¿Lo que se viene? Sindicatos comienzan a negociar convenios de trabajo atados a la productividad

El gremio petrolero terminó por aceptar cambios en la actividad con el objetivo de proteger los puestos, en medio de la baja del precio internacional.

El sector petrolero firmó un acta que ata la remuneración de los trabajadores con su productividad. Se trata de un pedido de larga data del empresariado, que en este caso fue aceptado por los gremios de la actividad, con el objetivo de proteger los puestos de trabajo.

La negociación fue iniciada por el propio presidente Mauricio Macri, que quiere extender esa modalidad a otras actividades.

Así el sector petrolero lidera el cambio en las relaciones de trabajo que el Gobierno quiere «exportar» hacia otros sectores.

El sindicato petrolero neuquino, a cargo de Guillermo Pereyra, aceptó la propuesta. El líder gremial entendió que el precio del petróleo está a un tercio del valor que tenía hace algunos años y sus afiliados tienen hoy más chances de perder el empleo que de pelear por incrementos salariales.

El acuerdo se logró tras una reunión el pasado 20 de octubre en el Ministerio de Trabajo de la Nación. Allí se encontraron los sindicatos del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén, y La Pampa, a cargo de Pereyra; al de Personal Jerárquico y Profesional del Petróleo de esas zonas y a sus representaciones en Salta, Jujuy y Formosa.

Previamente, en una reunión en la Casa de Gobierno de la que participaron entre otros Pereyra y el presidente de YPF, Miguel Gutiérrez, Macri les había pedido a ambas partes que pusieran buena voluntad para llegar a un acuerdo.

Los jefes gremiales pusieron la firma en un acta junto con la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos y la de Operaciones Especiales, en representación de las petroleras privadas.

En un documento de cuatro carillas, las empresas y los gremios aceptaron también que «todo personal que esté en condiciones de jubilarse» se adhiera al beneficio previsional.

Además, con el fin de evitar despidos, habrá reubicaciones de trabajadores, se ampliaron los horarios de trabajo (montaje y desmontaje de equipos podrán hacerse a la noche) y las partes acordaron que «en una misma operación podrán darse tareas simultáneas a los efectos de hacer más eficientes los tiempos operativos».

Con respecto al ausentismo, el documento sostiene: «Las empresas se comprometen a instrumentar mecanismos necesarios para realizar los controles de ausentismo a efectos de evitar abusos que podrían generarse por boletas médicas».

Y se eliminaron las llamadas «horas taxi» (que se pagaban camino a los pozos petroleros), al tiempo que se modificó la jornada de trabajo.

A cambio los trabajadores recibieron también un pago adicional, ya que el acuerdo contempla un desembolso por única vez para cada trabajador de $3.000 en cuatro cuotas.

Los salariales acuerdos atados a la productividad son una novedad para la Argentina. Así se encargó de aclararlo el presidente de YPF en un acto en la Casa Rosada.

«Por primera vez en la historia de la Argentina, firmamos con el gremio un acta con metas de producción», se entusiasmó Gutiérrez.

En forma paralela, los gremios y las empresas están trabajando en un nuevo convenio para mejorar las condiciones en Vaca Muerta. Una fuente privada que participa en las discusiones sostuvo que es aún más favorable para la inversión privada.

El Gobierno quiere avanzar en estas reformas para generar más inversiones y trabajo. «Baja el costo de la inflación y se hacen más evidentes los problemas en los procesos productivos», indicaron fuentes vinculadas a la negociación.

Estos avances, se estarían dando en los gremios de las automotrices (Smata) y energía eléctrica, además del personal de la marina mercante.

En el Gobierno no se descartó empezar a incluirlo en otras negociaciones. Incluso hace semanas el oficialismo impulsó la Mesa del Diálogo del Trabajo y la Producción, donde no sólo se discuten el pago de un bono de fin de año y la exención del impuesto a las ganancias, según pudo saber La Nación.