Tensión en Techint: la UOM activa asambleas y los empresarios amenazan con sanciones
Tras el fracaso de la última audiencia, la UOM debate un plan de lucha y el sector empresario anuncia descuentos salariales y medidas disciplinarias.
La negociación paritaria de la rama siderúrgica de la UOM entró en estado de extrema tensión: tras el fracaso de la última audiencia, el gremio decidió activar asambleas en las plantas para debatir un plan de lucha. En respuesta a eso, los empresarios amenazaron con descuentos salariales y medidas disciplinarias hacia los trabajadores que “abandonen su puesto de trabajo”.
La escalada del conflicto se produjo a partir de que en la última reunión del sindicato con los representantes de la Cámara Argentina del Acero (CAA) tampoco se lograra un entendimiento, por lo cual se dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo martes.
La rama 21 ya tuvo una larga discusión en la primera parte del año, cuando también se generó mucha tensión, hasta que finalmente hubo un acuerdo. En ese tiempo, desde la UOM acusaron al Grupo Techint de “boicotear” la discusión.
Ahora, en la audiencia de este martes convocada por la secretaría de Trabajo, el resultado fue el mismo que la semana pasada: la propuesta del sector empresario quedó muy lejos de lo pedido por el gremio.
La UOM, firme en su pedido
Los conducidos por Abel Furlán insistieron en su demanda de un aumento salarial del 4% en julio; 4% en agosto; 3% en septiembre; y 3% en octubre. Todo con carácter retroactivo, y sumando una cláusula de revisión de las subas.
Los empresarios, referenciados en Techint y Acindar, manifestaron la “imposibilidad” de acceder a los incrementos solicitados, en un contexto de “desacople entre la evolución de la inflación y del tipo de cambio”, sumado a la “amenaza de una agresiva competencia con las importaciones de acero de China e India”.
Frente a eso, la UOM denunció que el sector empresario lo que está buscando es “atar la discusión salarial al dólar, en término de la devaluación del peso que mensualmente dispone el Gobierno”.
En ese sentido explicó que “la parte empresaria propone un incremento mensual del 2% ahora, pero como techo, ni siquiera como piso. Eso quiere decir que si la devaluación oficial del peso disminuyera por ejemplo al 1%, ese sería el incremento en los salarios”.
Y remarcó que “si por el contrario fuera del 5, o 10%, o más, las remuneraciones no se incrementarían en idénticos porcentajes, sino que se mantendrían con el tope del 2%”.
El sector empresario agitó el conflicto
Ante esta situación, el gremio decidió avanzar con asambleas informativas en las plantas, para dar a conocer a los trabajadores los detalles de la negociación y, además, resolver los cursos de acción que correspondan. Esto ya había pasado en la discusión anterior, cuando se debió dictar la conciliación obligatoria para evitar los paros programados por la organización sindical.
Frente a eso, los empresarios advirtieron que para realizar asambleas en horario laboral los empleados “deberán solicitar autorización por parte de cada empresa”. Y amenazaron con descuentos salariales y medidas disciplinarias por abandono de puesto de trabajo.
De esta forma, la tensión entre las partes aumentó al máximo y la negociación parece más empantanada que nunca, haciendo recordar al antecedente más reciente de una negociación que derivó en siete meses de conflicto, entre diciembre de 2023 y julio de 2024.
Finalmente, el incremento rubricado en ese momento fue del 121% para el período de diciembre 2023 – junio 2024, y el ingreso mínimo de referencia llegó a $840.000. “Le logramos torcer el brazo a las grandes empresas capitaneadas por Techint. Fue un camino muy difícil, pero lo logramos con mucho esfuerzo”, dijo el gremio.
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