Gremios y movimientos sociales repudiaron al FMI: “La deuda no la puede pagar el pueblo más humilde”
Se movilizaron al Congreso para apoyar la negociación que hace el gobierno, y para advertir que antes que los bonistas, los recursos deben usarse con los más necesitados. El sector destacó la buena relación con el oficialismo, pero marcó un límite en cuanto a su postura. “La deuda condiciona a los trabajadores”, dijeron desde la CTA Autónoma.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
Bajo la consiga “La deuda es con el Pueblo”, gremios y movimientos sociales repudiaros este miércoles la presencia de la delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la Argentina, en el marco de la renegociación que intenta llevar adelante el gobierno nacional por la deuda externa heredada de la gestión de Mauricio Macri. Coincidiendo con la presencia del ministro de economía Martín Guzmán en el Congreso, las entidades marcharon hasta el lugar, y expresaron su rechazo a las políticas impuestas por el organismo de crédito, y remarcaron en un claro mensaje para el oficialismo que la prioridad deben ser las necesidades de la población.
Las columnas coparon la Plaza de los dos Congresos desde temprano, y formaron una multitud heterodoxa donde confluyeron organizaciones barriales, sindicatos de la economía popular, agrupaciones de izquierda e incluso sectores que apoyan e integran el gobierno de Alberto Fernández. El centro de la escena fueron los movimientos sociales, con el debut de su flamante gremio: la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Sus columnas fueron las más numerosas, y fueron parte de la organización central del acto, que de espaldas al poder legislativo, reclamó por un plan que atienda antes la llamada “deuda interna”. La izquierda marchó a la Casa Rosada, y pidió directamente por el no pago de la deuda.
Los movimientos sociales fueron el centro de jornada de repudio al FMI. Haciendo equilibro en su relación con el gobierno de Alberto Fernández, con quien admiten tienen una relación fluida, Barrios de Pie, la CTEP, la Corriente Clasista y Combativa, el Frente Darío santilla y muchas otras organizaciones coparon el congreso, para rechazar el pago de la deuda “a partir del sufrimiento del Pueblo”. A la movida se sumaron los gremios de la CTA Autónoma, los integrantes de la Federación Portuaria y Marítima y la Corriente Federal que encabeza Sergio Palazzo.
Con banderas propias y consignas contra el FMI, la marcha llegó al Congreso desde distintas direcciones, y separadas por organizaciones. Bajo el sol de una jornada no tan calurosa, el palco central incluyó a varios dirigentes sociales con cargos en el ejecutivo, una novedad en este tipo de jornada.
Sin duda la centralidad de la jornada la tuvieron los trabajadores informales, que desde hace un tiempo tienen un sindicato propio, la UTEP. Sus banderas fueron mayoría desde que comenzaron a marchar bien lejos del Congreso, allá por Plaza Constitución, donde los integrantes de esta fuerza llegaron desde los distritos del conurbano. La primera concentración fue en Independencia 9 de julio, pero la multitud empujó a quienes llegaron temprano hacia Avenida de Mayo, y de allí al escenario central. “Venimos a expresar nuestro repudio a la presencia del FMI por su complicidad junto con el gobierno de Macri para endeudar al país”, sostuvo Esteban “gringo” Castro, flamante secretario general de la UTEP. En diálogo con Gestión Sindical, el dirigente remarcó que en la anterior gestión “se pidieron 145 mil millones de dólares y fugaron 85 mil millones, producto de sus relaciones con el capital internacional. Fue una estafa”. Para Castro, la deuda “no la puede pagar el Pueblo más humilde, no priorizar los intereses del capital internacional”.
Desde el cambio de gobierno, es evidente que hubo un cambio de actitud hacia estos sectores, e incluso muchos referentes son hoy parte de la gestión nacional, como funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social que conduce Daniel Arroyo, con quienes todos tienen trato directo.
“Por supuesto que hay una relación distinta del actual gobierno con los movimientos populares, porque están tomando en cuenta nuestros planteos, entre ellos cuando decimos que hay que darles derechos a los trabajadores de la economía popular, que trabajan mucho en producción hortícola, reciclado, en la vía pública. Todos esos compañeros deben cobrar el salario mínimo, vital y móvil como piso en esta etapa”, expresó Castro. Para eso, buscan que se implemente el llamado Salario Social Complementario, que permita mejorar los ingresos de los integrantes de la economía popular.
“La deuda condiciona a los trabajadores”
Durante la jornada de protesta, que en algunas consignas evocó las viejas manifestaciones de mediados y fines de los 90 contra las “relaciones carnales” entre la Argentina y el FMI y los Estados Unidos, los discursos giraron en torno a los compromisos que debe asumir el gobierno, y la necesidad de cumplir antes con las necesidades. Si bien se estima que en estos dos meses los sectores más vulnerables recibieron ayudas diversas que algunos estiman en unos 45 mil millones de pesos (incluyendo bonos salariales, mejoras de la AUH y otras medidas), la economía sigue complicada, y el hambre una realidad.
“La deuda impagable que contrajo el gobierno de Macri nos dejó condicionados a los trabajadores, porque condiciona las paritarias, porque el gobierno tiene que elegir cómo usar los pocos recursos”, sostuvo la secretaria Adjunta de la CTA Autónoma Claudia Baigorria. Como ejemplo, la dirigente le recordó a Gestión Sindical el caso de la provincia de Buenos Aires, donde el gobernador Axel Kicillof “para no caer en default tuvo que usar recursos propios, postergando el pago a docentes”. “No hay que pagar la deuda ahora, hay que suspender los pagos e investigar”, agregó.
Mientras los manifestantes copaban el frente del Congreso, y la dirigencia cerraba la jornada con sus discursos, dentro del recinto el ministro Guzmán apuntó al organismo de crédito por la situación heredada: “el FMI es responsable de la crisis de deuda que vive la Argentina”. Los esfuerzos argentinos apuntan a una demora en los pagos e incluso una quita del monto a afrontar, como parte de un paquete que busca pagar, pero una vez que haya crecimiento.
En este sentido, la estrategia del gobierno tiene apoyo del grupo de gremios y organizaciones que se movilizaron, aunque muchos tengan consignas y posturas de ruptura. En los palcos del Congreso, la dirigencia de la CGT escuchó al ministro, y apoyó sus palabras. Afuera, la principal central obrera del país no tuvo presencia, más allá de Juan Carlos Schmid, dirigente de Dragado y Balizamiento y titular de los transportistas de la CATT, que estuvo en la marcha junto a los gremios portuarios. La conducción cegetista tratará el tema de la deuda directamente con el presidente Fernández, con quien almorzará este jueves, según confirmaron desde la Casa Rosada.
Hacé tu comentario