El moyanismo lanzó su campaña para pelear por la conducción de la CGT y hay malestar en Azopardo
Con el Frente Sindical a la cabeza, Hugo y Pablo Moyano ya no ocultan sus intenciones de volver a la conducción de la central obrera, y suman apoyos entre diversos sectores. Esto incluye meterse en algunas internas de los gremios, que no cayeron nada bien entre los “gordos” y otros grupos. Alienta esta campaña cierto desgaste en el consenso de Héctor Daer, candidato a continuar en la conducción con el aval de los “gordos” y la Casa Rosada.
Por Diego Lanese
Cuando a fines de abril Pablo Moyano se reunió con los integrantes de Sindicatos en Marcha para la Unidad Nacional (SEMUN), se acordó algo que va más allá de una estrategia común para el movimiento obrero. Ese día, el dirigente camionero inició su ofensiva para intentar que el moyanismo vuelva a la conducción de la CGT, que desde agosto del año pasado tiene sus mandatos vencidos, pero por la pandemia fueron extendidos por una resolución del Ministerio de Trabajo.
El avance del camionero, bendecido por su papá, se confirmó luego que varios grupos se mostraran a favor de una renovación de la dirigencia en Azopardo, desgastada por la crisis actual, que golpea especialmente a los trabajadores.
El desgaste que sufrió el actual consejo directivo hace posible que la línea más combativa, sintetizada en el Frente Sindical, pueda quedarse con la futura directiva, pese a que todavía los números favorecen a los “gordos”, que junto a los “independientes” sostienen al actual binomio que forman Héctor Daer y Carlos Acuña.
La ofensiva de los Moyano incluye el apoyo a algunas líneas internas dentro de otros gremios, que genera malestar en la dirigencia.
Pablo Moyano y su entorno ya no ocultan más su idea de comandar la futura CGT. La idea era bastante descabellada en diciembre de 2019, cuando asumió la presidencia Alberto Fernández, y desde la Casa Rosada bautizaron a Daer como el dirigente más cercano al mandatario, y su preferido para conducir la central obrera desde agosto del 2020. Pero la pandemia cambió todo.
La figura del dirigente de la Sanidad se fue desgastando en este tiempo, y la crisis producto del coronavirus terminó de poner en duda su continuidad. Si bien tiene apoyo de los gremios mayoritarios, claves en un hipotético confederal que elija autoridades, las críticas se multiplican, y alimentan la esperanza del moyanismo.
“Daer firmó la rebaja salarial de los trabajadores, con la UIA y los empresarios, y eso no se le va a perdonar”, le dijeron a Gestión Sindical fuentes del sector combativo. Además, agregaron, “se supo que en el macrismo se reunió en secreto con el ex presidente, lo que marca que apoyaba sus políticas, por más que lo critique con las palabras”.
En esta carrera, además del SEMUN se busca acordar con los gremios del transporte, incluso por fuera de la poderosa cámara CATT, y otros sectores. El Frente Sindical ya cuenta con el respaldo de varios gremios industriales –como SMATA y la UOM –y la Corriente Federal, del bancario Sergio Palazzo, con quien comparten el ala dura del sindicalismo cegetista.
Malestar en Azopardo
La estrategia de los Moyano para sumar respaldos no solo se da a partir de estos acuerdos de cúpulas. En las bases, la dirigencia camionera suele hacer algo que entre los gremios está muy mal visto: meterse en las internas de las organizaciones. Hugo Moyano fue varias veces acusado de “apadrinar” a grupos opositores en gremios donde no tiene una mayor afinidad.
El caso emblemático le costó un largo enojo al dirigente, cuando hace unos años el taxista Omar Viviani lo acusó de meterse en la interna de la federación de ese gremio, para apoyar la postulación de José Ibarra.
Lo mismo pasó en la UTA, donde en el entorno de Roberto Fernández recuerdan el respaldo que suele recibir a Miguel Ángel Bustinduy de últimas horas, esta polémica estrategia escribió un nuevo capítulo, cuando el secretario general de Camioneros se mostró con una bandera de la agrupación “5 de febrero” de la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (UTEDyC), que integra la lista Verde, que enfrenta a la actual conducción, encabezada por Carlos Bonjour. El proceso electoral en ese gremio está empantanado, e incluso algunas versiones hablan de una posible intervención.
Esto generó mucho enojo en la CGT, que acusa a Moyano de fomentar esta situación, y la posible judicialización de las elecciones en el gremio. “Ningún dirigente tiene derecho a meterse en la vida interna de un gremio, lamentablemente los Moyano suelen hacerlo seguido”, remarcó un dirigente cercano a la conducción actual de la central obrera.
Ante la consulta de Gestión Sindical, el mismo dirigente condenó la intromisión, y recordó que “están empujando a una judicialización que no corresponde, y que no hace más que no respetar la voluntad de los afiliados”. En la sede de la CGT la bronca “es mucha” por esta actitud del camionero, y lo vincularon a un intento “de desestabilizar” a la actual conducción de UTEDyC. En ese sentido, la Juventud Sindical que lidera Sebastián Maturano y varias regionales de la central obrera también se expresaron en contra de la situación.
Cronograma
Los mandatos actuales de la CGT vencieron en agosto del 2020, y fueron prorrogados por una resolución de la cartera laboral, que extendió la vigencia de todos los cargos –desde delegados a secretarios general –por la imposibilidad de realizar elecciones por la pandemia. Pero en este tiempo, se comenzaron a hacer algunos comicios, y la central obrera comenzó a definir su cronograma. Según las últimas versiones, las elecciones serán en octubre, con fecha posible el 20.
Pero eso dependerá de dos factores: de las condiciones sanitarias, y de la posibilidad que haya contienda. En el primer caso, se espera que en ese momento la vacunación y las restricciones que se tomen en el invierno hagan bajar los contagios de Covid-19. Lo segundo, es una decisión que se irá conociendo con el tiempo. Hoy los números siguen favoreciendo a los “gordos”, y en las declaraciones públicas todos los dirigentes hablan de unidad.
Si bien las cosas están difíciles para Moyano y su grupo, el desgaste de Daer juega a su favor. En este sentido, en estos días se renovaron las críticas por la falta de respuesta por parte del gobierno a los pedidos realizados por la dirigencia respecto de la conducción de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), sillón vacante luego de la sorpresiva muerte de Eugenio Zanarini.
La postulación de David Aucharán, el actual gerente general de la Superintendencia, no encontró eco en el oficialismo, que decidió darle continuidad a la línea impuesta por Ginés González García, nombrando a Daniel López, un “albertista” cercano al ex ministro. El puesto, clave para el manejo de los fondos de las obras sociales, fue una aspiración de la dirigencia sindical desde que ganó Alberto Fernández, pero otra vez fue desoída. Así, algunos ponen en duda la llegada de Daer al gobierno, más allá de su amistad personal con el primer mandatario.
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