UPCN le ganó la compulsa de afiliados a ATE en noviembre, pero no tomó trascendencia pública
El resultado fue 65% contra 35% a favor del gremio de Andrés Rodríguez. ATE objetó aspectos del cotejo, que consideran que lo perjudicaron.
A fines de 2019, pocos meses antes de que se desatara la pandemia de coronavirus, se conoció una noticia de cierto impacto: Tras varios años de idas y vueltas, la Justicia finalmente avalaba el pedido de ATE para hacer una compulsa de afiliados con UPCN y así establecer cuál de los sindicatos ostenta la mayor representatividad en el sector público nacional.
En resumen: definir si el gremio que comanda Andrés Rodríguez podría seguir teniendo la lapicera para firmar la paritaria o ATE se la quitaba.
La llegada de la crisis sanitaria por el Covid-19 congeló la compulsa entre los sindicatos estatales durante 2020 y casi todo 2021. Pero en noviembre del año pasado, casi en silencio, se realizó el cotejo tan esperado, confirmaron a Gestión Sindical los dos gremios. ¿El resultado de la pugna?: Un contundente 65 por ciento para UPCN frente a un 35 por ciento de ATE.
Lo llamativo de todo esto es que tuvo importante relevancia y espacio en los medios la noticia de que se habilitó la compulsa pero luego sucedió todo lo contrario con la realización de la misma, que pasó totalmente desapercibida.
No hubo comunicado victorioso oficial de UPCN y menos aún uno por parte del sindicato de Hugo «Cachorro» Godoy, que objetó varios aspectos de la realización de la compulsa. Por ende, la noticia tampoco llegó a los medios de comunicación.
Consultadas por esta particularidad, fuentes de UPCN dijeron: «En su momento, cuando se hizo la compulsa, difundimos unos flyers en nuestra cuenta de Instagram». No deja de ser extraño: unos pocos posteos en redes sociales para dar a conocer semejante noticia.
En tanto, desde ATE aún se muestran sorprendidos de que UPCN no haya difundido más la noticia. Asimismo, advirtieron que rechazaron aspectos de la compulsa y consideraron que verdaderamente no existe la diferencia que arrojó ese recuento.
«Algunos organismos militares donde tenemos muchos afiliados civiles no fueron incluídos en la compulsa», ejemplificaron cerca de «Cachorro» Godoy. Además, insisten en que a nivel país, si se toman en cuenta los trabajadores estatales provinciales y municipales, superan por diferencia a UPCN.
Pero claro, la compulsa se hizo en la administración pública nacional, donde los números están más justos. O no tanto, dirían desde UPCN con los resultados conocidos.
Antecedentes
Desde que a finales de los años ’90 se encargó un censo de afiliados, la representación de los estatales nacionales quedó en manos de UPCN, lo que le permitió en exclusiva firmar paritarias y otros beneficios. ATE, en cambio, participa de las negociaciones paritarias con voz pero sin voto.
Por años, ATE vino reclamando una compulsa, ya que afirmaba que las cifras, transcurridos veinte años, cambiaron y que actualmente la proporción era distinta, y favorecía a su organización. Luego de reclamar incansables veces, en noviembre de 2019 la Justicia ordenó que se hiciera el recuento.
Marzo de 2020 iba a ser el momento para concretarlo en todas las dependencias públicas nacionales, incluyendo organismos descentralizados, pero ese mes estalló la pandemia que puso al mundo patas para arriba.
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La disputa entre ATE y UPCN lleva varios años, y además de sindical se volvió política. El sindicato que conduce en la actualidad «Cachorro» Godoy en los 90 fue puntal de la ruptura con la CGT y la formación de la CTA, y se volvió el ala más combativa del nuevo espacio.
Fue opositor a las políticas de los 90 y su continuidad con la Alianza, y salvo un período de acercamiento en la presidencia de Néstor Kirchner, también criticó muchas de las acciones durante las dos gestiones de Cristina Fernández de Kirchner, lo que motivó la ruptura con el sector que responde a Hugo Yasky. Durante el gobierno de Mauricio Macri, realizó varios paros nacionales, y se movilizó contra la reforma laboral y previsional.
En tanto, UPCN se mantuvo dentro de la CGT, y bien conocido es el perfil dialoguista de Andrés Rodríguez, integrante de la mesa chica de la central obrera de la calle Azopardo, lo que lo llevó a cultivar posiciones moderadas con los oficialismos durante buena parte de los gobiernos de los últimos veinte años. Estas posturas enfrentaron a las organizaciones reiteradamente.
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