Trenes: Maturano, entre los planes privatizadores del Gobierno y la presión de maquinistas que ganan poco
Omar Maturano y lo que hay detrás del sorpresivo paro de trenes.
Tras la caótica semana pasada, los trenes arrancaron esta con cierta normalidad, pero el conflicto está lejos de solucionarse.
Este lunes, los trenes circulan con relativa normalidad, después de que durante gran parte de la semana pasada lo hicieran a 30 kilómetros por hora en lo que se difundió como un «paro técnico», el Gobierno denunció -a través de los altoparlantes de las estaciones- como una «medida imprevista y encubierta» del sindicato de maquinistas La Fraternidad, y el secretario general de ese gremio, Omar Maturano, negó que hubiera sido una medida de fuerza, sosteniendo que los servicios funcionaban así porque era peligroso que fueran más rápido.
Con este último argumento, Maturano rechazó la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo, ya que indicó que no había ninguna medida de fuerza que retrotraer, no obstante lo cual este lunes los trenes comenzaron funcionando a otro ritmo.
Ese es el contexto en el cual el dirigente sindical, sin lazos con la Casa Rosada, denunció un plan de La Libertad Avanza para eliminar servicios ferroviarios de pasajeros, replicando los modelos de ajuste y desguace de las décadas del sesenta y noventa.
El dirigente dijo que, en la medida en que el Gobierno insista con ese plan, está dispuesto a sostener el combate.
El «plan exterminador» del Gobierno
En medio de un conflicto salarial que estalló en medida de fuerza -o no, según el sindicato- el miércoles pasado, el gremio de conductores de trenes alertó que, bajo el argumento de un supuesto «déficit«, la actual administración estaría siguiendo un plan para «suprimir los ferrocarriles para imponer sus negocios metal-mecánicos y petroleros».
En un comunicado, recordó que “en los sesenta sufrimos el Plan Larkin que redujo lastimosamente los FFCC, y en los noventa la Reforma del Estado donde se regaló Ferrocarriles Argentinos, Aerolíneas Argentinas, SEGBA, Obras Sanitarias de la Nación, el Correo, Yacimientos Carboníferos Fiscales, SOMISA y Gas del Estado.»
La Fraternidad recordó que ya se suprimieron los servicios a Mendoza, San Luis y La Pampa, y afirmó que la ofensiva continúa contra otras rutas troncales y trenes turísticos. De hecho, agregó que hay una serie de servicios bajo amenaza: «El Expreso Buenos Aires-Rosario, Buenos Aires-Pehuajó, Pinamar, Bahía Blanca, el tren turístico de Mercedes-Tomás Jofré, La Banda-Fernández, Rosario-Cañada de Gómez… ahora van por el servicio Retiro-Tucumán, Neuquén-Cipolletti y otros».
El FMI, acusado
El sindicato aseguró que, a diferencia de épocas anteriores donde se alegaba la existencia de ramales «que no andaban», la excusa actual es el «supuesto déficit». Sin embargo, apuntaron directamente a la política de ajuste del Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la injerencia de intereses económicos ajenos al transporte.
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«Antes, el supuesto déficit y los paros ferroviarios eran la excusa para cerrar ramales, ahora no hay excusa, es la billetera del FMI que intenta suprimir los ferrocarriles para imponer sus negocios metal-mecánicos y petroleros.»
Finalmente, La Fraternidad comparó la situación con los procesos privatizadores anteriores y emitió una advertencia contundente, apelando a la resistencia social: “Nosotros decimos que la tercera es la vencida y con los ferroviarios y el pueblo movilizado vamos a detener la salvaje entrega de la Patria».
Cómo se llegó al paro de trenes
Tal como pudo reconstruir Gestión Sindical, Maturano, un dirigente alineado a Luis Barrionuevo dentro de la CGT, es uno de los tantos que vislumbran que el diálogo con el gobierno ya no da réditos de ningún tipo y empiezan a mirar con simpatía la idea de ir a fondo con las protestas y medidas de fuerza.
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Por otro lado, el último aumento pactado por Maturano contempló un esquema de incrementos mensuales del 1,3% para el período que fue de marzo a julio, aplicados de manera retroactiva. Además incluyó bonos por sumas fijas de 40 mil y 25 mil pesos.
Con estos incrementos, los números no cierran para la última parte de 2025 y el líder ahora necesita reclamar mejoras por arriba de la inflación. Por eso La Fraternidad lanzó la medida de fuerza la semana pasada con trenes que circularon a baja velocidad.
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