La CTA Autónoma desactivó su primera protesta y revivió los fantasmas de la interna

La central no realizó la marcha de la semana pasada, y volvieron las voces que hablan de una relación interna conflictiva. ATE redobló la apuesta y mañana realiza su primer paro nacional. La pelea Micheli-De Gennaro como telón de fondo. Los pasos que pueden derivar en cierta unidad de la central alternativa.

La semana pasada, la que tendría que haber sido la primera protesta gremial contra el gobierno de Mauricio Macri terminó siendo una manifestación de partidos de izquierda, que entre otras cosas protestaron por la represión a os trabajadores de Cresta Roja. es que la marcha por un bono navideño de 5 mil pesos se levantó inesperadamente, y las organizaciones gremiales que habían anunciado su realización decidieron no llevarla adelante. Llamó la atención que la CTA Autónoma, que motorizó la actividad, se haya plegado a la idea, y desactivara sin mayores explicaciones su negativa a marchar. Con el correr de los días, quedó a la vista la interna que no se salda, y que esmerilan el liderazgo de Pablo Micheli. El rol de los espacios cercanos al kirchnerismo que también se bajaron, y que buscan una “unidad en la acción” con el resto de los gremios.

La marcha del Ministerio de Desarrollo Social hasta Plaza de Mayo estaba programada para el martes pasado, en reclamo de un bono de fin de año y contra la devaluación. Pero ya por la mañana se comenzó a hablar de una suspensión. El argumento oficial, lanzado por algunas organizaciones cercanas al kirchnerismo, fue que el aumento de las asignaciones universales que anunció el gobierno nacional servía para “descomprimir la situación”, y decidieron no marchar. Así, entidades como la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), cercana al Movimiento Evita, no se movilizó, y comenzó el “efecto dominó” que terminó con la suspensión de la jornada.

Pero la explicación “oficial” sólo circuló en versiones. Ni la CTA Autónoma ni el resto de las fuerzas confirmaron los motivos reales. “Cuando se bajaron las organizaciones K, Micheli decidió bajarse, para no tener que ponerle el cuerpo sólo a la jornada. Están negociando una posible unidad, y no quieren dar pasos en falso”, le explicó a Gestión Sindical una fuente del sector. La misma agregó que las entidades cercanas al kirchnerismo están “pujando con el gobierno de Macri por lugares en el Estado”, por lo cual tuvieron “un gesto conciliador” para evitar tensar esa negociación.

Ante esta situación, la CTA Autónoma decidió frenar la protesta. La idea fue avalada por Micheli, pero fue resistida por algunos dirigentes, incluyendo aquellos que responden a ATE y a Víctor de Gennaro, que querían mantener la protesta. Finalmente, el titular de la central impuso su mirada, pero no pudo evitar las críticas. Estas se hicieron en una reunión de la Mesa nacional de la central, que se hizo un día antes de la frustrada jornada de protesta, sin la presencia de Micheli. En tanto, los estatales decidieron hacer la primera protesta sindical una semana después, un paro nacional que de alguna manera desafía la autoridad de la CTA.

Para intentar salvar estas diferencias, la conducción de la central se sumó al paro de ATE, y así apoyar a los estatales en su cruzada contra los despidos en el estado nacional y de las provincias. “El martes 29 de diciembre la CTA Autónoma adhiere y convoca a la Jornada Nacional de Lucha con paros y movilizaciones en todo el país resuelta por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE)”, expresó la central mediante un comunicado. La medida se justificó “ante la escalada inflacionaria y la falta de respuestas del Gobierno nacional, la CTA profundiza su reclamo contra el trabajo precario, por la estabilidad y continuidad laboral de todos los trabajadores, por el bono de fin de año y la reapertura de paritarias”.

En tanto, ambos espacios de la CTA coincidieron en repudiar la intervención de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y la Comunicación (AFTIC), uno de los pasos más riesgosos del gobierno nacional, porque violentan una ley como la de medios, ampliamente discutida y valorada por la Corte Suprema de Justicia.