La dos CTA pararon y marcharon contra el gobierno: pidieron a la CGT «unidad para enfrentar al neoliberalismo»
Las centrales obreras que lideran Yasky y Micheli se movilizaron a Plaza de Mayo, en reclamo de la reapertura de paritarias y en rechazo a las políticas del Gobierno.
La CTA de los Trabajadores de Hugo Yasky y la CTA Autónoma de Pablo Micheli marcharon ayer a la Plaza de Mayo en el marco de un paro conjunto en rechazo a las políticas del Gobierno de Mauricio Macri y reclamaron a la CGT que propicie «la unidad» del movimiento sindical para «enfrentar al neoliberalismo«.
Las dos centrales retomaron su «unidad en la acción» y, tras la Marcha Federal del 2 de septiembre, volvieron a movilizarse para reclamar la reapertura de paritarias y rechazar el bono de 2 mil pesos no obligatorio que se habilitó para el sector privado y que en los próximos días el Gobierno anunciaría para el ámbito estatal.
Micheli, quien abrió el acto en la plaza porteña tras una jornada de paro en algunas provincias y retención de tareas, cargó contra el acuerdo por los bonos de fin de año sellado entre el Gobierno y la CGT, cuestionó que sus pares de la central obrera no activen medidas de fuerza y advirtió que «el paro está vivo».
«El Gobierno profundiza el ajuste a favor de los grandes grupos económicos y esta plaza muestra que acá no se cerró ningún conflicto, que acá no hay acta ni acuerdo: el paro está vivo y vamos a seguir construyéndolo», desafió Micheli.
Al respecto, el dirigente sostuvo que «la unidad que se construye en la calle» y agregó en alusión a la CGT: «La unidad que tenemos que demostrar es la de luchar, porque si es unidad para la foto o para obturar un paro no sirve».
«Vuelven a insistir con viejas recetas pero debemos pararlo a tiempo: no puede haber un pueblo feliz con salarios de hambre y si seguimos pidiendo plata prestada para la fiesta de los ricos. Vamos por el paro nacional y por la derrota del neoliberalismo», agregó.
Por su parte, Yasky, encargado del cierre, aludió a sus colegas de la CGT al señalar que desea que haya «una próxima Marcha Federal», como la que realizaron ambas CTA en septiembre pasado, «pero que sea con todas las centrales sindicales».
Al respecto, el docente dijo que en el dialogo social que el Gobierno abrió con empresarios y la CGT «se montó una puesta en escena que dejó a fuera a los dos CTA» y cuestionó: «Hay
dirigentes de la CGT que tienen una vida de coherencia y otros que se bajan los pantalones a gusto».
«Decidieron darse la política del divide y reinarás. Por eso hay que defender la unidad del campo popular», reclamo el dirigente, que además denunció «revanchismo de clase» y denunció que «se quieren cobrar 12 años en los que los trabajadores tuvieron la posibilidad de recuperar algunas conquistas».
Sobre el escenario estuvieron también otros dirigentes de ambas CTA, como Pedro Wasiejko, Roberto Baradel y Daniel Catalano, y dirigentes de partidos alineados con el kirchnerismo, como Amado Boudou, Martín Sabatella, Luis D Elía y Fernando Esteche. La presencia de estos últimos dirigentes marcó sin embargo un momento de tensión, ya que debieron bajarse del escenario luego de que Micheli, de la CTA antikirchnerista, reclamara a su colega Yasky, alineado con la exjefa de Estado, que los echara.
«¡Tendría que quedarse en su casa y no venir acá a generar problemas!», cuestionó Micheli.
Pese a este altercado, ambos líderes sindicales volvieron a mostrarse en sintonía luego de permanecer fuertemente enfrentados durante más de seis años por sus posturas diferentes ante el kirchnerismo, lo cual provocó la fractura de la CTA en 2011.
Más allá de sus diferencias con el kirchnerismo, que tuvo fuerte presencia en la movilización con dirigentes y agrupaciones, Micheli se acercó a su rival interno luego de que el año pasado se quedara con poco respaldo dentro de su propia CTA, a raíz de una pelea con la conducción de ATE, principal gremio de esa central.
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