Uno por uno, cómo se plantan los principales gremios ante el techo de las paritarias que busca el Gobierno

Los sindicatos de peso mantienen ambigüedades con respecto a las negociaciones salariales que pretende Luis Caputo. Las discusiones más importantes.

El universo sindical comenzó 2025 con un desafío para nada menor: negociar paritarias ante patronales pero con un techo preciso, del 1% o 2% mensual como máximo. Y cifras que excedan ese tope no van a ser homologadas por la secretaria de Trabajo de Julio Cordero. Aunque hay matices con algunos popes para que los conflictos no formen parte del paisaje.

El primer gremio que se adaptó al horizonte paritario fue UPCN: en 2024, el Gobierno ofreció a los estatales en paritarias una suba de 2% en septiembre y 1% en octubre y el colectivo sindical de Andrés Rodríguez aceptó. Un gesto que en el oficialismo valoran y creen que se va a mantener en los próximos meses cuando se sienten a discutir aumentos salariales.

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ATE, por el contrario, ya manifestó que no va a aceptar límites y planea movilizarse en contra de la medida que está siendo promovida por el titular de Hacienda, Luis “Toto” Caputo. Para los estatales que son conducidos por el combativo Rodolfo Aguiar, se trata de una determinación “inviable, de cumplimiento imposible y ponen en riesgo la paz social”.

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Camioneros ocupó espacio en la agenda al pedir paritarias por encima del promedio de la inflación de los últimos meses. Con Hugo Moyano al frente, empezó pidiendo un 15% para el período diciembre-febrero (5% para cada mes) y estaba dispuesto a aceptar la última oferta empresarial del 8%.

Hasta la semana pasada, ya existía un acuerdo y faltaba la homologación. Pero bajó decibeles y le tiró un guiño a la administración libertaria, con un módico incremento del 5,5% en tres tramos (2,2% en diciembre, 1,8% en enero y 1,5% en febrero).

El acuerdo también incluye un bono de $600.000 a pagarse en cuatro cuotas y un aporte extraordinario para la obra social de $16.000 por trabajador. De todas formas, y en otra llamativa actitud, Camioneros aceptó “evaluar” los pedidos de las empresas que no puedan pagar el bono y “requieran de una adecuación de la modalidad de pago”.

Esta semana, el acuerdo del gremio de Víctor Santa María, la Federación de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (FATERyH), fue en línea con Camioneros. El sindicalista mantiene una relación cordial con La Libertad Avanza y el entendimiento que suscribió no encendió los ánimos en la Casa Rosada: firmó una mejora del 3,3% en dos tramos del 1,8% y 1,5% para el bimestre enero y febrero.

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Para la FATERyH, el pacto es vital para los objetivos de la macroeconomía ya que “procura recuperar el salario de los trabajadores y trabajadoras de edificio en un complejo momento del país, mientras se acompaña la baja de la inflación y la estabilidad de los ingresos”.

A diferencia de estos gremios hay otros que están resistiendo la decisión de LLA. Por ejemplo, la Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA), que encabeza Héctor Daer, cotitular de la CGT, que entró en cortocircuitos con Trabajo porque su entendimiento excede los parámetros que se establecieron: firmó con las cámaras un 11,4% de aumento salarial para el período octubre-diciembre en tres tramos (4%, 3,8% y 3,6% diciembre), sobre los sueldos básicos vigentes a septiembre. Daer quiere que exista homologación inmediata.

Y la UOM de Abel Furlán también aparece con tensión: reclaman un incremento del 18,71% distribuido entre noviembre pasado y el próximo mes de marzo. A eso le agregaban un bono de 300 mil pesos. Todavía no hubo acuerdo.