El paro bancario tensa la relación de la Corriente Federal y la conducción de la CGT
El espacio que lidera Sergio Palazzo le pidió a la central obrera que respalde el plan de lucha que lleva adelante La Bancaria, que paró en entidades privadas pese a la conciliación obligatoria. No es la primera vez que se reclama “más dinamismo” a la central, que mantiene su postura de evitar protestas frontales contra el gobierno.
Diego Lanese / Especial para gestión Sindical
Desde ayer miércoles y hasta hoy, los trabajadores de banco de bandera extranjera realizaron un paro de actividades, para pedir que la cámara que los agrupa firme el acuerdo de fin de año, que generó además de un plus de fin de año un reajuste en la paritaria del año. Pese a que el Ministerio de Trabajo nacional dictó la conciliación obligatoria ayer martes, La Bancaria siguió adelante con la medida de fuerza, y criticó la decisión de la cartera laboral. La protesta contó con el apoyo de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), el espacio que lidera el propio Sergio Palazzo, y que forma parte de la CGT. En este contexto, este sector reclamó a los dirigentes de la central obrera que acompañen el pedido, ya que se considera que su lucha “reivindica el derecho de la clase trabajadora que se opone al ajuste”. La tensión interna se va adueñando lentamente del clima interno cegetista, que ya había generado algún cortocircuito cuando los gremios del transporte se opusieron a los proyectos tratados en el Congreso sobre Ganancias, pese a que la CGT apoyó el de la oposición, en especial el de Sergio Massa.
El paro de los bancarios tuvo un alto acatamiento en las entidades extranjeras, según confirmaron a Gestión Sindical fuentes del sector. Durante la jornada, se reclamó que la cámara que los agrupa (La Asociación de Bancos Argentinos) firme el acuerdo que ya homologaron la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) y con la Asociación de Bancos públicos y privados de la República de Argentina (ABAPPRA). La protesta se realizó pese a la conciliación obligatoria que ayer anunció el ministerio encabezado por Jorge triaca. “Al gremio no llegó ninguna notificación formal”, afirmaron las fuentes. El convenio, que incluye una suba nueva a la paritaria del año, un bono de fin de año y una participación en las ganancias de las firmas (no en todos los casos). El convenio estaba listo, pero no fue avalado por el propio Ministerio. “No quisieron un ‘efecto domino’, que se reabran otras paritarias como piden los sindicatos. Usaron la decisión de algunos bancos para frenar la conquista”, agregaron las fuentes.
El plan de lucha del gremio que lidera Palazzo abrió cierta tensión en la CGT, a la que La Bancaria y el resto de los gremios que están nucleados en la Corriente Federal están adheridos, aunque no incluidas en su consejo directivo. Mediante un comunicado, este espacio pidió apoyo a la conducción cegetista, sin obtener respuesta. “El reclamo de los trabajadores bancarios debe ser acompañado por la CGT y el conjunto de los gremios, considerando que su lucha reivindica el derecho de la clase trabajadora argentina que se opone firmemente a acompañar con el ajuste de sus salarios y la pérdida de fuentes de trabajo un proyecto que destruye las expectativas de bienestar de la inmensa mayoría del pueblo argentino”, disparó la Corriente Federal.
No es la primera vez que este espacio le pide a la CGT mayor dinamismo en la disputa con el gobierno. Durante el congreso normalizador del 22 de agosto, donde se definió el actual triunvirato de la central, pidió por un paro nacional, lo mismo que hizo cuando reclamó cambios en la política económica, en el marco de la marcha del 18 de noviembre para reclamar la declaración de la emergencia social. En estos casos, la central mantuvo una distancia que algunos dirigentes ven como “evasiva”, por lo que hay malestar respecto de la conducción del triunvirato. Algo similar sucedió cuando se decidió apoya el proyecto de Sergio Massa sobre Ganancias, que finalmente entró en una cono de dudas por la intervención de los gobernadores. Los dirigentes massistas Héctor Daer y Carlos Acuñas apoyaron la iniciativa, pero los gremios del transporte la consideraron “insuficiente”. Así, en el congreso anual de la Confederación de Trabajadores del Transporte Argentino (CATT) hubo reclamos vedados a la central para que asuma “el protagonismo de la lucha”.
La corriente y los gremios de la CATT forman el ala más radical de la actual CGT, que reclamó varias veces un paro, y que suelen ser muy críticos a la gestión del gobierno. En su momento, referentes de ambos espacios afirmaron haber sido “corridos” de las mesas de diálogo, para evitar confrontar directo con el gobierno El caso más notable se dio con pablo Moyano, secretario Gremial de la CGT, que no firmó el acuerdo “anti despidos” del último encuentro del Diálogo para la Producción y el Trabajo, donde sindicalistas y empresarios buscan medidas en conjunto. Además de los bancarios, la Corriente Federal está compuesta por Héctor Amichetti (gráficos), Mario Almirón y Horacio Ghilini (docentes privados), Raúl Carricarte (farmacia) y Pablo Biró (pilotos), entre otros dirigentes.
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