Tensión en supermercado chino de Mar del Plata: el SECZA denuncia provocaciones y tuvo que intervenir la policía
Fue en el marco del conflicto laboral en el comercio de Fortunato de la Plaza al 4300, donde delegados del gremio denunciaron haber sido “provocados” por los dueños mientras se manifestaban. La deuda con los trabajadores asciende a $ 800 mil.
Enfrentamientos y momentos de tensión que requirieron intervención policial se vivieron este viernes por la mañana en las puertas de un supermercado de origen chino en Mar del Plata en el que hace varios días el Sindicato de Empleados de Comercio local (SECZA) viene denunciando situaciones de violencia física y verbal, trabajo en negro y deudas salariales con los empleados, entre otras irregularidades.
Desde el SECZA denunciaron que los responsables del comercio ubicado en de Fortunato de la Plaza al 4300 (Super Argento), en el sudoeste de la ciudad, salieron a provocar a los delegados del sindicato que se encontraban manifestándose.
El secretario gremial de la organización sindical, Darío Zunda, dijo que los propietarios del lugar “se hicieron presentes con una serie de acusaciones las cuales son mentiras” y afirmó que, en el marco del conflicto, “las soluciones todavía no aparecen”.
Así, remarcó que se podrá llegar a un acuerdo a instancias del Ministerio de Trabajo y “con el dinero adeudados de los trabajadores”.
Puntualmente, la deuda a la que hace alusión Zunda de alrededor de $800 mil con cuatro trabajadores. En tanto que aseguró que hay juicios abiertos por parte de otros empleados que fueron despedidos tiempo atrás.
“Los trabajadores deben estar en blanco, registrados, con sus correspondientes aportes y tener una indemnización por despedido. Es por eso que repudiamos la acción de violencia hacia los trabajadores y defendemos los derechos por el cobro del salario correspondiente”, expresó el dirigente mercantil.
Tal como anticipo Gestión Sindical, las copias de las denuncias y los testimonios de los trabajadores serán enviadas a los distintos bloques de concejales, al intendente Guillermo Montenegro y a las autoridades del Ministerio de Trabajo.
El maltrato en primera persona
El martes pasado, en el marco de la anterior protesta, este portal había reflejado el calvario que vivió, Sergio, uno de los trabajadores despedidos.
“Trabajé ocho meses en negro y me pagaban 15 mil pesos. Tuve que aguantar un montón de cosas de los dueños: gritos, malos tratos y golpes», contó el ex trabajador. Y denunció: “La mercadería está toda infectada, toda cagada por las ratas”.
«Los dueños me hacían la vida imposible. Di todo lo mejor de mí, pero siempre tenían una excusa para gritarme y golpearme. Nadie se merece lo que yo tuve que pasar», relató Sergio.
«Mi hermano trabajaba de repositor y lo golpearon en el depósito. Un día llegó a mi casa con la axila toda ensangrentada producto del maltrato que recibía en el supermercado», contó Ariana, ex trabajadora.
«Nos basureaban. Cuando vine a reclamar mi plata por lo que había trabajado, no me querían pagar. Y encima los chinos le pegaron a mi mamá», completó.
Desde el SECZA siguen aguardando pronta intervención de funcionarios de la cartera laboral provincial y del municipio, para que se respeten los derechos de los trabajadores.
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