Trabajadores del Astillero Río Santiago celebraron nuevas autoridades y salen a buscan financiación

Desde la terminar productiva saludaron el nombramiento de Ariel Basteiro como nuevo titular de la planta ubicada en Ensenada, y esperan que este cambio permita poner en marcha nuevamente las tareas en el lugar. Los primeros pasos serán terminar los dos buques encargados por Venezuela. Después, quieren volver a producir para la marina del país.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

Ex secretario general de la Asociación de Personal Aeronáutico (APA) y fundador de la CTA, Ariel Basteiro fue confirmado por el gobernador provincial Axel Kicillof como próximo titular de los Astilleros Río Santiago, la planta constructora de barcos más importante del país. Basteiro, que comenzó su militancia en el Socialismo, fue embajador en Bolivia durante el kirchnerismo, llega a un puesto clave en la provincia de Buenos Aires, aunque no cuenta con experiencia en la materia. Pese a esto, los trabajadores de la planta celebraron su llegada, y adelantaron que este año buscarán financiamiento para cumplir con dos trabajos encargados por el gobierno de Venezuela. Integrantes del astillero estuvieron recientemente en Cuba con el presidente venezolano Nicolás Maduro, que confirmó los fondos para la construcción de dos buques. Incluso este mes una delegación del país vecino estuvo en la planta ubicada en la localidad de Ensenada para conocer los avances de las obras. Durante la gestión de María Eugenia Vidal, hubo algunos intentos de privatizar el astillero, y su financiamiento fue mínimo. Incluso los trabajadores fueron reprimidos por la policía durante una protesta en la localidad de La Plata.

La llegada de Basteiro al astillero fue celebrada por los trabajadores, que esperan que en el 202 se comience a trabajar activamente en la recuperación de la capacidad productiva del lugar. El flamante funcionario comenzó su militancia en el Partido Socialista, además de tener una larga trayectoria en el gremio aeronáutico APA, donde fue secretario general de 1996 a 2004. Además, fue fundador de la CTA en la década del 90. Fue diputado nacional hasta el 2005, y en 2007 asumió como director de Aerolíneas Argentinas en representación del Estado. Su último cargo durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner fue embajador argentino en Bolivia. “Para nosotros el nombramiento está bien, lo que habíamos pedido es que no venga ninguno de los funcionaros o directivos que ya estuvieron antes”, sostuvo el referente del astillero y secretario general de ATE-Ensenada, Francisco “pancho” Banegas. Sobre el flamante funcionario, Banegas le dijo a Gestión Sindical que “es un hombre político, y el astillero necesita de políticas de Estado, si viene con ese apoyo estamos totalmente de acuerdo”.

El astillero busca reactivar su producción, luego de tiempos complejos durante la gestión de Vidal, que prácticamente paralizó los trabajos por la falta de recursos, y amenazó con privatizar algunos servicios. En noviembre de este año, las gestiones de la CTA Autónoma permitió el compromiso del gobierno venezolano para financiar la finalización de los dos buques encargados al astillero: el Eva Perón y el Juana Azurduy. Así se lo dijo el propio presidente Nicolás Maduro al secretario general de esa central obrera, Ricardo Peidro, con quien se encontró en La Habana, Cuba. A comienzos de este mes, representantes de la empresa petrolera PDVSA y de la Central Bolivariana de Trabajadores recorrieron el Astillero Río Santiago, para conocer los detalles de las tareas necesarias para finalizar los buques. Banegas contó que el Eva Perón “está en un 98 por ciento terminado”, mientras que el Juana Azurduy esté menos avanzado. “Una vez que se reestablezcan las relaciones comerciales con Venezuela, vamos a salir a buscar el financiamiento para terminar estos buques, y preparar nuevos horizontes para el año que viene”, adelantó el secretario general de ATE-Ensenada. Los buques, con sus más de 180 metros de eslora, son los de mayor porte que se han construido en el país desde la botadura de los navíos «Ingeniero Huergo» e «Ingeniero Silveyra», fabricados por la misma entidad hace más de 30 años para la flota de la petrolera YPF.

Además de finalizar el proyecto, los trabajadores del astillero esperan poder volver a producir a pleno el año próximo, para lo que piden recuperar la prioridad de producción con la marina argentina. Este año, el gobierno de Mauricio Macri publicó un decreto que permitió la importación de un buque para la Armada Argentina. Según el decreto oficializado a fines de septiembre, el mismo costará unos 195.500.000 de dólares, unos 11.534.500.000 millones de pesos a la hora de la firma del DNU. La compra estará a cargo del almirante José Luis Villán, y se realizará mediante un crédito. La nave es un “Buque Logístico Polar”, que dará apoyo al rompehielos Irizar en la campaña en la Antártida. “Nos oponemos a que se importe un buque que se puede realizar en el país, tanto en nuestro astillero como en Tandanor”, le dijo a Gestión Sindical en su momento Benegas. El dirigente ratificó que ambas plantas “tienen la capacidad y el personal para hacer un buque de esas características”, por lo cual se vienen reuniendo para tomar medidas contra el DNU del gobierno nacional.

El Astillero Río Santiago está ubicado en la ciudad de Ensenada, en la provincia de Buenos Aires, a orillas del río del mismo nombre. Es uno de los astilleros de mayor actividad e importancia de Latinoamérica. Fundado en 1953, durante la presidencia de Juan Domingo Perón, ha realizado diversos trabajos en el sector naviero, industrial y ferroviario. En su época de esplendor, durante la década del 50, el astillero llegó a tener 8 mil trabajadores en doble turno. Durante los últimos meses, se desató un conflicto por la continuidad de Astilleros Río Santiago, a la que el gobierno provincial buscó desactivar. Los trabajadores se movilizaron por las calles, tomaron parte del ministerio de Economía bonaerense en demanda de insumos para la terminación de varias tareas en ejecución.