Brasil alcanza la peor tasa de desempleo en 28 años: casi 13 millones de personas no tienen trabajo

En solo un mes, un millón de trabajadores perdieron su empleo. Otros 8 millones sufrieron suspensiones o reducciones salariales por medio de programas gubernamentales.

Además del récord de contagios y muertes, las consecuencias del coronavirus en Brasil también se reflejan en el ámbito económico. En abril el país vecino perdió 860 mil empleos, la mayor caída de toda la serie histórica que empieza en 1992.

De esta manera, en los dos primeros meses de la pandemia acumula una merma de un 1,1 millón de puestos de trabajo registrados, es decir, sin contemplar a todo el sector informal que representa el 45% de la fuerza laboral.
Según los datos oficiales, los sectores que más despidieron fueron comercio y reparación de vehículos (-342 mil), servicios (-280 mil) e industria (-127 mil). Por el contrario, el agronegocio creó 10 mil vacantes.

El oscuro panorama laboral se profundiza al contemplar las suspensiones y recortes de salarios que alcanzan a 8,2 millones de personas por medio de programas creados por el gobierno.

De ese total, 4,4 millones suspendieron sus contratos, 1,4 millones redujeron su jornada y su salario en un 50%, 1,1 millones tuvieron un recorte del 25% y en 991 mil casos la merma alcanzó al 70% de los ingresos.

De acuerdo a las estimaciones oficiales, los acuerdos entre gremios y empresas abarcarán alrededor de 24 millones de personas en el pico de la crisis, por lo que se prevé un agravamiento de la situación.

En rigor, las proyecciones del mercado hablan de una tasa del desempleo que rondará entre el 16% y el 25% hacia fines del 2020 y una caída del PBI que tendrá un piso del 6%, algo que preocupa a los industriales argentinos.

En tanto, los analistas sostienen que dentro de la economía informal y en el sector pyme el cuadro sería mucho más complicado. «Las señales que nos da Guedes es que las pymes no van a tener prioridad, aún cuando generan el 70% del empleo», indicó el especialista Marco Bastos.

«El ministro ya dijo que va a privilegiar la ayuda a las grandes empresas por su mayor productividad. Para las pymes solamente se lanzó un programa de créditos, pero al no dar garantías estatales, los bancos no los están liberando por temor a que no les paguen. Solamente se entregó el 5% del monto que el gobierno había prometido», agregó.

Según Bastos, el repunte económico en 2021 será muy lento y apenas rondará entre el 2% y el 4%, lo que «profundizará el conflicto político e institucional».