La CGT y los gremios del transporte repudiaron toma de la UTA y respaldaron a Roberto Fernández
Luego de la violenta toma en la sede del sindicato de choferes en el barrio de San Cristóbal, la conducción de la central obrera expresó su solidaridad con el titular de la UTA, y criticó a quienes quieren arrasar con la institucionalidad de ese sindicato. Lo mismo hizo la CATT. Hoy miércoles sigue el paro en el grupo Dota,y analizan dictar la conciliación obligatoria.
El consejo directivo de la CGT repudió «los violentos y vandálicos hechos ocurridos en la sede nacional de la Unión Tranviarios Automotor (UTA)» y reconoció y respaldó a «las autoridades formal y legítimamente constituidas de ese gremio, que lo conducen». «La CGT respalda y reconoce a las autoridades de la UTA, que conducen esa organización confederada, y rechaza la intrusión de grupos violentos en su sede, la destrucción del patrimonio de los trabajadores y el riesgo para la integridad física de quienes estaban en el gremio, ante la pasividad de los organismos judiciales y policiales porteños», puntualizó. Lo mismo hizo la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que rechazó los incidentes que se dieron este lunes. En cuanto al conflicto, los choferes de las más de 60 línea siguen de paro, y se analiza desde el Ministerio de Trabajo nacional dictar la conciliación obligatoria.
La central expresó en un comunicado su «solidaridad» con el titular del sindicato de choferes de colectivos, Roberto Fernández, y con la totalidad de la comisión directiva, «víctimas de la irracional violencia de quienes procuran arrasar con la institucionalidad». «Hay quienes quieren arrasar con la institucionalidad de ese sindicato. La central obrera respeta la autodeterminación de todas y cada una de las organizaciones confederadas y la voluntad de sus trabajadores, pero la única manera reconocida y válida para expresar las diferencias internas es a través de los organismos deliberativos, que enriquecen a las instituciones y afianzan la democracia interna», señaló el documento de la conducción. Además, enfatizó que «las peleas entre trabajadores y las divisiones en los sindicatos solo favorecen al poder de las empresas», y afirmó que «la construcción de una sociedad más igualitaria y con más derechos para quienes menos tienen requiere del esfuerzo, la unidad y la tolerancia en el disenso para alcanzar los objetivos que se procuran», concluyó.
Por su parte, la CATT, que conducen Juan Carlos Schmid y Omar Maturano, repudió «los hechos de violencia ocurridos en la sede nacional de la UTA» y respaldó a «la orgánica gremial». La estratégica organización sindical, que reúne a más de una veintena de gremios del transporte aéreo, marítimo, fluvial y terrestre, sostuvo esta tarde en un comunicado que «la CATT apuesta a que los trabajadores diriman sus diferencias en el marco de la orgánica». «Las diferencias entre trabajadores solo pueden dirimirse en el contexto de la orgánica y la vida interna de cada organización sindical. La unidad es la única garantía de la lucha para alcanzar la verdadera y total justicia social», concluyó la entidad del transporte.
En cuanto al conflicto, hoy miércoles se mantiene el paro de actividades en las más de 60 líneas que pertenecen al grupo Dota, por lo cual el Ministerio de Trabajo analiza aplicar la conciliación obligatoria para destrabar la protesta, que no cuenta con el aval de la UTA. Según fuentes gremiales, se aguarda que los funcionarios de la cartera laboral dispongan el dictado de la medida «para bajar los decibeles» de una confrontación intersindical, acicateada por el despido de un trabajador con fueros gremiales. Por otra parte, trascendió que funcionarios del Ministerio de Transporte están conversando con los directivos de la empresa para intentar destrabar el conflicto.
El inicio del conflicto se dio cuando el dirigente opositor Miguel Bustunduy convocó a un paro de varias líneas de colectivos de la empresa, lo que luego culminó con una violenta ocupación de la sede de la UTA, que dejó un saldo de ocho heridos. Quienes concurrieron a la sede gremial de Moreno al 3000 se enfrentaron con quienes apoyan a la conducción del sindicato a golpes con elementos cortantes y de fuego, lo que provocó ocho heridos, seis de los cuales fueron están internados en el Hospital Ramos Mejía y, otro en el Penna, en tanto el restante habría recibido un disparo de bala. El propio Fernández admitió que convocó a las fuerzas policiales para que ingresen al edificio, y que debió refugiarse en los techos de la sede nacional que posteriormente fue desalojada, cerca de las 23.
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