El espacio que lidera Sergio Palazzo convocó para este fin de semana a una jornada sobre gremios y género, que tendrá lugar en la sede del sindicato de la TV. Buscan debatir la inserción de la mujer en la actividad. Los datos de la desigualdad de género son alarmantes: en la CGT no se cumple la ley de cupo femenino, y hay un muy bajo porcentaje de mujeres en puestos de decisión. La desigualdad salarial, otro tema que preocupa.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
Desde que el año pasado se instaló el #NiunaMenos, la cuestión de género comenzó a interpelar a todos los ámbitos de la sociedad. En una de las actividades donde las diferencias se ven de manera más marcadas es en el sindicalismo, donde la dirigencia está compuesta esencialmente por hombres. Luego del paro de mujeres, que contó con una participación masiva, puso en evidencia la necesidad de discutir la cuestión de género en el sector. Para avanzar por este camino, la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT) organizará este fin de semana el primer encuentro de mujeres dirigentes, que tendrá lugar en la localidad bonaerense de Moreno. La jornada se da en medio de la discusión instalada en la legislatura, que quiere hacer ley la igualdad de género, es decir, que vayan intercalados hombres y mujeres en las listas. En el movimiento sindical existe una ley que instituye el cupo femenino, pero no se cumple.
El denominado Primer Encuentro de Mujeres Sindicalistas tendrá lugar el próximo sábado 12 de noviembre, en el camping “12 de agosto” del Sindicato Argentino de Televisión (SATSAID), ubicado en la localidad de Moreno. El encuentro comenzará a partir de los 10 de la mañana. Según pudo saber Gestión Sindical, la organización pensó el encuentro a partir de cuatro comisiones de debate, todas centradas sobre “la vida sindical con una óptica y una temática con la mujer”. Las cuatro comisiones serán experiencias militantes en el movimiento sindical; políticas neoliberales y violencias; la mujer y el marco de derechos laborales; y trabajo informal y precarización laboral.
En el año 2002, se sancionó la ley de cupo sindical femenino, que establece como en el orden legislativo un piso mínimo del 30 por ciento de mujeres en la lista de candidatos. En el caso de los gremios, la normativa –impulsada por la actual diputada nacional del Frente Renovador Graciela Camaño –establece que “la representación femenina en los cargos electivos y representativos de las asociaciones sindicales será de un mínimo del 30 por ciento cuando el número de mujeres alcance o supere ese porcentual sobre el total de los trabajadores”. En caso de que no se pueda cubrir ese porcentaje, “el cupo para cubrir la participación femenina en las listas de candidatos y su representación en los cargos electivos y representativos de la asociación sindical, será proporcional a esa cantidad”.
Sin embargo, la ley se aplica “poco y nada”, según las propias dirigentes. “Es muy difícil que los compañeros acepten dejar un lugar para una mujer, o tener que discutir de igual a igual, suele ser problemático”, le dijo a Gestión Sindical una dirigente de un gremio afiliado a la CGT. Además de los prejuicios, existe en los sindicatos “una tradición machista” respecto del ejercicio del poder. “Creen que las mujeres somos ‘más blandas’ para defender a los trabajadores, y eso es un problema”, agregó.
Ejemplo de cómo la ley de cupo no se cumple quedó plasmado en la nueva estructura de la CGT. La central está compuesta por 37 secretarías, de la cuales sólo dos son lideradas por mujeres: Sandra Maiorana (Asociación de Médicos) en la Secretaría de Salud, y Noemí Ruiz (Asociación de Modelos Argentinas) en la Secretaría de Igualdad de Oportunidades y Género. Ni en el triunvirato ni en el resto de los cargos hay mujeres, que deberían tener al menos 10 cargos más (incluyendo uno de los conductores). Además, un estudio realizado en 2008 por el Instituto de la Mujer de la CGT demostró que, a pesar de la ley, de un total de 1448 cargos sindicales “sólo 80 eran ocupados por mujeres y de éstos, 61 se correspondían con cargos de vocalías o de revisiones de cuentas”.
El problema de género en el mundo del trabajo no es exclusivo del país. En un reciente informe, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) difundió en su Informe Global sobre la Igualdad en el Trabajo que “las desigualdades crónicas persisten”, en especial en perjuicio de las mujeres, “que ganan entre un 70 y un 90 por ciento menos que los hombres. En tanto, un estudio del blog Economía Feminista, en la Argentina la mujer gana” un 27 por ciento menos que el varón”, brecha que se amplia para las que tienen hijos y para las que se encuentran precarizadas (la participación en el mercado de trabajo de las mujeres sin hijos es de 54 por ciento y cuando hay más de un hijo baja a 39).
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