En la provincia de Buenos Aires, unos intendentes piden más producción y obra pública, y otros más RIGI
En sus reuniones, los intendentes peronistas y los del PRO coinciden en que hay que buscarle solución a la crisis. Lo que los diferencia, en la provincia de Buenos Aires, son las recetas.
La situación económica y social divide a los intendentes de la provincia de Buenos Aires de acuerdo con su signo político. Los peronistas advierten que las políticas de ajuste de Javier Milei están impactando con fuerza en sus territorios mientras que los del PRO piden que Axel Kicillof baje sus niveles de intervención y reclaman la adhesión provincial al RIGI.
Cada tropa avanza en reuniones para analizar el panorama, y el diagnóstico que realizan tienen diferencias mayúsculas. En el caso de los oficialistas a nivel provincial, los encuentros son, por lo menos, mensuales.
En el último, que se llevó a cabo el pasado viernes, expresaron que no hay lugar para que las familias pasen hambre. Traducido: la preocupación es que el clima social se recaliente ante la falta de empleo y oportunidades y creen necesario aumentar la contención alimentaria en estos momentos.
La visión peronista de la provincia de Buenos Aires
“Vemos todos los días el impacto de este modelo en el empleo y en el consumo”, reclamaron y advirtieron sobre el «alarmante» informe de UNICEF que revela que más de un millón de chicos se van a dormir sin cenar.
Precios en la era Milei: los alimentos subieron entre el doble y el cúadruple que los salarios
Esas fueron las principales expresiones de once jefes de distrito, en Pilar, en una reunión de la que participaron el anfitrión Federico Achaval, Mariel Fernández (Moreno), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Damian Selci (Hurlingham), Juan Ustarroz (Mercedes), Juan Mancini (Suipacha), Ricardo Curutchet (Marcos Paz), Javier Osuna (General Las Heras), Leonardo Boto (Luján), Gustavo Menéndez (Merlo) y Ariel Sujarchuk (Escobar).
También se quejaron “de la decisión del Gobierno nacional de frenar obras que significan desarrollo, crecimiento y oportunidades para nuestros vecinos y vecinas”.
Para los intendentes, se trata de decisiones que afectan a los bonaerenses. “Ante las cuales debemos hacer frente para seguir acompañando a quienes más lo necesitan, defendiendo los intereses de cada vecino”, recalcaron.
«Creemos que es necesario trabajar en un nuevo encadenamiento productivo, con la mirada puesta en la gente, para poder tener un efecto positivo en la economía real de los argentinos», indicaron.
«Queremos un país con empleo e igualdad de oportunidades, que nos permita desarrollarnos en todas nuestras potencialidades. Seguiremos trabajando por el mismo objetivo: municipios con más oportunidades, una provincia productiva y un país más justo», completaron.
Los del PRO, por el RIGI y el pedido al Gobernador
Los intendentes amarillos dejaron de lado su interna por un momento (entre macristas y bullrichistas) y también debatieron el escenario nacional y provincial. Pero el tono es muy distinto al del peronismo.
Desde su visión, que quedó plasmada en las últimas reuniones, es clave que exista una adhesión provincial al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) consagrado en la Ley Bases, y desconfían del camino que propone Axel Kicillof.
En el último encuentro -bastante menos numeroso que el cónclave peronista- , que se realizó en Vicente López, donde gobierna Soledad Martínez, vicepresidenta del PRO bonaerense, hubo un debate extenso respecto al escenario bonaerense y a la necesidad de tener una provincia «menos intervencionista».
«Necesitamos una provincia más ágil, eficiente y menos intervencionista, que potencie en lugar de poner trabas al que produce e invierte”, afirmó el hombre fuerte de Junín, Julio Petrecca, vicepresidente segundo del PRO. Del convite fueron parte también la intendenta de Nueve de Julio, María José Gentile, y los legisladores Fernando Rovello, Laura Ricchini y Yamila Alonso.
Un dato con respecto al RIGI: no hay divisiones entre aquellos partidarios de Macri y Bullrich y todos consideran que es el camino a tomar. Es más, hay dos intendentes bonaerenses, uno de cada lado de la grieta interna, que ya pidieron adhesión formal a la iniciativa ni bien se aprobó. Se trata del macrista Ramón Lanús (San Isidro) y el bullrichista Diego Valenzuela (Tres de Febrero).
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