En un acto con Alberto Fernández, Hugo Moyano y Máximo Kirchner, la CTA de los Trabajadores inicia su vuelta a la CGT

En un plenario realizado en el microestadio del Club Lanús, aprobó “iniciar las medidas necesarias” para la unidad de las centrales obreras. “El cómo de empezará a debatir ahora”, afirmó la dirigencia. El congreso incluyó al Frente Barrial, que reclama reconocimiento para la economía popular. Fuerte respaldo de Alberto Fernández: “Gracias por este gesto moral”.

Diego Lanese / Especial para Gestiòn Sindical

Con un clima festivo y una multitud adentro y afuera del microestadio del Club Lanús, la CTA de los Trabajadores tuvo un Congreso nacional fundamental, que marcará su historia inmediata. Como aquel “grupo de Burzaco”, donde se inició el proceso que terminó con la fundación de la central alternativa, en el sur del conurbano bonaerense se comienza a escribir su vuelta a la CGT, una decisión saludada y festejada pero que tiene varios obstáculos por delante. El encuentro votó la vuelta con dirigentes cegetistas en primera fila, y un cierre con la plana mayor del Frente de Todos, entre ellos el candidato a presidente Alberto Fernández, que “apadrinó” la movida y la calificó de un “gesto moral”.

La cumbre estuvo presidida por el titular de la central Hugo Yasky y los principales dirigentes de la conducción, que horas antes de la llegada de los candidatos votaron a favor en el marco de una discusión que comenzó semanas atrás, con encuentros similares realizados en todas las provincias. Por el momento de este proceso no serán parte las dos fracciones restantes de la CTA, que eligieron mantenerse al margen de la propuesta. “Autonomía no es lo mismo que neutralidad”, contestó en su discurso Yasky, que hizo una movida arriesgada con final incierto por el momento, en especial por la resistencia en la propia CGT.

El congreso de la CTA comenzó a sesionar cerca de las 16, ante una multitud que copó las instalaciones de Lanús. Las banderas de los gremios afiliados a la central obrera coparon las tribunas, mientras la conducción preparaba el documento final que llama a iniciar las “acciones necesarias” para unir a los trabajadores, incluyendo la vuelta a la CGT, la principal promesa de Yasky en su recorrida previa por las provincias. Junto a dirigente estuvieron los principales referentes del espacio, como Roberto Baradel (SUTEBA), Daniel Catalano (ATE), Roberto Pianelli (metrodelegados), Pedro Wasiejko (FeTiA), entre muchos otros.

En la mesa central, la discusión aprobó los puntos centrales, además de una declaración contra las políticas del gobierno de Mauricio Macri y el apoyo a las distintas fórmulas del Frente de Todos. Además, hubo un espacio para una proclama internacional, que entre otras cuestiones rechazó el bloqueo a Cuba, y que fue una de las grandes ovaciones de la jornada. La aprobación del documento generó aplausos y cantos, incluyendo un doblemente celebrado “vamos a volver”.

“En general todo el mundo está de acuerdo en que es necesario la unidad de todo el movimiento obrero”, le dijo a Gestión Sindical Wasiejko, quien es secretario Adjunto de la CTA de los Trabajadores. Luego de la votación, aclaró que “el debate de cómo se hará esa unidad, en qué términos y demás vendrá en su momento, lo importante que hay consenso para dar este paso”.

La presencia de los referentes opositores, a los que esta central apoyo desde un principio, marca el interés político de la unificación, que Wasiejko une a la propuesta de un pacto social que ya adelantó en varios discursos Alberto Fernández. “La idea es a partir de esta unidad dar respaldo al pacto social, obviamente nuestro planteo es que los trabajadores no pierdan, que haya un recupero de salarios que incluya a los jubilados, y que se garantice que por un tiempo no hará inflación ni aumento de precios, esa es la base, dijo el dirigente. A partir de estos acuerdos, el también titular de la Federación de Trabajadores de la Industria y Afines (FeTIA) pidió que haya medidas de fondo, como “proteger la industria nacional, limitar el ingreso de importaciones por un tiempo, y que las empresas puedan abrir las líneas de trabajo y recuperar personal”.

