La firma asegura que no cerrará y que solo están transitando “un cese de operaciones por tiempo indeterminado”. “Si es verdad, entonces que digan una fecha. No puede ser que todos estemos en la incertidumbre”, sostienen los trabajadores.
Por Claudio Garibotto
El conflicto en LATAM Argentina suma nuevos capítulos a diario. El martes se había conocido el rechazo, por parte del Ministerio de Trabajo, del Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) solicitado por empresa, y enseguida se supo que esa decisión iba a ser apelada, porque la idea de la filial local es continuar con su plan de retiros voluntarios y un achicamiento al máximo del personal. Mientras, desde LATAM, les dicen a sus empleados que no van a cerrar. “La versión de ellos es que esto es un cese de operaciones por tiempo indeterminado”, le contó una trabajadora a Gestión Sindical.
Es por eso que, en las últimas horas del miércoles, el personal afectado decidió exigirles a la empresa, y a la cartera laboral, y tal como explicó la denunciante, que “pongan un plazo determinado para ver cuándo van a volver a operar. Si es verdad que no van a cerrar, entonces que digan una fecha. No puede ser que todos estemos en la incertidumbre”.
El PPC había sido solicitado por LATAM Argentina el pasado 17 de junio, a partir de su intención de levantar las operaciones y despedir a 1715 personas pagando la mitad de las indemnizaciones. Pero el Ministerio de Trabajo lo rechazó basándose en el Decreto 487/2020, que establece la “prohibición de efectuar despidos sin justa causa y por las causales de falta o disminución de trabajo y fuerza mayor”. Además, aclaró que los despidos que se realicen en violación de lo dispuesto “no producirán efecto alguno, manteniéndose vigentes las relaciones laborales existentes y sus condiciones actuales”.
Pero el tiempo pasa, los trabajadores no tienen certezas y la situación se agrava. Entre que ocurrió el anuncio del cese de operaciones y se presentó el PPC, la empresa comenzó a reducir personal a través de retiros voluntarios, ofreciendo incluso lo que denominaron un “Plan de apoyo a colaboradores para su reinserción laboral”.
Ante la incertidumbre por lo que finalmente va a pasar, trascendió que alrededor de 500 personas, de los 1715 trabajadores de la empresa, ya habrían optado por “los retiros involuntarios”, como los calificó la denunciante, “porque se trata de una negociación bajo presión en realidad, ya que amenazan con despidos a quienes no lo acepten”. Algo que, en la realidad, parece ser más efectivo que el supuesto plan de apoyo. Y, además, el fantasma que sobrevuela es que el proceso termine en la presentación de la quiebra, lo que complicaría las posibilidades de cobro tanto de los trabajadores como de otros acreedores.
Precisamente alrededor de los aviones de LATAM Argentina hay un gran conflicto, porque si la situación llega a la quiebra los trabajadores y acreedores tienen derecho a disponer del embargo de los activos de la empresa. Por eso desde hace diez días en los hangares de Aeroparque hay técnicos de LATAM Argentina haciendo guardia para impedir que la empresa se lleve los aviones a Ezeiza, desde donde es más fácil volar hacia Santiago de Chile, en donde está la casa matriz de la compañía.
Por otra parte, aunque ya comenzó a desmantelar oficinas en varios puntos del país, LATAM Argentina todavía no se desprendió del CESA, que es el certificado que otorga el Estado nacional para ser operador aéreo. Y tampoco devolvió las rutas que tiene concesionadas por los próximos quince años. “Por lo tanto, si las rutas están, sólo tiene que volver a operar”, dijo la trabajadora. Y advirtió: “La empresa quiere seguir operando con trabajadores pagos a la mitad, sin convenios colectivos, precarizados. Y el Ministerio de Trabajo y el Gobierno no puede ser cómplice de todo esto. Necesitamos una solución urgente”.
Hacé tu comentario