Más problemas para las obras sociales sindicales: afiliados podrían perder atención en farmacias
Es por una disputa entre los laboratorios y el sector minorista, en el marco del acuerdo de precios que busca firmar el Gobierno.
Los afiliados de las obras sociales podrían quedarse sin atención en las farmacias argentinas, si esta semana no hay acuerdo con los laboratorios y el Gobierno nacional respecto del precio de los medicamentos. el tema puso en alerta a las entidades sindicales, que suman un nuevo conflicto, luego que fracasara en el tratamiento del presupuesto de dos propuestas para fortalecer el financiamiento del sector.
En este caso, la pelea la industria farmacéutica y quienes dispensan los tratamientos podría dejar sin atención a toda la seguridad, incluyendo prepagas y el PAMI, por lo cual esta semana se multiplican las negociaciones.
Este viernes 18 de noviembre vence el convenio que mantenía los precios de los remedios por debajo de la inflación, y la renovación abrió este nuevo frente en un sector que reclama fondos para financiar las prestaciones. Además, el kirchnerismo volvió a instalar la idea de una reforma del sistema, que dese la CGT rechazan.
Los laboratorios que producen medicamentos en el país quieren cambiar las condiciones de comercialización, en el marco del nuevo acuerdo que debe firman con el gobierno nacional. Esto fue rechazado por las farmacias, que afirman que la maniobra «pone en juego la rentabilidad del sector».
Según denunciaron desde la Asociación de Propietarios de Farmacias de la República Argentina (ASOFAR), Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF), FEFARA y la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales de la República Argentina (AFMSRA), se intentan cambiar las condiciones de dispensa, lo que alteraría la rentabilidad, que ya está comprometida por la realidad económica.
«Está actitud traerá aparejado un quiebre en la rentabilidad de las farmacias, cuestión que dificultará la atención de la seguridad social, impidiendo a la población la accesibilidad del medicamento en los mostradores», sostuvieron en un documento conjunto.
En concreto, fuentes del sector le explicaron a Gestión Sindical que la maniobra incluye «la baja de promociones y descuentos para las droguerías y farmacias, además de imponer ‘sobre costos’ para la entrega de los medicamentos».
Esto se produce «porque intentan trasladar a las farmacias los costos del acuerdo de precios que el gobierno los presiona para que renueven, y que vence esta semana». Al parecer, «la industria no cumplió con el convenio y aumentó los precios por encima del IPC, y ahora para no perder ganancias quiere que las farmacias paguen más los tratamientos, lo que amenaza la rentabilidad».
Está actitud, afirma el texto difundido, «traerá aparejado un quiebre en la rentabilidad de las farmacias, cuestión que dificultará la atención de la seguridad social, impidiendo a la población la accesibilidad del medicamento en los mostradoras de las farmacias».
Acuerdo de precios
La pelea entre laboratorios y farmacias puso en alerta a las obras sociales, y se dio en el marco de la discusión de la continuidad del acuerdo de precios de los medicamentos, las maniobras de la industria se dan mientras se espera que tanto el ministro de Economía, Sergio Massa, como su par de Salud, Carla Vizzotti, convoquen a las partes, y rubricar el nuevo convenio.
Antes, este jueves, las entidades que firmaron el documento crítico se reunirán y no descartan medidas de fuerza. Sorprendió que no esté entre as firmantes la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), entidad mayoritaria, con 12 mil farmacias adheridas. «Fue un guiño a la industria, una especie de respaldo tácito a la medida», le dijeron a Gestión Sindical desde el sector.
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«Las entidades farmacéuticas, nos hemos hecho eco de lo antes expuesto y haremos lo que esté a nuestro alcance para evitarlo», dicen las firmantes, que buscaron difundir el tema para poner en conocimiento a sus pacientes de «los problemas que tendremos para reponer el stock», según insistieron desde el colectivo que nuclea al resto de las entidades, con presencia en todo el país.
Si bien no hay contacto con las entidades sindicales, en la CGT admiten que monitorean el tema, que podría explotar esta semana, si no hay acuerdo y se vence el convenio con el Gobierno nacional.
Presiones por la reforma
En este contexto, que se vuelva a hablar de una posible reforma del sistema de salud, una idea que ya fue lanzada por el kirchnerismo al comienzo de la pandemia, y que es vista como una amenaza para las obras sociales sindicales. El encargado de volver a poner el tema en debate fue el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, autor intelectual del paper que sirve de base para la discusión de los cambios que se proponen.
En su presentación en el Encuentro Nacional de Salud, que se realizó el sábado pasado en Gualeguaychú, Entre Ríos, el ministro volvió a hablar de la reforma, nada menos que al lado de Máximo Kirchner, uno de los posibles impulsores de la propuesta.
El trabajo elaborado por la fundación Soberanía Sanitaria, entidad que funciona como una usina de pensamiento en materia de salud del kirchnerismo y que lidera el propio Kreplak, establece alguna de las bases de estos cambios, con la premisa de a integración del sistema de salud argentino, considerado «uno de sus principales problemas es la fragmentación, que produce y reproduce la desigualdad en el acceso».
En la actualidad, hay 292 obras sociales sindicales, muchos en graves problemas financieros a partir de la pandemia. Desde 2000, con la total desregulación de las obras sociales, las empresas de medicina prepaga irrumpieron en esa puja, quedándose con los aportes correspondientes a los salarios más altos.
Ese fenómeno, que se denomina «descreme», desfinanció a todas las obras sociales, pero «perjudicó especialmente a las más chicas y pobres, muchas de las cuales desaparecieron», según recordó el informe de Soberanía Sanitaria.
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