Con la decisión de volver a la CGT formalizada, Yasky habló de unidad para el momento que se viene. “Necesitamos fortalecer la unidad del campo sindical, porque la etapa que viene es la que nos da la posibilidad de salir de esta miseria”, sostuvo en su discurso. No por nada es lema del congreso fue “el futuro con unidad”, buscando sumar a todos los espacios. Las formas serán tema de discusión.

Uno de los obstáculos es que dentro de la CTA hay varios movimientos sociales y organizaciones no gremiales, que tendrían un lugar en la central obrera mayoritaria que hasta ahora les fue negado. Junto al encuentro nacional, el Frente Barrial de la CTA analizó este paso, en una cumbre paralela, y se entusiasmaron con el ingreso. “La economía popular y el cooperativismo son imprescindibles para poner a la Argentina en marcha, y ser parte de la CGT sería un reconocimiento”, le dijo a Gestión Sindical un dirigente del espacio, que admitió los reparos que hay en la central obrera con su presencia. Pese a esto, “vamos a dar la pelea”.

Respaldo político

Luego del plenario de la CTA, el estadio de Lanús dio paso al acto político que cerró la jornada, que marcó el nivel de respaldo a la propuesta de unidad, más allá de los reparos que existen en Azopardo, que contó Gestión Sindical en la previa. Es que muchos dirigentes de “peso” no están convencidos de la vuelta, y piden mayores precisiones, como saber si será una unificación o quieren una fusión.

Lo cierto es que la dirigencia de peso faltó al acto, que cerró Alberto Fernández, que “bendijo” lo expuesto en la jornada por la dirigencia gremial. “Gracias a toda la gente de la CTA por este gesto moral de lograr la unidad, de sumarse a la CGT, porque divididos no tenemos futuro”, sostuvo el candidato presidencial, que dijo que se vivió un día “de gran importancia”.

Detrás suyo, Sergio Palazzo, Hugo y Pablo Moyano, Omar Plaini y otros compartían escenario con la conducción de la CTA, respaldando de alguna manera la decisión tomada. “Acá en Lanús se hizo el plenario del PJ que le permitió a Néstor Kirchner ser presidente, allá por 2003, me trae grandes recuerdos. Porque la situación que vamos a recibir es similar a la que nos tocó afrontar con Néstor”, remarcó Fernández, que apoyó su idea en los números de esos días: “la salida de la convertibilidad nos dejó una devaluación del 300 por ciento, cuatro años de Mauricio Macri una inflación del 500 por ciento”.

Fernández hizo un guiño a Carlos Tomada, a quien saludó al inicio y al cierre de su discurso, lo que despertó una serie de especulaciones sobre una posible vuelta a la cartera laboral, que comandó por 12 años. El dirigente tiene una aceitada relación con gremios y empresarios, a pesar que el desgaste de la gestión le trajo algunos dolores de cabeza al cierre de su mandato. Además, saludó a los docentes, que en la CTA son una de sus columnas vertebrales, con la CTERA. “Este gobierno provincial quiso reemplazar a maestros con voluntarios, quiso enemistar a los docentes de la gente. Lo hacen porque detestan la educación pública, creen que es una mercadería más”, agregó el candidato, ante la ovación de los presentes, que no paraba de gritar “se siente, se siente, Alberto presidente”. Para cerrar, sostuvo que “los derechos de los trabajadores no son privilegios”, y acusó al gobierno de Macri de quitarlos. “Las mejores sociedades son las que distribuyen derechos, no las que los quitan”, dijo. Luego de un repaso por la historia reciente, recordó que de cada crisis los argentinos “salimos adelante”. “Y vamos salir adelante, nos vamos a poner de pié, con todos y todas”, concluyó Fernández, que respaldó la unidad sindical pensando en su futuro gobierno.