Un trabajador necesita un salario de más de $85 mil para alcanzar una canasta de consumos mínimos
En su habitual informe anual, desde ATE-INDEC destacaron que ese valor sale de una canasta de alimentos y servicios, para una familia tipo. Remarcaron que con estos parámetros, el salario sigue perdiendo ante la inflación, por lo cual insisten en un aumento de emergencia antes de tratar las paritarias de este año. La suba de alimentos complica el pacto social que impulsa el gobierno nacional.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
En una reunión encabezada por el ministro de la Producción Matías Kulfas, gremios y empresas del sector alimentos analizaron la propuesta del gobierno para controlar los precios, en el marco del pacto social que busca cerrar la Casa Rosada. La idea es lograr “compromisos cruzados” que incluye límites a la suba de insumos y una paritaria con un piso cercano al 30 por ciento. La misma mecánica se dio en el sector construcción, buscando dar respuesta a una de las cuestiones más acuciantes de la realidad del país: el espiral inflacionario en productos básicos, en especial alimentos. En este contexto, los datos muestran que la disparada de precios afecta especialmente a los asalariados, que hoy están cada vez más lejos de lograrlo. Esta semana, los trabajadores del INDEC difundieron su habitual informe mensual donde aseguraron que para alcanzar una canasta de “consumos mínimos” debe ganar más de 85 mil pesos. El cálculo incluye alimentos y servicios para una familia tipo, que viven en el gran Buenos Aires. La Junta Interna del organismo pidió hace un tiempo un “aumento de emergencia” del 35 por ciento antes de discutir las paritarias 2021, para recuperar lo perdido por los salarios.
El trabajo habitual de ATE-INDEC calculó la que llaman “canasta de consumos mínimos”, para satisfacer sus necesidades un hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijos en edad escolar. El trabajo, al que tuvo acceso Gestión Sindical, indica que “son necesarios 28.910,5 pesos para cubrir la canasta alimentaria mínima y otros 56.679,5 pesos para acceder a otros bienes y servicios básicos”, lo que da una canasta de 85.590 pesos por mes, para valores de enero de 2021. “Las canastas utilizadas para este ejercicio no son las utilizadas por el organismo para la medición de la pobreza, que este mes llegó a 56.459 pesos, para una familia tipo, sino que son las llamadas ‘canastas de consumos mínimos’ y surgieron como propuesta metodológica innovadora en el INDEC, aunque todavía no se han aplicado en las mediciones oficiales”, aclaró la Junta Interna. Estas canastas indican “un piso para que cada asalariado esté en condiciones de cubrir las necesidades básicas de su núcleo familiar y, de esa manera, no ser susceptible de caer bajo la línea de pobreza”.
Para el informe, ese valor es un piso por debajo del cual “ningún trabajador debería ganar de bolsillo”. Ante esto, desde ATE-INDEC consideraron que “no se puede seguir desoyendo los múltiples reclamos efectuados a la luz de los datos presentes en este informe”. “Los trabajadores de la administración pública nacional no hemos dejado de trabajar en ningún momento desde el 20 de marzo del 2020, cuando súbitamente tuvimos que llevar el trabajo a casa, acomodando desde computadoras hasta horarios familiares para poder realizar tareas en forma remota sin ningún esquema de trabajo previsto para dicha situación”, agregaron desde la Junta Interna. En este sentido, Raúl Llaneza, delegado del organismo, le recordó a Gestión Sindical que “los gastos de conectividad, teléfono, etc. están siendo solventados con nuestros magros ingresos. Si a esto, le sumamos el atraso con respecto a la inflación la situación se hace insostenible”.
La preocupación de los trabajadores del INDEC por el deterioro de los salarios del sector público y privado hizo que en su informe anterior la Junta Interna pidiera un “aumento de emergencia”. Es que especialistas e incluso el Banco Central proyectan con estos niveles “una inflación general del 50 por cierto”. De concretarse, sería difícil mantener la propuesta de subas de un 29 por ciento, que es la tasa de inflación que proyecta el presupuesto actual. “El gobierno está planteándole a las centrales y al empresariado un pacto social como salida a la crisis económico-social que viene sufriendo nuestro país. Cualquier acuerdo debe sustentarse sobre la base de reglas claras que permitan que los trabajadores salgamos de la situación de empobrecimiento actual”, destacó el sector. En ese contexto, la junta interna del organismo pide que se acuerdo “un aumento de emergencia no menor al 35 por ciento para recuperar lo que hemos perdido en estos últimos años”. Para los trabajadores del Estado, el gremio pide concretamente “se reconozca la deuda que el Estado mantiene con los trabajadores, que el bono o suma fija que otorgó de 4 mil pesos, más el refuerzo de diciembre, sea extendido a los trabajadores precarizados del Estado, anticipo en una cuota del 14 por ciento acordado en la última reunión paritaria y pase a planta permanente para todos los trabajadores del Estado sea cual fuera su relación contractual sin discriminación por antigüedad”.
Como pasó en el sector alimentos, el Ministerio de la Producción busca firmar acuerdos sectoriales para poner un freno a los precios, una cuestión clave en la economía que se viene. En la primera reunión de la mesa sectorial, el gobierno acordó con los principales actores de la cadena de la construcción avanzar en un monitoreo de los costos de los materiales del sector y corregir, “a través de un diálogo permanente, cualquier eventual desvío que se pudiera registrar en los precios”. “Fue un encuentro positivo, de diálogo franco con empresarios y sindicatos, en el que trabajamos para alinear las expectativas con los objetivos plasmados en el Presupuesto 2021”, afirmó Kulfas tras la reunión a través de su cuenta en la red social Twitter.
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