Lucio Chávez, de Panaderos de La Matanza: «Un buen dirigente debe hacer escuela»
El secretario general brindó su visión sobre el sindicalismo, habló acerca del recambio generacional y remarcó la importancia de apoyar el crecimiento de los jóvenes.
En una entrevista con Gestión Sindical, el secretario general del Sindicato de Panaderos de La Matanza, Lucio Chávez, brindó su visión sobre el sindicalismo, se refirió al recambio generacional que debe darse en cada gremio y remarcó la importancia de apoyar el crecimiento de los jóvenes.
En ese sentido, el veterano dirigente planteó que «un buen dirigente debe hacer escuela». «Por eso yo trato de aconsejarlos todo el tiempo y transmitirles mi experiencia. Después ya queda en ellos tomarla o no, claro. Pero me gustaría el día de mañana, cuando ya no esté en el cargo, ver cómo se encamina todo y poder decir ‘esto es lo que enseñe’», sostuvo.
-¿Cuál es el mensaje que le trasmite a la nueva generación?
-Una de las cosas que les enseñó a los chicos es que no pierdan de vista el camino que tienen que transitar. Lo más importante es la defensa de los trabajadores y querer al gremio. Yo siempre pasé tantas horas acá que una vez mi mujer, enojada, me dijo que directamente me quedara a dormir en el sindicato.
-Y el vivir por y para los trabajadores es algo que no suele pasar.
-Es que hay un problema que es el tema es la ambición. Hay muchos que se meten en un gremio solo para mañana estar prendidos políticamente. Eso no va. Uno tiene que estar con la cabeza solamente en el lugar que ocupa. Política gremial es una cosa, y política partidaria es otra cosa. Cuando eso se confunde se pierde el rumbo.
Chávez tiene 80 años, con 53 de experiencia como dirigente. Y en enero fue reelecto en su cargo en el Sindicato de Panaderos de La Matanza para seguir engrosando su currículum.
«Empecé en el 69’ en el gremio e hice el camino completo. Primero fui vocal, después protesorero y más tarde secretario adjunto. Y también le cedí ese puesto a un compañero que tenía inquietudes y quedé como secretario gremial. Así que subí, bajé y volví a subir», recapituló.
-Precisamente eso de ir creciendo de a poco también es un buen mensaje.
-Sí, claro. Para estar acá hay que tener capacidad y también mucha paciencia para ir aprendiendo. Y yo digo que esto es una escuela porque acá los chicos van a aprendiendo todos los días lo que es en sí un gremio, al igual que la CGT, la Federación Nacional y la Federación Provincial. Y ven como están dirigidas cada una. Eso se los da el día a día y el tiempo.
-¿Y cómo los ve a los jóvenes que están en su gremio para seguir el legado?
-La juventud tiene sangre caliente y muchas ganas. Pero a los chicos hay que cuidarlos para que no tropiecen. Daniel (Rodríguez, el actual secretario adjunto) tiene mucho empuje y quiere progresar, pero progresar significa golpearse. Y yo no quiero que se golpeen, por eso quiero formarlos. Tanto a él como a las chicas que ahora tenemos trabajando.
-De a poco las mujeres van ganando espacio en el sindicalismo, ¿no?
-La verdad es que nosotros, los sindicalistas, siempre fuimos un poco machistas. La sociedad en general, en realidad. Pero las mujeres nos están dando un ejemplo por el empuje que tienen y por cómo enfrentan las situaciones.
-¿Ya tiene decidido que este será su último mandato?
-Esta es mi casa. Cuando llegue el momento, si los compañeros quieren que continúe lo voy a hacer. Y sino me quedaré en mi casa y vendré cada tanto. Como dije, me gustaría que la juventud avance. Pero también estoy seguro que me van a decir que al menos me quede acompañándolos y dándoles consejos.
-¿Y en esta nueva gestión que comenzó en enero donde estará puesto el foco?
Lo más importante es apuntar a darles todo el tiempo más servicios a los afiliados. Hay que trabajar todos los días para eso. Y estamos bien, por suerte. Nuestro sindicato pasó momentos muy duros, pero hoy la realidad es otra. Crecimos mucho, tenemos el recreo y cuatro propiedades que son espacios destinados para los trabajadores. Así fue que recientemente abrimos los consultorios externos.
-¿Y hay algún proyecto nuevo?
-Siempre hay ideas. Por ejemplo estoy pensando en ampliar la sede del sindicato para armar un salón de fiestas. La idea es que todo lo que recibe el gremio vuelva a los afiliados. A mí me genera orgullo el poder decir “acá está la plata de los trabajadores”. No me interesa que esté en el banco, sino en obras.
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