Destacan el “esfuerzo docente” para sostener la calidad universitaria en el país y la región en pandemia
Un informe realizado por la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) y el Centro de Estudios Atenea analiza las estrategias que se dieron en el 2020 para sostener el dictado de clases, recalcando la situación de emergencia que se debió afrontar. “Estamos orgullosos de nuestro sistema educativo universitario, especialmente por su alto grado de inclusión social”, sostuvo Daniel Ricci, titular del gremio docente.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
Luego de un año donde la pandemia obligó a tener prácticamente todas las clases en modo virtual, las universidades argentinas se preparan para un 2021 con una forma de dictado de clases mixta, que vaya combinando la virtualidad y la presencialidad, de acuerdo a cómo la situación epidemiológica lo permita. El traslado de los alumnos, las cátedras multitudinarias y los muchos cursos que debe cubrir los docentes son algunos de los obstáculos para que las casas de estudio se abran, y en el país se trabaja en estrategias para hacerlo de manera segura. Para lograr esto, se viene analizando la experiencia que dejó el 2020, tanto en la Argentina como en la región, para tomar modelos y ejemplos para avanzar en esta nueva normalidad, definida como bimodal. “La pandemia que comenzó hace más de un año y que hoy continúa azotando a distintas regiones del mundo, ha resultado ser un importante vector de transformaciones en el mundo educativo, acelerando ciertos procesos vinculados a la digitalización y virtualización de las comunicaciones y espacios educativos”, analizó un informe elaborado por la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) y el Centro de Estudios Atenea.
El trabajo describe cómo la situación del coronavirus “tensionó al sistema educativo universitario” en la zona, y cómo se abordó esta problemática en países como Uruguay, Chile, Bolivia, México, Ecuador y Colombia. El informe busca volverse un material de consulta para que autoridades, gremios y especialistas acuerden la mejor forma de iniciar el ciclo lectivo 2021. “Se pudieron sostener las clases virtuales gracias al esfuerzo de los docentes”, destacó Daniel Ricci, titular de la FEDUN.
El informe fue elaborado por el gremio docente y el centro Atenea, a partir de la experiencia de los países de la región. A partir de estas medidas, y las aportadas por unas 40 universidades argentinas, se analiza “la situación de la infraestructura de conectividad, la situación de los y las trabajadores/as de la educación superior, y las políticas educativas nacionales e institucionales en medio del aislamiento”.
La realidad de los docentes de la región en pandemia
En este trabajo, al que tuvo acceso Gestión Sindical, se busca “contextualizar la situación de la virtualización forzosa de la enseñanza por medio del análisis de los casos de seis países latinoamericanos”, además de ofrecer “un panorama de la situación en la región, buscamos reflexionar sobre tópicos como la centralización, autonomía, gratuidad y acceso a la educación universitaria en distintos países hermanos”.
Los autores del reporte alertan que no se deben caer en “comparaciones poco fructíferas”, y aprovechar “las oportunidades y límites que las transformaciones que estamos atravesando pueden tener para el futuro de la educación argentina”.
En este sentido, se aseguró que “de cara a la discusión de una nueva ley de Educación Superior, como fuera anunciado por el presidente de la Nación en la apertura de sesiones ordinarias 2021, esperamos que las reflexiones constituyan un aporte al debate sobre algunos puntos que hacen al marco legal que regula la vida universitaria”.
El compromiso docente es clave
Además de mostrar las experiencias asumidas por los distintos países, el informe hace una breve descripción de los sistemas de educación superior de estas naciones, para entender desde dónde parten estas experiencias. En este sentido, Daniel Ricci, titular de FEDUN, destacó el valor del sistema argentino, que tiene tanto entre sus integrantes como en la sociedad en general.
“Se pudieron sostener las claves virtuales gracias a ese esfuerzo de los docentes, las clases no dejaron de darse, incluso en emergencia porque nadie estaba preparado para esta pandemia, y se logró mantener la calidad educativa”, sostuvo Ricci, en diálogo con Gestión Sindical.
El dirigente remarcó que los argentinos “estamos orgullosos de nuestro sistema educativo universitario, especialmente por su calidad y alto grado de inclusión social, que sólo se puede lograr gracias a ese esfuerzo y trabajo de los docentes”. Respecto al informe elaborado por el equipo de investigación de FEDUN y Atenea, está basado en “las dificultades que hubo para sostener las clases” el año pasado.
“Desde FEDUN trabajamos fuertemente para acompañar a los docentes en esta tarea, para capacitarlo y también en este nuevo sistema híbrido, en parte virtual y en parte presencial, tengan más herramientas pedagógicas y tecnológicas para sostener este sistema universitario del cual estamos orgullosos”. “El material humano es lo más importante para el sistema educativo, todo el esfuerzo está puesto al servicio de ese proceso de enseñanza con los alumnos”, agregó.
Las particularidades de cada país de acuerdo al contexto político
A partir de las experiencias presentadas, este trabajo aborda la manera en que los distintos países de la región llevaron adelante diversas políticas según las características de sus gobiernos nacionales y sus sistemas universitarios, impactando sustancialmente en el desarrollo de la actividad académica y científica. En este sentido, se destacó que en Uruguay existe desde el año 2007 el denominado “Plan de Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea (CEIBAL), que desde su creación buscó proveer “a cada estudiante de una computadora personal para favorecer su desarrollo educativo”.
“La implementación de este plan le otorga a Uruguay un lugar destacado en la relación estudiantes/computadoras y acceso a internet en centros educativos a nivel mundial”, explicó el informe. En cuanto al caso e Bolivia, las medidas educativas estuvieron atravesadas por la tensión política, luego del golpe de estado que derrocó el gobierno de Evo Morales, y que terminó en un proceso eleccionario que devolvió el poder la MAS.
En tanto, se contó que en Chile una vez que se comenzaron con las restricciones en las universidades por la pandemia, el Ministerio de Educación lanzó un plan de acción con objeto de “coordinar y reforzar las acciones institucionales que garanticen la continuidad” de las clases universitarias y de los otros niveles. “Se destaca, entre algunas de las medidas tomadas, la activación de un comité coordinador en la órbita del Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad (SINACES), cuyos objetivos son sostener un sistema desinformación permanente y asegurar la continuidad de los procesos formativos con calidad”, recalcó el informe.
En cuanto a la conectividad, se logró un acuerdo con Google para poner en marcha una plataforma de enseñanza online denominada “Classroom” en las casas de estudio que lo requieren. Por último, el caso mexicano muestra como “la falta grave de recursos y educación de calidad entre subsistemas, en vínculo con cuestiones asociadas a clase social, raza, etnia, género, ubicación geográfica y tipo de institución educativa, factores todos englobados bajo el término ‘brecha digital’”.
“Las universidades privadas tradicionales, públicas federales y estatales gozan de mejores condiciones que las universidades e institutos tecnológicos, escuelas normales y Universidades de reciente creación”, concluyeron las autoridades mexicanas, según el informe de FEDUN y Atenea.
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