La línea 60 cumplió un mes de paralización y el conflicto laboral no encuentra salida
Monsa SA había decidido reincorporar al trabajador despedido con todos los derechos cubiertos pero sin autorizarlo a salir a la calle con una unidad. Esa situación motivó que el resto de los choferes ratificara las medidas de fuerza por lo que la compañía despidió a otros 50 operarios y el conflicto se profundizó sin encontrar aún una solución.
El presidente de la Asociación Civil del Transporte Automotor (ACTA), José Troilo, denunció hoy que la Línea 60 sigue sin prestar servicios por un conflicto en el que un grupo de delegados «persigue intereses» lejanos a los laborales.
«Este grupo de trabajadores no sé qué es lo que persigue, pero no son cosas estrictamente laborales. La cuestión salarial es un tema gremial general del sector que a esta altura ya está resuelto», dijo el empresario en declaraciones a Radio América.
La Línea 60, que une a la Capital Federal con el norte del Conurbano bonaerense, se encuentra paralizada desde el 27 de julio cuando la empresa Monsa SA impidió la salida de las unidades por una protesta de los choferes.
La compañía no permitió que los colectivos fueran sacados a prestar servicios debido a que los choferes no querían cobrar boletos por el despido de un trabajador, lo que motivó que los trabajadores denunciaran un lock-out patronal.
Troilo dijo que el conflicto se inició porque la empresa tomó una decisión disciplinaria sobre «personal peligroso» para circular con las unidades de la línea, dado que el trabajador despedido había registrado trece accidentes en tres años.
«Amparados en esto, hay un grupo de delegados y operarios que se apropiaron por la fuerza de las plataformas de la empresa y no dejan trabajar al resto de los choferes, por lo que la firma no puede prestar sus servicios», señaló Troilo.
Recordó el empresario que Monsa SA había decidido reincorporar al trabajador despedido con todos los derechos cubiertos (salario, obra social, ART, aportes jubilatorios) pero sin autorizarlo a salir a la calle con una unidad.
Esa situación motivó que el resto de los choferes, liderados por la comisión interna gremial, ratificara las medidas de fuerza por lo que la compañía despidió a otros 50 operarios y el conflicto se profundizó sin encontrar aún una solución.
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