI. Según CIFRA, esta tasa cayó un 3,1 por ciento, lo que implica “una transferencia de ingresos de 16 mil millones de dólares del capital al trabajo, que provocó una caída en la participación de los asalariados del 37,4 al 34,3 por ciento”. Entre los grandes ganadores, señalan a los sectores concentrados de la economía, en particular a aquellos vinculados con el sector agropecuario, grandes beneficiados por las decisiones de gestión de Cambiemos. “De esta manera, se retrotrae la situación distributiva a niveles que se ubican por debajo del 2011, cuando tal gravitación alcanzaba el 34,9 por ciento del PIB”, concluye el trabajo.
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