Docentes de todos los niveles alertan que el trabajo a distancia trajo “sobrecarga laboral”
Los gremios hablan de “hiperconectividad” y de mayor carga horaria con la modalidad de clases a distancia. Por eso, piden que se creen protocolos específicos para esta emergencia. Los docentes universitarios crearon un comité para analizar la situación. En la escuela inicial y media, buscan un convenio y aseguran que hay “muchas dificultades” para cumplir con los objetivos pedagógicos.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
Armar un PowerPoint. Grabar un video. Subirlo a Youtube. Dar una clase por Zoom. Contestar mail de quienes no tienen celular. Contestar WhatsApp de quienes no tienen computadora. Dar otra clase. Pensar actividades conjuntas. Evaluar y cargar los resultados. La rutina del trabajo virtual de los docentes de todos los niveles incluye muchas de estas cuestiones, entre otras, y se empezó a aplicar a las apuradas, apenas se declaró el aislamiento social obligatorio. En casi dos meses, los profesores y maestros dicen estar agotados, y los gremios del sector alertan sobre los problemas que deben afrontar en este tiempo de crisis. Tanto en el nivel inicial y sobre todo en el medio y superior se registra una “hiperconectividad” que genera sobrecarga laboral, y que preocupa. Además de las exigencias, muchos docentes no cuentan con los elementos tecnológicos para hacer frente a las tareas, o no tienen un espacio que permita dar clases de manera tranquila.
En los últimos días, en los distintos niveles se comenzó a evaluar el trabajo a distancia, y se comenzó a discutir un marco general para ejercer el “teletrabajo”. En la provincia de Buenos Aires, donde las condiciones sociales hacen además que muchos alumnos no puedan acceder a los contenidos se pide un protocolo como el que lograron los empleados de la justicia, para respetar horarios y otras cuestiones. Se estima que las clases no volverían este año, por lo cual se espera mejorar las condiciones laborales del sector educativo.
Los reclamos docentes se registraron en todos los niveles, y apuntan a la sobrecarga laboral y otras cuestiones vinculadas con el dictado de clases a distancia. La principal queja es la demanda de tiempo, que se multiplicó en esta modalidad, lo que genera una “hiperconectividad” que no respeta horarios ni descanso de los docentes.
En el nivel superior, estos temas fueron abordados en el encuentro virtual realizado esta semana en el marco del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que a pedido de los gremios del sector se reunió por primera vez desde que se declaró la pandemia. Esta cumbre fue el inicio del llamado “Comisión de Seguimiento Covid-19 del CIN”, que tratará los temas relacionados con el dictado de clases durante la cuarentena.
“Fue una reunión positiva, logramos que se ponga en funcionamiento esta comisión, ahora en los próximos encuentros vamos a ir planteando la agenda concreta”, explicó Carlos de Feo, titular de CONADU, quien participó de la videoconferencia que inauguró este espacio. Para el gremio de los docentes universitarios, lo importante en este primer encuentro “fue que se diera espacio para replicarlo a nivel local”. “Hay una diversidad muy grande en las universidades, las problemáticas de Tierra del Fuego son muy distintas a las de la UBA, Los temas hay que tratarlos localmente”, le dijo De Feo a Gestión Sindical.
CONADU participó junto a FEDUN, CONADU Histórica y otros gremios de este encuentro virtual, que se repetirá en los próximos días.
Sobre la situación laboral de los docentes, De Feo sostuvo que “el panorama es muy complejo, la cuestión era arrancare con la discusión”. “Por el momento no hay una solución concreta a la complejidad laboral que estanos viviendo hoy, es difícil porque la problemática laboral es complicada. En una gran medida hay una autoexigencia que se imponen los profesores y docentes. Nos sobrecargamos de tareas, y además en las condiciones que estamos las universidades exigen más de lo que deberían”, remarcó De Feo.
En este sentido, el dirigente alertó que “esta sobrecarga termina afectando a los propios estudiantes”. Además, el líder de CONADU remarcó que hay otros temas a tratar, “como las licencias para personas que tienen chicos pequeños que deben cuidar o viven en lugares pequeños, y que se les complica trabajar en sus casas”.
Por su parte, la CONADU Histórica presentó un documento a las autoridades universitarias con su agenda de reclamos, y destacó en primer lugar que “la universidad debe poner toda su estructura al servicio de las necesidades de la emergencia sanitaria.
“Se deben constituir las paritarias con los gremios docentes en cada universidad, dar cumplimiento a los pedidos de licencias o excepción de tareas de los docentes con menores y/adultos mayores a cargo y respetarse los derechos laborales de las y los docentes universitarios y preuniversitarios”. Además, el gremio recalcó que “la virtualidad debe ser considerada como una modalidad transitoria de acompañamiento de los estudiantes, no como reemplazo de la presencialidad”.
En este punto, FEDUN llevó al encuentro pautas para la vuelta a las aulas, y planteó que antes de que se habiliten las clases presenciales se deben garantizar “las condiciones de infraestructura, higiene y relación de cantidad docente-alumno de forma previa al eventual regreso a las aulas”.
La complejidad de dar clases a nivel universitario, donde algunas entidades tienen aulas virtuales que facilitan compartir contenidos, se multiplican en el nivel medio. Los docentes secundarios vienen reclamando que se establezcan límites en las tareas, que se hacen en condiciones desfavorables. Muchos maestros tienen problemas de tecnología –acceso a banda ancha, computadora acorde a las herramientas utilizadas –que se suman a las que tienen los alumnos, en especial en sectores vulnerables.
“Los docentes tienen que contestar mensajes, mails, clases virtuales, dependiendo las condiciones de los chicos. A muchos los mandaron a las casas sin siquiera explicarle cómo funcionan las clases virtuales. Hay mucha confusión”, admitió una fuente de uno de los gremios, ante la consulta de Gestión Sindical. Para esto, se está piensa en una especie de convenio al estilo firmado por la Asociación Judicial Bonaerense (AJB), que limite las tareas, y permita exceptuar a quienes no tienen las condiciones necesarias.
“Los docentes dice que al principio las tareas se extendían todo el día, incluso los directivos pedían cosas los fines de semana. Ahora se está poniendo un límite, pero hasta que no haya una reglamentación formal, escrita y firmada, van a suceder los abusos”, adelantó el mismo dirigente consultado. Hacer una clase virtual, en especial en temas complejos como las matemáticas, hace que se tarde mucho más en las clases. Por eso, la semana que viene se insistirá para que la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires cree un protocolo para docentes que cumplen continuidad pedagógica desde sus hogares, para establecer horarios concretos de trabajo.
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