A pesar del acuerdo alcanzado, los estibadores despedidos mantienen bloqueado el puerto de Rosario

César Aybar, titular de la delegación local del Sindicato Unidos Portuarios Argentino, condenó la medida y afirmó que los amenazaron: «Son delincuentes».

A pesar del acuerdo alcanzado entre las concesionarias del puerto de Rosario y la delegación local del  Sindicato Unidos Portuarios Argentino (SUPA), este lunes la terminal continuó sin poder operar, al permanecer bloqueada por los cinco estibadores despedidos.

Desde el propio gremio habían asegurado que ayer el puerto volvería a funcionar normalmente, pero los trabajadores cesanteados, junto a organizaciones de izquierda, impidieron el ingreso del personal.

Ante eso, el titular del SUPA Rosario, César Aybar, rechazó la medida tomada por los estibadores y contó que los amenazaron, afirmando de manera contundente que «son delincuentes».

Luego, detalló que «los cinco que no se reincorporaron llamaron violentamente a sus compañeros, y amenazaron de muerte a la comisión directiva y a un escribano».

Qué había acordado la delegación del SUPA

Aybar remarcó que «es inadmisible lo que están haciendo» los despedidos, a quienes el sindicato les gestionó el pago de las indemnizaciones, en el marco del acuerdo alcanzado el viernes con la empresa que explota los muelles locales, Terminal Puerto Rosario (TPR), luego de un mes de protestas y huelgas.

El entendimiento contempla la reincorporación de 20 de los 25 despedidos, el pago de indemnizaciones al resto, un incremento salarial anual del 90%, el pago de un bono navideño y el reconocimiento del 65% de las jornadas de paro, según lo informado en su momento por Aybar a Télam.

Sin embargo, los cinco estibadores que fueron despedidos -originalmente con causa, por presuntos hechos de violencia durante las protestas- no aceptaron el acuerdo indemnizatorio, por lo cual ayer por la mañana volvieron a bloquear el ingreso a las terminales portuarias rosarinas.

«Hasta se consiguió que tengan una indemnización por despido y un fondo de desempleo«, se quejó Aybar en diálogo con la radio FM Sí de Rosario.

Además, recordó que las cesantías eran «con causa por la violencia que ejercieron durante las protestas, quemando, rompiendo y golpeando a compañeras».

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Y agregó que en las negociaciones con la empresa se acordó que fueran con causa y que perciban las indemnizaciones establecidas por las normas laborales.

Por su parte, los estibadores despedidos señalaron que el acuerdo del SUPA fue hecho a sus espaldas, motivo por el cual -con el apoyo del Partido Obrero y otros grupos de izquierda- decidieron mantenían la protesta.

La importancia del puerto de Rosario

La Unión Industrial Argentina (UIA) había reclamado al Ministerio de Trabajo que declare la «esencialidad» de la actividad del Puerto de Rosario con el fin de movilizar las cargas, tras la paralización de las terminales por casi un mes.

De acuerdo al monitoreo realizado por la entidad fabril, el conflicto «mantiene inmovilizada la carga de más de 1.000 contenedores», lo cual «perturba seriamente la operatoria de comercio exterior».

Asimismo desde la entidad que preside Daniel Funes de Rioja habían remarcado que la falta de actividad «ha paralizado la carga y descarga de contenedores que se encuentran varados a la intemperie, afectando a las industrias que necesitan de los insumos de uso difundido, productos perecederos e incluso críticos allí contenidos, especialmente de los sectores alimenticio y farmacéutico».

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Para la UIA, la situación perturba «seriamente la operatoria de comercio exterior, generando el doble perjuicio de impedir el abastecimiento local y el ingreso de divisas al país».

Además de afectar a las «empresas argentinas -particularmente cerealeras, alimenticias, automotrices y exportadoras de electrodomésticos- tienen compromisos de ventas y plazos acordados con clientes del exterior», a los que no estaba pudiendo responder.